"Siguen haciendo parecer como si mi hermano se hubiera suicidado y no es así. Queremos que se vea que ellos lo asesinaron a mi hermano", afirmó ayer Gabriel Barrios, el hermano mayor de Estéfano Alexis Barrios, el joven que la mañana del 26 de abril murió con una herida cortante en el cuello cuando estaba en medio de una persecución policial, en Salvador Mazza, pueblo que linda con la frontera internacional con Bolivia.
Gabriel Barrios dijo que en desacuerdo con la calificación de la imputación fiscal a los policías, conocida este fin de semana. Señaló que hay videos en los que se ve el ataque.
El oficial subayudante Gabriel Alejandro Pereira y el sargento ayudante Ariel Miranda fueron imputados "provisionalmente" por homicidio culposo por la muerte de Estéfano Barrios. Los dos acusados se abstuvieron de declarar y quedaron detenidos, como pidió el fiscal Gonzalo Ariel Vega.
Hay dos denuncias contra los efectivos, de la madre y el hermano mayor de Barrios. Sostienen que los policías lo asesinaron. En ese sentido, su abogado patrocinante, Héctor Salomón, adelantó que trabajará para llevar la imputación a un homicidio agravado.
El lunes 26 de abril, cerca de las 5.15, Estéfano Barrios caminaba por la avenida 9 de Julio a la altura de la plaza del barrio Pueblo Nuevo en Salvador Mazza, pueblo ubicado en la frontera con Bolivia. Pereira y Miranda, que conducía el móvil policial 2063, lo persiguieron, a pesar de que el joven no había cometido ningún delito, según aclaró el Ministerio Público Fiscal de Salta.
Para el fiscal, Barrios se asustó cuando Pereira bajó del móvil policial y se acercó. El joven corrió "en sentido sur a norte por avenida 9 de Julio, seguido por Pereira, también a pie". Al llegar a la calle Joaquín Castellanos, Pereira subió al auto y siguieron la persecución por dos cuadras hasta alcanzarlo en la calle Sarmiento, frente al puesto del Escuadrón 61 de Gendarmería Nacional, donde el chofer cruzó el vehículo. Pereira bajó rápidamente, alcanzó a Barrios y lo hizo caer al suelo, mientras el joven gritaba pidiendo ayuda.
La Fiscalía afirmó que "atento al temor experimentado por la persecución", en esa circunstancia Barros "se produjo una herida cortante en el cuello con el filo de una botella rota". La familia del joven descree de este relato. Y un perito de parte sostiene que Barrios no se autolesionó, sino que los policías lo mataron.
El fiscal Vega detalló que Pereira "le colocó al joven herido las esposas, aun cuando ya no representaba peligro alguno, mientras que Miranda se dirigió al móvil policial a buscar una franela para taparle la herida y pedir una ambulancia". Y añadió que en la investigación "Surgió que al llegar la ambulancia, el personal policial se encontraba en un principio parado al costado de la víctima, pero cuando llegó el enfermero, los acusados actuaron de forma nerviosa".
El enfermero constató que Barrios todavía estaba con vida, pero falleció en camino al hospital.
La familia de Barrios y su abogado, aclararon a Salta/12 que su perito de parte, Daniel Escribas, solo participó de la autopsia pero no de la junta médica. Escribas elaboró un informe y manifestó desacuerdo con lo que manifestaba el Cuerpo de Investigaciones Fiscales en la autopsia. Gendarmería Nacional aportó videos de cámaras de seguridad, también declararon dos gendarmes que escucharon a Barrios pidiendo auxilio.
"Llegó esposado al hospital", ya muerto
Barrios y su abogado aseguraron que los mismos policías ya habían identificado más temprano a Estéfano. Después el joven fue a buscar un taxi, "no quería caminar, fue hasta una parada, había uno taxi solo disponible pero no estaba haciendo servicio local", indicó el hermano. El abogado añadió que hay testigos de que pidió un taxi pero el único que había estaba ocupado.
Luego Estéfano volvió a cruzar a los policías en la plaza, lo que puede verse en videos de cámaras de seguridad, dijeron su hermano y el abogado. Además, un gendarme declaró que lo vio bien y no tenía ninguna botella en la mano, lo que contradeciría la versión de los policías de que él mismo se autolesionó con esa botella.
