Después de tres días desaparecidas, la joven argentina y nacionalizada española María Jimena Rico Montero, de 28 años, y su novia egipcia, Shaza Ismail, de 22, aparecieron detenidas en un centro de deportación en Estambul, Turquía, a donde llegaron luego de escapar de Dubai porque la familia de esta última las denunció por lesbianas, en un país en el que la homosexualidad es castigada hasta con pena de muerte.
Ayer, Rico se puso en contacto con su familia para avisarles que estaba detenida en la capital turca, y que no se había comunicado antes porque le quitaron todas sus pertenencias y la dejaron incomunicada.
Su hermana, María del Valle Rico, quien vive en Málaga, explicó que “el cónsul general argentino en Estambul, Martín Laffarguete, se está moviendo mucho allí para ayudar a Jimena, pero no sé si esto será suficiente para ayudar a su pareja”, y advirtió que “estamos muy preocupadas porque mi hermana, que es una buena persona, no va abandonar a su pareja allí, no se va a ir sin ella y dejarla allí, por eso pido que se las ayude a las dos”, aseguró, antes de reclamar que intervenga el presidente Mauricio Macri.
El largo derrotero de las mujeres comenzó en Londres, donde se conocieron el año pasado y comenzaron una relación. El primer contacto entre ellas ocurrió durante un viaje de vacaciones de la joven egipcia a la capital inglesa, donde Rico vive desde hace cuatro años. Este año, Ismail se instaló con una visa de estudios en Londres y, desde ahí, les contó a sus padres que era lesbiana y mantenía una relación. Los padres le dijeron que la aceptaban. Al tiempo, le avisaron que su madre estaba muriendo y le pidieron que la fuera a ver.
Las mujeres partieron hacia Dubai, donde vive la familia de la joven egipcia. Pero resultó un engaño: en un mensaje de audio que Rico le envió a un amigo, relató la situación que encontraron al llegar: “Le hicieron un video falso de que la madre se estaba muriendo. Hemos llegado y era todo mentira, nos han encerrado en la casa. Literalmente la quieren matar, están hablando con las leyes de aquí y la quieren matar”.
En el mismo audio, con la voz entrecortada, Rico aseguró que como es europea las leyes la protegen y no le pueden hacer nada. Por ese motivo, los padres de su novia le habían sacado un pasaje de avión para que se volviera a Londres. En la grabación, la joven confirmó que no estaba dispuesta a dejar a su novia en Dubai y que por eso habían preparado una fuga.
“Cuando me llevan al aeropuerto, ella (Ismail) se va a bajar conmigo, va pedir ir a la baño y se va a escapar. Una amiga va a estar esperándola para ayudarla. No tiene pasaporte para salir, pero mi amiga la va a llevar a todas las embajadas para tratar de sacarla del país por derechos humanos, por racismo o por locos. No voy a dar marcha atrás, les pido que cuando no escuchen de mí en tres o cuatro días me saquen de aquí. Llamen a la embajada española o junten firmas, pero sáquenme de aquí. No puedo dejarla, no sólo por el amor por ella sino que lo haría por cualquier persona”, dijo Rico.
La joven, que quiso dejar constancia de lo que iba a hacer por si algo le pasaba, también aseguró que en Dubai estaban bajo la ley del padre, “aquí él es su dueño” y la “quieren matar por haberse ido de la casa y escapado con una mujer”.
La hermana de Rico contó que tras fugarse del aeropuerto la pareja se dirigió a Georgia, donde tenían unos amigos.
Sin embargo, la persecución paterna continuó hasta el aeropuerto de Tiflis, la capital georgiana, adonde llegó el padre de Ismail, junto con otros familiares, cuando la pareja esperaba para tomar un vuelo a Londres. La confrontación terminó en un altercado en el que intervino la policía local.
En otro audio, Rico, quien hasta ese momento mantenía algunas comunicaciones con amigos y familiares, explicó que “el padre se ha presentado aquí con toda la familia y una abogada, una jueza, y se la quisieron llevar por la fuerza. Estoy detenida por la policía de Georgia. Ella está conmigo pero no sé qué voy a hacer. La familia está loca, nos van a matar, no sé lo que voy a hacer”. Como resultado de la furia paterna, las mujeres quedaron sin documentación, que fue destruida por el padre de Ismail.
Cuando recuperaron la libertad, tras ser demoradas unas horas, Rico e Ismail continuaron su huida hacia Estambul, para intentar desde allí regresar a Londres. Al llegar a la frontera turca tomaron un ómnibus hasta la ciudad de Samsun, donde fueron detenidas durante 12 horas. Desde ahí, el domingo pasado, Rico mantuvo un último contacto con su madre en el que le avisó que si el lunes al mediodía –hora en que debían llegar en micro a Estambul– no la llamaba, la buscaran por todos lados porque algo les había pasado.
El lunes, cuando la pareja llegó a la capital turca fue detenida por falta de documentación y conducida el centro de deportación cercano a la terminal, y su rastro se perdió hasta ayer, cuando Rico pudo volver a contactarse.
“Es como en las películas, no las dejaron hacer ni una llamada por teléfono en el momento de la detención, ni siquiera les pusieron un intérprete, nada”, contó la hermana de Rico, quien ayer le rogó “al presidente Macri que nos ayude e interceda ante el gobierno turco para que liberen a mi hermana y a su pareja”.