“Necesitamos condenas ejemplificadoras para sancionar los casos de violencia institucional”, le dijo a Página/12 el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, en referencia al fallo contra el policía Luis Chocobar. De todos modos remarcó, al referirse al caso que marcó el comienzo de la “Doctrina Chocobar” del gatillo fácil, “lo más grave fue el apoyo que recibió el policía”, de parte del ex presidente Mauricio Macri y la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Pietragalla señaló que la Justicia, con su fallo, “está diciendo que Chocobar actuó mal y que fue un acto delictivo, por eso fue condenado, más allá del monto de la pena, que fue muy bajo y que seguramente será objeto de apelación”. Recalcó que “es necesario sentar buena jurisprudencia porque tenemos que acabar con una problemática que está instalada y arraigada en nuestra democracia; hay que bregar para que estos hechos no se sigan repitiendo”.
El secretario de DDHH se refirió a “lo simbólico que significó” en su momento “que el poder político, a través de Mauricio Macri y Patricia Bullrich abrazaran la causa” al expresar públicamente su apoyo a lo actuado por Chocobar. “Esto es lo más peligroso y por eso llevo el tema a la discusión política, porque no puede ser que un presidente haya recibido a un policía para aplaudir algo que, a simple vista, era un mal accionar policial”.
Se refirió luego a la ley enviada al Congreso Nacional para establecer un nuevo protocolo para el uso de armas por parte de las fuerzas de seguridad y que toma “las recomendaciones de las Naciones Unidas” en la materia.
Reiteró que “lo más grave es la habilitación política que se le dio a un individuo de esas fuerzas que fue convertido en un emblema por Patricia Bullrich”. Por extensión “eso determinó que todas las fuerzas se sintieran habilitadas para actuar de la misma manera que Chocobar”. Estimó que hay que impulsar “una política transversal para generar conciencia para que ese mensaje no vuelva nunca más”.
Recordó que durante el gobierno de Cambiemos “se generaban políticas que provocaban malestar social y necesitaban como aliadas a las fuerzas de seguridad, para contener el malestar social”. Precisó que esto se dio “en casos como el de Rafael Nahuel y en otros que a veces ni nos enteramos”. Frente al problema “lo que necesitamos es una Justicia que aplique penas ejemplificadoras, porque ya tenemos condenas internacionales y siguen surgiendo casos de violencia institucional”. Cuestionó las “condenas a medias” como la de Chocobar.
Criticó lo que hizo el viernes Patricia Bullrich “cuando se solidarizó (con el policía condenado), pero ella después de iba y el que se quedaba era el individuo que cometió la irregularidad”. Dijo que el camino es “hablarles a las fuerzas sobre sus derechos y sobre lo que es la violencia institucional, para que no pasen esa barrera, para darles una formación en materia de derechos humanos”. Eso incluye “el uso de las armas de fuego, la intervención frente a una protesta social, porque de esa manera, si mañana viene un gobierno autoritario, puedan tener una buena referencia sobre los límites entre lo que está bien y lo que está mal”.
Opinó que desde la oposición “se quiere hacer creer que estamos en contra de las fuerzas de seguridad y lo que queremos es terminar con las prácticas que vienen desde la dictadura y la única manera de poner fin es con todos los poderes acompañando estas políticas”. Señaló “contradicciones entre los que denuncian casos de violencia institucional que han ocurrido durante la pandemia, pero luego salen a protestar porque condenan a Chocobar”. En ese sentido, sostuvo que “durante los gobiernos de Néstor y Cristina estuvimos con las familias afectadas por la violencia institucional y ahora vamos a seguir combatiendo todos los casos que se produzcan, porque lo hacemos cuando somos oposición y cuando somos gobierno”. Concluyó que “nadie se salva de los casos de violencia institucional, la diferencia están en cuál es la respuesta que se da ante esos casos. Nosotros acompañamos y apoyamos a los familiares, mientras que ellos los espiaban y los estigmatizaban”.