Desde este martes, Canal Encuentro presenta No ficción VI, el ciclo de cine documental argentino que incluye una nueva selección de dieciséis largometrajes contemporáneos de carácter federal, que estará en pantalla de lunes a viernes a las 23 horas hasta el martes 22 de junio. Se trata de la sexta parte de una selección que se suma a los documentales ya estrenados en la pantalla de la señal educativa y cultural pública y que tiene su continuidad en 2021. La repetición de todas las películas será a partir del miércoles 23 de junio y se extenderá hasta el miércoles 14 de julio.
El ciclo, que se incorporó en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la Covid-19, reúne largometrajes que han tenido un extenso recorrido internacional en festivales de cine y en pantallas de diferentes regiones del mundo. Los/las documentalistas narran y representan universos y, a su vez, el ciclo dialoga de manera territorial con la región latinoamericana y con el resto del mundo. No ficción pone de manifiesto el capital simbólico mediante la representación de experiencias, testimonios, historias, oficios, personalidades, diversidades, arte, filosofía, política y naturaleza.
Entre los títulos que se presentarán en esta oportunidad, figura Margarita no es una flor, de Cecilia Fiel. Uno de los hechos más horrorosos que los represores realizaron en el interior del país durante la dictadura cívico-militar fue lo que se conoce históricamente como la Masacre de Margarita Belén. En la madrugada del 13 de diciembre de 1976, fuerzas del Ejército fusilaron a 22 militantes peronistas en el pueblo chaqueño bautizado con ese nombre y varios de los cuerpos fueron enterrados clandestinamente en el cementerio de Resistencia, aunque de otros todavía se desconoce el destino preciso. Como solían enmascarar sus atrocidades, los genocidas no tardaron en presentar la masacre como un enfrentamiento entre militares y guerrilleros. Con el tiempo, ya en democracia, hubo un juicio: en mayo de 2011, ocho represores que participaron de la masacre fueron condenados a cadena perpetua. Esta es la historia que cuenta Fiel en su documental.
Alicia Reynoso nació en Larroque, Entre Ríos. Ingresó a la Fuerza Aérea en 1980, y en 1982 fue convocada para participar en el Conflicto del Atlántico Sur, formando parte del equipo que integró el Hospital Reubicable instalado en Comodoro Rivadavia, realizando tareas de atención y evacuaciones aéreas junto al resto de sus compañeras. En 1986, abandonó la carrera militar. Stella Maris Morales nació en Villa María, Córdoba, donde se formó profesionalmente como enfermera. Ingresó a la Fuerza Aérea en 1981 y en 1982 también fue convocada, como Reynoso. Ana Masitto nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires y realizó sus estudios de Enfermería en la Facultad de Lomas de Zamora. En 1980 ingresó a la Fuerza Aérea como profesional de la Salud, escalafón Sanidad, desempeñándose en el área de Unidad Coronaria. Al igual que sus otras compañeras, en 1982 formó parte del mismo equipo que Reynoso y Morales. Finalizó su carrera militar con el grado de Suboficial Mayor, pasando a retiro en el año 2016. Estas tres mujeres fueron parte de un grupo de catorce enfermeras que asistieron a los heridos en Malvinas. El director Federico Strifezzo convocó a las tres -que siguen siendo amigas- y todos viajaron a Comodoro Rivadavia, donde Strifezzo filmó Nosotras también estuvimos, que forma parte de No ficción VI.
4 lonkos, de Sebastian Diaz, es un documental que narra la vida, muerte y profanación de los restos mortales de tres grandes caciques de la pampa y Patagonia, Mariano Rosas, Cipriano Catriel y Juan Calfucurá, quienes luego de la sangrienta y autodenominada Campaña del Desierto de Julio Argentino Roca, fueron profanados y exhibidos en los museos antropológicos argentinos. El film también se detiene en un cuarto lonko o cacique: el irreductible Vicente Pincén, quien una vez detenido por el Coronel Villegas, sólo pudo ser capturado en cuatro famosas placas fotográficas.
