El represor Ricardo Pascual oyó desde su casa, donde cumple prisión preventiva domiciliaria, los delitos de lesa humanidad que se le endilgan por su participación necesaria en el secuestro y las torturas que sufieron Héctor Daniel Klosowski y María de la Mercedes Victoria Joloidovsky en el “Sheraton”, uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que estuvieron a cargo del Primer Cuerpo del Ejército. Allí, las víctimas estuvieron encerradas entre 1977 y 1978, años en los que Pascual era oficial de Personal del Grupo de Artillería 1 de Ciudadela (GA1), estamento del Ejército bajo cuya ala funcionó el Sheraton. Es el único acusado y se espera que hable, en el marco de su declaración indagatoria, en la próxima audiencia de este nuevo juicio por delitos de lesa humanidad, dentro de 15 días.
Se trata del segundo debate oral y público que se lleva a cabo por los hechos que tuvieron lugar en el Sheraton, centro clandestino de detención, tortura y exterminio que el GA1 instaló en la Subcomisaría de Villa Insuperable, en La Matanza. El Ministerio Público Fiscal está representado por la titular de la Procuraduría especializada en delitos contra la humanidad, María Ángeles Ramos, la querella estará a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Pascual fue oficial de Personal de esa unidad, cuya plana mayor integró entre febrero de 1978 y enero de 1979. Según el procesamiento del juez federal de Instrucción número 3, Daniel Rafecas, se dedicaba a la “evaluación, selección y designación de las personas que habrían de hacer frente a la realización de operativos ilegales, como al aseguramiento de los detenidos en el centro de detención, su custodia, tortura e interrogatorio, y el destino final de los mismos”.
Este martes por la tarde, el Tribunal Oral Federal número 1 de la Ciudad de Buenos Aires, integrado por los jueces Adrián Grünberg, José Antonio Michilini y Ricardo Basílico, lo comenzó a juzgar por el secuestro y las torturas que recibieron en el Sheraton Héctor Daniel Klosowski y María de la Mercedes Victoria Joloidovsky. Tal como informó el Ministeio Público Fiscal, Klosowski fue secuestrado el 2 de febrero de 1977 en la obra de construcción en la que trabajaba, en Ranelagh, provincia de Buenos Aires, y permaneció más de un año encerrado en el centro clandestino bajo análisis. Permanece desaparecido. Joloidovsky, en tanto, pasó poco más de un mes en los calabozos de Villa Insuperable antes de ser “blanqueada”. Antes, había estado más de 50 días secuestrada en Vesubio, donde fue torturada.
El testimonio de Joloidovsky fue fundamental para procesar y sentar en el banquillo de los acusados a Pascual: ella fue quien lo reconoció en el centro clandestino. Su declaración en instrucción será incorporada en esta ocasión por lectura.
En 2019, el Tribunal Oral Federal número 1 de Retiro condenaron a tres ex oficiales de la Plana Mayor del GA1, dedicados a las áreas de Inteligencia y Operaciones, y a dos ex policías por los secuestros y las torturas aplicadas contra 18 personas en el Sheraton. Una decena de ellas permanece desaparecida. Los condenados fueron José María Mainetti, Roberto Godoy, Luis Cunha Ferré, Leopoldo Baume y Juan Alfredo Battafarano. Los procesamientos que Rafecas llevó a cabo durante el transcurso de aquel debate --que demoró casi dos años-- en el que Pascual fue puesto en la mira competó la estructura de máxima jerarquía de aquella unidad del Ejército ya que además de ubicar a quien seleccionaba Personal, involucró en los delitos de aquel centro clandestino durante los años de la última dictadura al entonces oficial de Logística Alejandro Salice y a su par de Finanzas, Roberto Sifón.
Sobre Salice, el procesamiento indicó que era quien aportaba elementos materiales para que los operativos de terrorismo de Estado pudieran ser llevados a cabo. Sifón, en tanto, completaba con recursos económicos para el mismo fin. Las defensas, aquella vez, apelaron la decisión de Rafecas ante la Cámara Federal de Apelaciones porteña, quien dictó la falta de mérito para los últimos dos ex oficiales y ordenó al Juzgado Federal número 3 aportar más pruebas. La Cámara de Casación, en tanto, opinó distinto y apoyó los tres procesamientos. A pesar de que la oportunidad de que los tres sean juzgados en un mismo juicio, llegará en breve el debate contra Sifón y Salice.