El presidente Alberto Fernández encabezó la habilitación de 39,7 kilómetros de la Autopista Ruta Nacional 7 tramo Chacabuco – Junín, en la provincia de Buenos Aires, incluidos 19,7 que fueron inaugurados en octubre de 2019, pero debieron ser cerrados cuatro meses después al no estar en condiciones por falta de obras para la correcta circulación diaria de unos 6400 vehículos, que desde ahora tendrán mayor seguridad vial y ahorrarán tiempos de viaje. “Inauguramos la misma obra, varios años después y con pandemia en el medio. La obra pública para nosotros es facilitar la labor de quien produce. Esta es una ruta bioceánica porque nos une con Chile. Nosotros tenemos con el gobierno de la provincia de Buenos Aires la misma sintonía. Cuando hacemos estas obras no preguntamos quién gobierna. La obra pública es conectar la Argentina y acercar a los pueblos", dijo Fernández en su discurso.
El Jefe del Estado estuvo acompañado por el gobernador Axel Kicillof; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el administrador general de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta, los intendentes de los municipios que recorre la traza y otras autoridades.
Las obras reactivadas y finalizadas permitirán brindar una mayor seguridad vial y así mitigar la probabilidad de siniestros, mejorar la circulación vehicular, agilizar los tiempos de viaje y fortalecer la integración productiva de las regiones.
“La obra publica para nosotros es facilitar la labor de quien produce. Esta es una ruta bioceánica porque nos une con Chile. Nosotros tenemos con el gobierno de la provincia de Buenos Aires la misma sintonía. Cuando hacemos estas obras no preguntamos quién gobierna”, dijo Fernández.
“Detrás de la obra pública hay un fuerte motorizador de la economía”, consideró el Presidente y agradeció a los trabajadores que se desempeñaron en la construcción. Expresó su deseo de que “se multipliquen en la continuidad de esta obra y en todo el país, porque son hombres y mujeres que necesitan volver a poner su fuerza motora para que la Argentina se reactive”.
En el inicio del acto, el Presidente expresó que el tramo concluido “une dos ciudades que yo quiero mucho: una es Chacabuco y la otra es Junín, la ciudad de Mario Meoni, alguien a quien todos quisimos enormemente y que encontró en este lugar el fin de sus días”.
Por su parte, Kicillof señaló que “hacía mucho tiempo que no había una conexión tan fuerte entre el Gobierno nacional y el provincial con los trabajos que se hacen en cada intendencia”.
Fernández sostuvo: “Lo único que nos preocupa es mejorarles la vida a quienes viven en Chacabuco y a quienes viven en Junín. El miércoles, con Jorge Ferraresi, entregamos la casa número 10 mil. Eso es poner en marcha la economía. Más viviendas, más trabajo, mejor vida para los Argentinos".
El tramo total habilitado se extiende del kilómetro 219 al 258,7, en cuyos trabajos el Gobierno nacional invirtió 2.242 millones de pesos, y generaron 160 puestos de trabajo. La transformación de la RN 7 en autopista es parte del Corredor Bioceánico que finaliza en el Paso Fronterizo Cristo Redentor, une Mendoza con la región chilena de Valparaíso y es un reclamo histórico de los vecinos del noroeste bonaerense.
Desde el inicio de la obra, en septiembre de 2015, hasta diciembre de 2019, en cuatro años y tres meses de ejecución, sólo se completó el 57 por ciento de la misma. Durante la actual gestión, en menos de la mitad de ese tiempo, unos 18 meses, se terminó el resto de la obra de autopista, se completaron los trabajos en el tramo inaugurado, se construyeron los distribuidores de O'Higgins y Membrillar, y el puente sobre el Río Salado. La RN 7 recorre el noroeste bonaerense, pasando por las localidades de Luján, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Chacabuco y Junín. Es una de las 10 obras viales de mayor relevancia que el Gobierno nacional financia y ejecuta en las principales rutas provinciales.