Los sindicatos porteños UTE, Ademys, Camyp y Sadop continúan con su plan de lucha en rechazo a las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, este jueves con una caravana en homenaje a los docentes fallecidos por coronavirus. Poco antes de que iniciaran la protesta, se conoció la noticia de que un nuevo docente había perdido la vida. Se trata de Mario Sandoval, un maestro en Villa Soldati que permanecía internado hacía 20 días. Se había contagiado haciendo una suplencia.
“Soledad Acuña niega que las muertes tengan vinculación con las clases presenciales. Mario estaba trabajando en la escuela 6 de Soldati hasta que se contagió”, señaló Jorge Adaro, titular de Ademys.
Por su parte Angélica Graciano, la titular de UTE, planteó que la exigencia es que "el gobierno porteño pase la educación a la modalidad virtual hasta que garantice la vida y la salud de docentes, no docentes, estudiantes y familias".
Desde el 17 de febrero, día en que CABA retomó las clases presenciales, anticipándose dos semanas a la mayoría de los distritos, murieron por covid veintidós trabajadores de la educación.
Varios referentes sindicales recordaron que el distrito "tiene el mayor número de fallecidos por covid-19 por millón de habitantes", a pesar de lo que “mantuvo durante meses con cuentagotas la vacunación a los docentes”.
Desde febrero hasta mayo “sólo el 15 por ciento de los docentes estuvo vacunado”, señaló Adaro. “La vacunación ahora está acelerándose un poco, pero aún así llega a apenas el 30 por ciento de los trabajadores de la educación, según las declaraciones de la propia ( ministra de Educación porteña, Soledad) Acuña. Es decir que falta la mayor parte de la docencia, y estamos hablando no de la vacunación completa sino de la primera dosis”.
La caravana hizo su recorrido uniendo tres de las escuelas con trabajadores fallecidos. Salió del Liceo 5 de Flores, donde daba clases de matemáticas la profesora Fanny Flores. En el mismo liceo también se desempeñaba como auxiliar Graciela Ramos. A mediados de mayo, cuando ambas murieron por Covid, ninguno de los trabajadores del Liceo había sido vacunado.
El segundo punto fue la escuela 24 del barrio de Once, que perdió a Silvina Flores, su vicedirectora. La secretaria de primaria de UTE, Natalia Militi, pertenece a esa escuela. Contó que la vicedirectora, de 51 años, estaba yendo a trabajar. “Se hisopaba cada 10 o 15 días, cubría a los maestros cuando tenían que aislarse, también entregaba las canastas. Hacía todas las tareas que se hacen en una escuela”.
“Hoy en entre los docentes hay angustia, bronca y miedo, porque estar en las escuelas representa un gran peligro para la salud. La presencialidad no es segura, por eso seguimos exigiendo el pase a la modalidad virtual”.
Contó además que las burbujas se rompen constantemente por la aparición de nuevos casos. “Tienen clases un día y al siguiente ya hay casos sospechosos en algún alumno, o contactos cercanos por los que hay que volver a la virtualidad, los docentes tienen entonces que replanificar todo. Son momentos de mucha complejidad y de continua desorganización”.
La protesta finalizó en la escuela 11 de Mataderos, donde el 1 de mayo murió por Covid-19 la maestra de educación inicial de la Escuela Infantil 11 DE 20, Mónica Suárez, que estaba dispensada por problemas de salud pero se contagió de su hijo de 11 años que asistía a clases.
En respuesta a las críticas de los gremios, el gobierno porteño informó que ya está abierta la inscripción para la vacunación de los docentes de 18 a 45 años. Así lo confirmó el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel a través de las redes sociales. El funcionario está internado por una neumonía derivada de la covid. “Lo importante: los chicos están yendo a la escuela en CABA”, tuiteó desde el Hospital Italiano.