El fiscal Juan Manuel Pettigiani, que actúa ante la Cámara Federal de Mar del Plata, se plegó a la estrategia de Marcelo Sebastián D’Alessio para intentar voltear la causa de espionaje que tramita en los tribunales de Dolores. Pidió que se declare nula la apertura del teléfono del falso abogado --hecha en febrero de 2019-- porque entiende que D’Alessio fue colocado en un estado de indefensión. Hace unos meses, Pettigiani también había reclamado el sobreseimiento de su colega de Comodoro Py Carlos Stornelli.
Casi como en una cruzada personal, Pettigiani se sumó al planteo que hizo meses atrás el abogado de D’Alessio, Claudio Fogar, para intentar anular una prueba fundamental para la causa que instruyó hasta febrero Alejo Ramos Padilla y actualmente está en manos del juez Martín Bava, que subroga en Dolores. El recurso fue presentado después de que Ramos Padilla dejara Dolores para asumir al frente del Juzgado Federal 1 de La Plata. Concretamente, la defensa afirma que D’Alessio --actualmente preso en Ezeiza-- fue forzado el 21 de febrero de 2019 a abrir su teléfono por Ramos Padilla cuando lo trasladaron a la sede de la Prefectura Naval y que se hizo pese a que no se encontraba presente su abogado.
Lo cierto es que quien estaba presente fue el perito de parte de D'Alessio y, aunque el juez Ramos Padilla había dispuesto que se recurriera a la mínima fuerza indispensable y menos lesiva si el falso abogado no entregaba sus claves, no hizo falta porque accedió a cooperar. Incluso antes, con tal de irse a prisión domiciliaria, D'Alessio había ofrecido mostrar intercambios con Stornelli o información sobre la estructura de la propia AFI, desconocida para febrero de 2019 --mucho antes de la minuciosa reconstrucción que hizo Ramos Padilla en Dolores o la de los fiscales Cecilia Incardona, Santiago Eyherabide y el juez Juan Pablo Augé en Lomas de Zamora--.
Pettigiani no ahorró críticas a Ramos Padilla y a su colega de Dolores, Juan Pablo Curi, para salir en defensa de D’Alessio, sobre todo porque tenía que justificar por qué el Ministerio Público cambiaba de opinión en la instancia ante la Cámara. “El exceso en el ejercicio de sus atribuciones se produce al saltar a la defensa y generar un clima de coerción sobre el imputado vulnerable (quebrado psicológicamente y con miedo de morir)”, escribió el fiscal ante la Cámara con una rara sensibilidad con el imputado, pese a ser el responsable de la acusación.
En octubre del año pasado, Pettigiani había concedido que D’Alessio y sus compinches eran una banda de extorsionadores pero sin conexiones con la estructura del Estado, contradiciendo toda la investigación de Ramos Padilla que mostró cómo funcionaba como una organización paraestatal con ramificaciones en la AFI, el Ministerio de Seguridad e incluso el Ministerio Público. Ya en el pasado había reclamado el sobreseimiento de Stornelli y sostenido que Dolores no era competente para llevar adelante esta investigación.
No es la primera vez que la defensa de D’Alessio intenta decir que lo habían coaccionado. De hecho, su abogado presentó un habeas corpus en Comodoro Py, que terminó rechazando el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi en junio de 2019. Para fines de marzo, Bava denegó el planteo de nulidad en duros términos y le marcó que llamaba la atención lo extemporánea de la presentación, formulada dos años después de la apertura de los teléfonos.
El fiscal Curi viene reclamando que empiece a elevar a juicio distintos tramos del D'Alessiogate, aunque Bava prefiere que se defina la situación de Stornelli --que está frenada en la Cámara Federal de Casación Penal--. En diciembre, la Cámara Federal de Mar del Plata confirmó el procesamiento del fiscal, aunque alivió mucho su situación. Mantuvo en pie únicamente las imputaciones por haberle pedido a D'Alessio que les hiciera una cámara oculta al abogado José Manuel Ubeira y una "cama" al exmarido de su actual pareja. Ahora, los jueces Guillermo Yacobucci, Eduardo Riggi y Javier Carbajo deberían definir su situación en la causa, al igual que la del periodista de Clarín Daniel Santoro.