River venció anoche por 2-1 a Emelec, en un partido jugado en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, y lidera el Grupo 3 de la Copa Libertadores, con nueve puntos en tres presentaciones, a tres de su escolta –el DIM colombiano–, que ya jugó cuatro encuentros.
El gol de Preciado en el amanecer del cotejo –apenas iba un minuto y el ecuatoriano le ganó por primera vez a Moreira, en una pulseada que duró toda la noche– dibujó el escenario menos deseado por los dirigidos por Gallardo, pues los obligó a adelantarse en busca del empate, abriendo espacios en defensa para que hombres del ataque local explotaran su mejor virtud: la velocidad. Sin embargo, bastó que Maidana y Martínez Quarta ganaran un par de anticipos y que los volantes protagonizaran buenas combinaciones en la mitad del campo para que la visita tomara el control del trámite y de a poco empezara a preocupar a Dreer.
Una falta sobre Driussi al borde del área grande le permitió al Pity Martínez ejecutar un tiro libre de izquierda a derecha que el arquero local sacó al corner cuando se le metía en el palo derecho. Pero River no tenía profundidad y en la misma medida en que no conseguía desequilibrar aumentaba la confianza del local, que busca insistentemente por la banda izquierda, aquella donde Preciado desnudaba otra vez la doble cara de Moreira: flojo en defensa, importante a la hora de atacar. Tan relevante es el paraguayo en el juego ofensivo de River que él fue el autor del 1-1, que definió con un derechazo en el segundo palo, después de que Maidana bajara de cabeza un centro de Fernández desde la izquierda.
El complemento tuvo otro ritmo, mucho más lento, con jugadores que se mostraron afectados por el clima caluroso y con una humedad del ciento por ciento. River prevalecía con su planteo posicional, aunque carecía de la movilidad y rotación que siempre le permiten fabricar huecos en la línea defensiva rival. Ese hueco apareció en el minuto 59, cuando Pity Martínez habilitó la corrida de Alario. El goleador encaró al área, pero llegó extenuado y no pudo cruzar el remate al segundo palo, lo que facilitó la tapa de Dreer. Minutos después –a los 67– se lo perdió Casco, que apareció sólo en el área, se sacó de encima a su marcador y definió desviado.
Reaccionó Emelec y transformó en salvador a Batalla. El arquero argentino tuvo en cinco minutos dos atajadas que valieron como goles. Primero se lo tapó a Vides, luego a Preciado, ambas con las piernas. Y cuando zafó del asedio, River produjo la acción que le valió la victoria y que cristalizó Alario, después de que Mora no diera por perdida una pelota con destino de corner que cualquier jugador deja correr, pero que el uruguayo peleó y transformó en asistencia para que el goleador pusiera el 2-1 y prolongara el invicto de l equipo de gallardo en esta Copa Libertadores.