A pocos días del inicio de la Copa América, Brasil registró este miércoles la segunda cifra más alta de casos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, con 95.601 nuevos contagios. Pese a este número alarmante, Bolsonaro dio una conferencia de prensa para defender su decisión de acoger al torneo internacional. Esta actitud le valió al presidente negacionista críticas y cacerolazos en su contra.
Tal es así que esta noche, durante los minutos del anuncio presidencial, se registraron cacerolazoslas en regiones centrales y periféricas de San Pablo, ciudad poblada de Sudamérica, según mostraron los medios brasileños.
Lo mismo ocurrió en vastas regiones de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Porto Alegre, Salvador, Recife y otras capitales estaduales.
El cacerolazo contra la gestión de Bolsonaro ocurrió apenas cuatro días después de las manifestaciones masivas opositoras que reclamaron su renuncia y cuando Brasil registró más de 95.000 contagiados en un día, récord desde el 25 de marzo pasado, mientras ocurría el colapso hospitalario.
Durante la conferencia de prensa, el mandatario aseguró que "siguiendo el mismo protocolo de la Copa Libertadores, las Eliminatorias para el Mundial, aceptamos la realización, en Brasil, de la Copa América".
También habló sobre las vacunas e informó que el Ministerio de Salud entregó 100 millones de dosis a estados y municipios. "Todos los brasileños que lo deseen, este año, serán vacunados", dijo el mandatario.
Además, el jefe del Estado volvió a cargar contra las cuarentenas y medidas de prevención para mitigar los contagios de coronavirus, y dijo que su gobierno no es responsable por el desempleo y la falta de comida en la mesa de los brasileños.
"No obligamos a nadie a quedarse en su casa, mi gobierno no cerró el comercio, no cerró iglesias o escuelas o le sacó el sustento a millones de trabajadores informales", afirmó. Al tiempo celebró un aumento de la economía del 1,2 por ciento en el primer trimestre respecto del último de 2020: "Nuestro PBI tiene una proyección de crecimiento mayor a 4 por ciento este año", dijo.
Bolsonaro está siendo investigado por una comisión del Senado debido a que rechazó ofertas de vacunas y apostó por remedios como la cloroquina, un antipalúdico, para animar a las personas a salir a las calles.
A su vez, Brasil tiene más de 467.000 muertos por la pandemia y está al borde de una tercera ola con gran parte del país en situación de ocupación crítica de camas de UTI.