"Los policías lo cruzan por la plaza y empiezan a hostigarlo. Se ve en una cinta que él ya se alejaba. Pereira se baja con algo en la mano. Se ve que mi hermano no se quiere acercar por eso. Ellos dijeron que iba zigzagueando y no fue así. También dijeron que había muchos vehículos y no fue así. Ellos decían que él tenía las manos en los bolsillos pero se ve que llevaba las dos manos afuera", explicó Gabriel Barrios. En la plaza, los policías "estaban como a una cuadra y media de él. Cuando no quedaba nadie en la calle ellos lo siguen, se meten a contramano para perseguirlo", añadió.
Mientras que Pereira declaró que persiguieron a Estéfano en el móvil, el hermano dijo que "en la cámara se ve que lo persiguió como 300 metros a pie. El otro policía también dije que Pereira lo corrió a pie". "Cuando lo interceptan en la intersección de calles Joaquín Castellanos y Sarmiento, ahí lo matan a mi hermano", aseguró.
"Un gendarme declaró que lo vio pasando a mi hermano y a Pereira que se bajó a seguirlo. Dijo que mi hermano iba gritando de forma desesperada pidiendo ayuda. Después no pudo ver más porque estaba oscuro. Miranda le tapa toda la escena, cruzando el móvil policial. El gendarme dijo que le pareció raro que le cruzaran el móvil de esa manera, y que mi hermano pedía auxilio y que escuchó que se cayó. Le parecio rarísimo la forma en que lo hicieron callar. Observó desde el núcleo de Gendarmería que no lo subían al móvil y a los 10 o 15 minutos vio pasar la ambulancia", contó Gabriel Barrios.
Otro gendarme declaró que bajando por la avenida en moto cruzó a Estéfano y no tenía una botella. El gendarme "Cruzó a la policía que estaba estacionada con balizas, a media calle, donde hay una una farmacia. La camioneta de la policía, después de que pasa él, va en contramano y lo sigue a mi hermano". El mismo gendarme "dijo que lo escuchó a mi hermano gritar y pedir auxilio", detalló Gabriel.
Salomón presenció la autopsia junto al médico perito de parte Daniel Escribas. La autopsia estuvo a cargo de profesionales del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, la perita y jefa del CIF de Orán Marta Gómez y por el médico forense Daniel Chirife.
El abogado contó que cuando abrieron la doble bolsa donde estaba el cuerpo, vieron que tenía dos bolsas de papel en las manos muy atadas. Chirife le dijo que las marcas que tenía en las muñecas eran por estas ataduras y no porque hubiera sido esposado. Sin embargo, el letrado sostuvo que con testimonios del enfermero que asistió al joven en la escena, del personal del hospital y otros testigos que lo vieron cuando llegó al nosocomio, lograron probar que sí fue esposado. El enfermero además declaró que cuando llegó al lugar donde fue herido de muerte, el joven no estaba siendo asistido por los policías. Estéfano "llegó esposado al hospital, estaba ya sin vida, se las quitaron por pedido del médico Argañaraz", relató el abogado.
"Chirife ha intentado sostener la versión de los policías, decía que no había lugar a dudas de que había una autolesión", sostuvo Salomón. El abogado detalló que la herida de Estéfano en el cuello empieza "en el lóbulo de una oreja, tiene 17 centímetros de largo, y 3 centímetros de profundidad". También dijo que preguntó al perito del CIF si esa herida se podía hacer con vidrio de botella o arma blanca, pero no le supo precisar, y le manifestó que era una "herida irregular". No se encontraron restos de vidrio en el cuello.
El abogado señaló asimismo que cuando Miranda pidió a una oficial en la base que llamara una ambulancia le informó que Estéfano tenía una herida de arma blanca. Esta versión se contradice con la de Pereira, quien dijo que el joven "venía corriendo y se cayó de espaldas, que se autoflageló con una botella de vidrio en el cuello y que él se la saca". "Pereira sostiene que (Estéfano) se hacía todo esto con la mano derecha. Mientras que Chirife sostuvo que lo tendría que haber hecho con la mano izquierda. No hay coincidencia", advirtió Salomón.
"Siempre ha sido la intención de la policía, tratar de dejarle una situación de consumo a la víctima y nada que ver", añadió el abogado. Añadió que Estéfano tenía proyectos como vivir con su pareja en una casa que estaban por alquilar y no había intentado suicidarse antes. "No ha sido una muerte provocada por Estéfano sino que lo han matado", sostuvo. "Es un homicidio agravado porque si a una persona que se está muriendo encima le ponés esposas, y no lo dejás defenderse, pidió auxilio y siguió hasta que se calló", sostuvo.