El robot Curiosity de la NASA, que se encuentra en una misión científica en Marte, logró fotografiar una serie de coloridas y poco comunes nubes iridiscentes en el planeta rojo. Estas imágenes son claves para la comunidad científica a la hora de comprender el proceso de formación de las nubes marcianas.
Debido a que Marte posee una atmósfera delgada y seca, sus nubes tienden a aparecer en los cielos sobre el ecuador marciano cuando el planeta está frío y está más alejado del sol en su órbita de forma ovalada, lo cual ocurre cada dos años terrestres.
Sin embargo, el rover Curiosity logró detectar una serie de nubes que llegaron antes y se formaron más arriba de lo esperado en la atmósfera hace un año y medio terrestre aproximadamente.
Ante esta situación, el equipo de científicos que dirige el Curiosity desde la Tierra envió instrucciones al rover para que buscara las primeras nubes a fines de enero. Gracias a esta maniobra, el Curiosity captó el 19 de marzo las tenues nubes que están llenas de cristales de hielo, los cuales parecen brillar porque dispersan la luz solar.
Si bien se sabe que estas nubes que llegaron antes de lo esperado se forman a una altitud más alta y más fría, por lo que están esencialmente hechas de hielo seco (dióxido de carbono congelado), todavía se desconocen las causas que generan este fenómeno.
“Si ves una nube con un conjunto de colores pastel relucientes, es porque las partículas de la nube son casi idénticas en tamaño. Eso suele suceder justo después de que las nubes se han formado y han crecido todas al mismo ritmo”, indicó Mark Lemmon, científico atmosférico del Instituto de Ciencias Espaciales en Boulder, Colorado.
“Siempre me maravillo de los colores que aparecen: rojos, verdes, azules y púrpuras. Es realmente genial ver algo brillando con mucho color en Marte”, concluyó Lemmon.