La cantina más exótica
En uno de los bordes de Palermo, donde la calle Dorrego choca contra las vías del tren, se esconde Cang Tin, una bienvenida novedad que todavía no cumplió sus primeros seis meses de vida. El local es pequeño y juvenil, con un interior dominado por una gran barra en forma de U y unas mesitas muy informales en la vereda. Cang Tin es creación de tres socios: José Delgado y Thomas Nguyen (ambos a cargo de la cocina) junto con Pablo Marotta (parte también de Saigón Vietnam). “Cang tin significa cantina en vietnamita. Quisimos armar un lugar donde pasarla bien, que juegue con los sabores del sudeste asiático. José y Thomas viajaron a Vietnam y Tailandia y trajeron de allá la vajilla, la arrocera y varios objetos que hoy son parte del ambiente”, cuenta Pablo.
Sin corsets que lo enmarquen en una cocina específica pero con apego a los aromas tradicionales, Cang Tin no esquiva los picantes ni las especias. La carta, que irán renovando varias veces al año, incluye platos conocidos (como el pad thai, con fideos de arroz saltados en una salsa agridulce de tamarindo, desde $760 según la proteína elegida entre tofu, langostinos o pollo) y otros que son toda una novedad como el generoso Banh Xeo, una crepe de harina de arroz y leche de coco con hongos, brotes de soja, cilantro, albahaca y otras hierbas (desde $690).
Son bien intensos los goong pad karee kati (langostinos a la plancha marinados en curry rojo con coco en escamas) y vale la pena pedir el chiang mai khao soi, un curry amarillo (y suave) con leche de coco, fideos caseros de huevo (una parte crocante), pickles de mostaza y cebolla morada ($910). Hay más: panceta crocante ($810), gírgolas grilladas con miso ($850), un carpaccio de lomo marinado en salsa de ostras ($950), entre otros.
Todos los platos son preciosos, repletos de color y texturas, casi que dan pena comerlos. Si bien tienen delivery, vale la pena tomarse un mediodía de sol y comer en el lugar, con toda la magia intacta.
Cang Tin queda en Dorrego 2415. WhatsApp: 11-2475-2415. Horario de atención: martes a sábados de 12 a 23. Instagram: @cang.tin
Perfección japonesa
Hay cientos de restaurantes y bares de sushi en Buenos Aires. Muchos son mediocres, otros tantos son buenos; muy pocos, apenas un puñado, son excelentes. En este último grupo está Inoue, un pequeño lugar recientemente mudado a nueva dirección. Detrás están Patricio Farrell (nikkei de madre japonesa) y Romina Roux , que en conjunto arman un menú que deambula entre la tradición y una estricta mirada contemporánea. En Inoue no hay queso philadelphia ni salmón rosado; en cambio abundan los pescados blancos (besugo, mero, lisa y otros) y azules (pez limón, anchoa, caballa), la trucha patagónica, los pulpitos, calamares y otros bichos que vagaban por ahí. Pescados que en muchos casos se marinan, se trabajan e incluso se maduran por distinto tiempo buscando texturas distintas y una complejidad de sabores muy especial.
La lógica de la casa es omakase, es decir que el cliente no elige las piezas que quiere comer sino tan sólo la cantidad; luego es la cocina la que manda lo mejor que tiene cada día (previa pregunta sobre preferencias y alergias). Cuando la pandemia permita abrir el salón del local, la oferta será un poco más amplia, agregando una carta de platos japoneses y un menú omakase de seis pasos incluyendo por ejemplo unas vieiras en manteca koji, un tartar de pesca blanca, un besugo de piel quemada, niguiris y más opciones a $3000 por persona). Por ahora hay que contentarse con el delivery de sushi, con rolls, niguiris y sashimis a $3300 las treinta piezas.
Inoue pasó sus primeros años de vida escondido en una poco transitada calle en ese laberinto que está detrás de la Biblioteca Nacional; este año estrenó local más amplio y luminoso, a metros de la esquina de Vicente López y Av. Callao, donde pronto sumarán un almacén de productos de mar caseros, incluyendo unos chorizos de pescado que están en pleno desarrollo.
Las piezas de sushi de Inoue son como pequeñas joyas; uno de esos lujos merecidos para darse en medio de la pandemia.
Inoue queda en Vicente López 1825. WhatsApp: 11-2544-1479. Martes a sábados de 20:30 a 23. Instagram: @inoue_bistrojapones
Una mirada ecléctica
La masa esponjosa, suave, delicada y deliciosa, que dan ganas de comer de un bocado. Así es el pan de los bao katsu de Tora, el precioso restaurante asiático que esquiva definiciones para abrir el juego a múltiples sabores variopintos. Tora no tiene problemas en cruzar recetas de aromas taiwaneses (como los mencionados baos rellenos de cerdo, $600) con samosas de férrea tradición india ($550) para luego seguir con un curry tailandés de pescado a la plancha con boniato asado, chauchas y hierbas ($1100) o un ramen de aires japoneses con huevo a 65°C, pickles de nabo y rabanito, cerdo braseado y togarashi ($950).
Este restaurante, abierto en 2019 por la dupla gastronómica conformada por el sommelier Aldo Graziani y Lucía Zeballos, se hizo fuerte en la zona más coqueta de Palermo con su salón colorido, el mural de un gran tigre y la ventana abierta a la calle como un gigante ojo de buey que permite atisbar los misterios del lejano oriente. Ahora, a tono de la pandemia, sumó vereda los mediodías de fin de semana, mientras que durante las noches apuesta al delivery y take away. La carta está manejada por Leo Azulay, el mismo que desde hace ya dos décadas comanda Sudestada, el restaurante tailandés con más historia en Buenos Aires.
Ya se dijo, se trata de una carta ecléctica: abunda en ingredientes orientales pero con varios permisos y técnicas de occidente; un poco de aquí y de allá que en conjunto logran el mix de la casa. Sobran los ejemplos: los sheng jian bao de conejo y jengibre ($700), el kinilaw (tiradito de pesca blanca con cítricos, leche de coco, sriracha, cilantro y láminas de batata ($730), la bao burger ($860) o los ya best sellers ñoquis coreanos, hechos con masa de arroz saltada en sartén hasta quedar crocante y servidos con ragú de chivo ($1100). El parfait de maní marca un buen final.
Sin dudas, un viaje distinto y colorido por un mundo que siempre llama la atención.
Tora queda en Cabello 3788. WhatsApp: 11-4843-1616. Horario de atención: miércoles a domingos de 20 a 23; sábado y domingo también de mediodía. Instagram: @tora.restaurant