Un día antes del fallo, la defensa de Luis Chocobar logró la difusión por varios medios de comunicación de una versión “actuada” de los hechos que terminaron con la muerte de Juan Pablo Kukoc. Es una “versión libre” basada en el testimonio del policía, cuya finalidad es instalar una buena imagen --del hoy condenado-- ante sectores afines a la “mano dura”. Del video, nunca incorporado como prueba en la causa, participaron actores contratados, entre ellos el que personifica a Chocobar. La filmación fue realizada por una productora privada (25P Films) y financiada por Policías Bonaerenses Heridos y Agrupados (POBOHA). Es el grupo que promovió los amotinamientos contra el gobierno bonaerense para reclamar mejoras salariales y que exige, además, la absolución de Chocobar.

La difusión del video fue cuestionada por el Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de la Defensoría General de la Nación, cuyos abogados representaron en el debate a Ivone Kukoc, la madre del joven asesinado el 8 de diciembre de 2017.

En primer lugar, se recordó que el debate estuvo a cargo del Tribunal Oral de Menores 2, porque también fue juzgado y condenado el chico que participó del robo y el ataque al turista Frank Wolek. Por esa razón, la audiencia tuvo “carácter reservado” y los jueces solicitaron a las partes “no divulgar filmaciones” relacionadas con el debate, en cumplimiento de las normas vigentes en materia de derecho penal juvenil.

La Defensoría señaló que lo más grave es que “el video no integra las pruebas que forman parte de la causa” porque se trata de una “producción unilateral” realizada por fuera de la investigación judicial, sin control de la Fiscalía, la querella y tampoco del Tribunal Oral.

Además, se dejó constancia de que “el video contradice las pruebas incorporadas a la causa y las inferencias razonables que de ellas es posible extraer”. En este punto se ratifica que “el video que circula no condice con las pruebas que sí forman parte de la causa, que sí pudieron ser controladas por todas las partes, incluida, por supuesto, la propia defensa” de Chocobar. El video distorsiona “los registros fílmicos, los hallazgos balísticos, el informe de autopsia de la víctima, la declaración en el juicio de los expertos del Cuerpo Médico Forense, entre muchas otras” cuestiones.

El video comienza cuando los actores que representan a Kukoc y al menor de edad que lo acompañaba atacan y le roban la cámara al turista. El actor que representa a Chocobar ve la escena (hay dudas porque el policía habría llegado minutos después) y en ese momento grita por primera vez “alto policía”. La segunda vez es cuando dos vecinos, en una moto, alcanzan al Kukoc de la ficción, lo golpean y le quitan la cámara. En la filmación de la defensa se observa la facilidad con la que los vecinos “reducen” al joven, que casi no ofrece resistencia, como se dice en la jerga policial. El supuesto Kukoc escapa y empieza la persecución del actor que hace de Chocobar.

En la filmación el policía hace siete disparos, tres de ellos al aire. De ese modo se ajusta al dato cierto de las siete vainas halladas efectivamente en la escena del hecho. En sus primeras declaraciones, sin embargo, Chocobar sólo admitió que hizo cuatro disparos. Ajustó el número en su última indagatoria, en el juicio oral.

Lo que se dice en la causa es que fueron “al menos” siete disparos. Cuando a Chocobar le secuestraron el arma reglamentaria se comprobó que sólo había siete balas de las 17 que lleva en el cargador y la recámara. Las compañeras del policía que declararon en el juicio dijeron que siempre llevan el cargador completo (16 balas), más un proyectil listo en la recámara, por si se produce alguna situación de emergencia.

Por esa razón, no puede descartarse que haya disparado diez veces, aunque siete o diez son muchos balazos para detener a un joven que corría, dándole la espalda y con la única “amenaza” de un cuchillo de mesa. En el video “armado” por la defensa, Chocobar y su perseguido se miran de frente por un segundo, algo que nunca ocurrió en la realidad.

En ese supuesto “giro” de la víctima fue cuando el policía dice que tuvo miedo por su vida y por eso disparó su arma. A la escena del video armado le falta el toque dramático, porque no convence a nadie sobre el supuesto “peligro” del policía.

Después se ve al actor que hace de Kukoc correr varios metros con el fémur destrozado, algo que los peritos oficiales consideraron imposible. En la causa, Chocobar dice que sólo hizo disparos al aire, al comienzo de la persecución, y hacia el piso al llegar a la esquina de Suárez e Irala, donde se produjeron los dos impactos por la espalda que tenía Kukoc y que le provocaron la muerte.

En la pared de la casa de Suárez e Irala se comprobó que había dos impactos muy por encima del suelo, uno a un metro de altura y el otro a 2,4 metros. Además, el plomo que fracturó el fémur de la víctima tenía la achatadura propia de un balazo que ingresa en forma directa y no por “rebote”.