Fausto es un joven de 24 años con autismo, pero eso no le impide tener una vida plena. A los dos años, le habían diagnosticado sordera, pero su madre no se quedó conforme con esa indicación y caminó y caminó. De chico fue a una escuela primaria y, a la vez, tenía actividades artísticas en otra institución educativa. Luego llegó el turno de la secundaria: pudo cursar en una escuela técnica, el Albert Thomas de La Plata, donde los profesionales que trabajan con él realizaron talleres de integración con sus compañeros. Incluso pudo irse de viaje de egresados a Córdoba. Hasta que se convirtió en el primer joven autista de Latinoamérica en ser estudiante universitario. Primero cursó Informática en la Universidad de La Plata y luego decidió cambiar de carrera: actualmente estudia Diseño Multimedial. Fausto es también un genio de la computación. Y no sólo no es sordo sino que es un músico con oído absoluto que toca el piano y, además, estudia en el Conservatorio de La Plata. El periodista y realizador Juan Manuel Repetto conoció la historia de Fausto en 2012, a través de uno de sus acompañantes terapéuticos, Ezequiel Santillán, y producto de eso realizó el documental Fausto también.
Canción perdida en la nieve, de Francisco D' Eufemia, se remonta a comienzos de los años '50, en que un grupo de hombres y mujeres provenientes de distintos rincones de Europa se reunieron casualmente en Bariloche y comenzaron, casi sin saberlo, un movimiento cinematográfico único: el Cine de Montaña Argentino. En tan solo cinco años, realizaron varios cortometrajes documentales y un largometraje de ficción llamado Canción de la nieve. El grupo se formó alrededor del esquiador, actor y camarógrafo austriaco-alemán Gustav “Guzzi” Lantschner, que poseía amplios conocimientos cinematográficos, que había adquirido trabajando junto a Leni Riefenstahl. La empresa no tuvo el éxito esperado y rápidamente la producción de films se vio interrumpida. Lantschner y su socio Matzi regresaron a sus países de origen, dando por finalizada la producción. Menospreciados por el fracaso comercial de Canción de la nieve y por el paso del tiempo, el resto de los films fueron quedando en el olvido, a pesar de su impresionante calidad técnica y las asombrosas acciones que retrataban, protagonizadas por los andinistas Dinko Bertoncelj, Pertile, Lantschner y muchos otros. Estrenada en el Bafici 2015, Canción perdida en la nieve cuenta la historia de estos hombres, mientras intenta recuperar las distintas obras realizadas, para revalorizarlas y rescatarlas del olvido en el que se encuentran sumidas.
La programación completa de la primera emisión del ciclo es la siguiente:
Martes 1: El espanto, de Martín Benchimol y Pablo Aparo
Miércoles 2: 4 lonkos, de Sebastián Díaz
Jueves 3: El credo, de Alan Sasiain
Viernes 4: Catálogo. Personas narradas x escritores, de Diego Bliffeld y Javiera Pérez Salerno
Lunes 7: Contra Paraguay, de Federico Sosa
Martes 8: Nosotras también estuvimos, de Federico Strifrezzo
Miércoles 9: Melo, Iberlucea, Lamadrid de Juan Manuel Bugarín
Jueves 10: Fausto también, de Juan Manuel Repetto
Viernes 11: Margarita no es una flor, de Cecilia Fiel
Lunes 14: Zoco de la buri buri, la ciudad inventada, de Lorena Jozami
Martes 15: El fin del Potemkin, de Misael Bustos
Miércoles 16: Canción perdida en la nieve, de Francisco D’ Eufemia
Jueves 17: Mujer salvaje, de Nadia Martínez
Viernes 18: Memoria fotográfica, de Pablo Pintor
Lunes 21: El puto inolvidable, de Lucas Santa Ana
Martes 22: E il cibo va, de Mercedes Córdova
La repetición de todas las películas será a partir del miércoles 23 de junio y se extenderá hasta el miércoles 14 de julio.