El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves mediante un comunicado que donará 80 millones de vacunas que le sobran a otros países, entre ellos Argentina. Comenzarán repartiendo 25 millones, de los cuáles el 75 por ciento se distribuirá mediante el mecanismo Covax a distintos continentes. Dentro de los seis millones que le corresponden a países de sudamérica --elegidos por gobierno de Joe Biden-- está la Argentina como producto de las gestiones que realizó el gobierno nacional. El 25 por ciento restante será enviado por Estados Unidos de forma directa a países pobres, aliados o estratégicos para ellos, como México y Canadá, con los que comparte frontera.
El anuncio del reparto de vacunas se dio luego de una serie de reuniones que el Gobierno Argentino realizó durante los últimos meses, tanto en Argentina como en la embajada argentina en Washington que conduce Jorge Arguello, para finalmente ser destinatarios. Entre ellas, también fue central el encuentro del presidente Alberto Fernández el 13 de abril con el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Juan González, y otras a las que asistió el Canciller argentino, Felipe Solá.
Según comentaron a Página12 fuentes de Cancillería, la última vez que Solá conversó sobre este tema con representantes de Estados Unidos fue en la ciudad de Quito, Ecuador, donde se reunió con la delegación norteamericana que estaba en la asunción del presidente, Guillermo Lazo. Allí González le confirmó al Canciller que la decisión política de donar las vacunas ya estaba tomada por parte de Biden, aunque aún no tenían definida la logística. Finalmente eso se comunicó hoy", especificaron, aunque no aclararon de qué laboratorios serán las dosis donadas. De todos modos, cerca de Solá indicaron a este diario que "si bien hicimos gestiones para que esto pase, es algo que nos excede porque es para toda latinoamérica".
En la conversación que Solá mantuvo con González en Ecuador, los estadounidenses le comentaron que la idea era repartirlas mediante el mecanismo Covax, algo que finalmente decidieron. Sin embargo, según subrayaron desde el Gobierno, en ese momento Solá, además de pedirles que incluyan a nuestro país, les expresó que Argentina estaba dispuesta a encargarse de la logística para el traslado de las vacunas y propuso ir a buscarlas con aviones propios. En ese momento los funcionarios de Estados Unidos se comprometieron a estudiar la propuesta. "Por ahora no aceptaron, pero tampoco lo descartamos del todo. Quizás cuando asignen la cantidad específica para cada país podemos ir a buscarlas", remarcaron desde Cancillería.
Según la información que brindó la Casa Blanca, los países latinoamericanos que recibirán dosis serán: Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, República Dominicana, Haití y otros países de la Comunidad del Caribe. Es decir, quedan excluidos países como Chile y Uruguay. De forma directa, en tanto, se enviarán a Canadá, México y aliados de Corea del Sur, Ucrania, Egipto, Jordania, Irak, Georgia y Kosovo; tanto como a países y territorios de bajos ingresos como los palestinos Cisjordania y la Franja de Gaza, Haití y Yemen. También sumarán a la vacunación con estas dosis a los trabajadores de la ONU que están en la primera línea de combate contra esta pandemia.
La administración de Biden aseguró que la donación "refleja el deseo de Estados Unidos de responder a todas las regiones y sentar las bases para un mayor suministro y acceso en todo el mundo". Sin embargo, hay dos cuestiones clave: la primera que a EEUU le sobran vacunas que están cerca de vencer, la segunda, que ven con preocupación que la gran mayoría de las vacunas que circulan en la región son chinas, es decir, de su principal competidor en el tablero geopolítico. Sin embargo, en el comunicado aclararon que la donación "no se usará para obtener favores de otros países".