Seis de cada diez homicidios dolosos femeninos ocurridos en los últimos cinco años en barrios porteños fueron femicidios. Y en el 93 por ciento de los casos, los agresores y las víctimas tenían un vínculo previo: en el 55 por ciento eran sus parejas, 17 por ciento, familiares y 19 por ciento, conocidos o vecinos. Además, en la mitad de los hechos había convivencia entre autor y víctima. Los datos surgen del informe quinquenal (2015/2019) Homicidios dolosos de mujeres, femicidios, transfemicidios y travesticidios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, elaborado por la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). Otro dato significativo es que mientras la cifra de femicidios a nivel nacional se mantuvo más o menos estable en los últimos años (alrededor de uno cada 35 horas), en la Ciudad se registró un descenso. El 42 por ciento de las víctimas fueron extranjeras, mayormente de países de la región. Los barrios donde se repiten con más frecuencia son Villa Lugano, Flores, Retiro y Barracas.

Por otra parte, en los casos registrados de 2020 y en lo que va de 2021, que no entraron en el período de análisis del informe, se observa “un alto número de femicidios cometidos contra mujeres en situación de calle”, en comparación con el total del período 2015/2019. Mientras que en ese período 6 mujeres cis fueron asesinadas en ese contexto, solo en 2020 y lo que va de 2021 hubo 7 casos. De ese total, 4 ocurrieron en 2020 y 3 en los cinco meses de este año. “Esto fue una sorpresa en razón con las previsiones que veníamos teniendo durante el confinamiento por la pandemia de covid 19, ya que las agencias estatales e internacionales alertaban sobre los peligros de incremento de la violencia en los hogares, pero un número alto de los crímenes fueron cometidos contra mujeres en situación de calle. Es decir, la pobreza, la marginalidad, la exclusión han sido factores y condiciones determinantes en un porcentaje alto de casos de crímenes contra mujeres”, alertó en diálogo con Página 12, la titular de la UFEM, Mariela Labozzetta.

Si bien la Ciudad tiene una tasa inferior de homicidios que el promedio nacional --en comparación con el total de crímenes del país-- que no permite sacar conclusiones categóricas, Labozzetta señaló que “se observa una variabilidad durante los años analizados y que ha disminuido la cantidad de femicidios en los últimos dos: se cometieron 21 en 2015, 13 en 2016, 15 en 2017, 9 en 2018 y 9 en 2019”.

El informe muestra que en los cinco años de análisis --de 2015 a 2019-- se cometieron en la Ciudad 114 asesinatos que encuadran en el universo analizado en el relevamiento, de los cuales 67 fueron femicidios, es decir el 59 por ciento. De ese total de víctimas, 4 fueron mujeres trans, “una población que está expuesta a riesgos incrementados y cuyos asesinatos y violencias motivadas en su identidad de género exige un seguimiento más riguroso”, consideró Labozzetta. Y agregó: “En general estos hechos registran mayor índice de impunidad y de invisibilización; tan es así que prácticamente no hay sentencias condenatorias en nuestro país que incluyan agravantes por el odio de género, pese a ser un fenómeno extendido y sostenido (en Argentina y en el mundo). De eso se deriva un deber incrementado de los sistemas de justicia para mejorar la capacidad de respuesta en la investigación y sanción de esos crímenes”.

Los 114 homicidios dolosos se registraron en 31 barrios de la Ciudad. Pero mientras en la mayoría de ellos aparecen como eventos atípicos, en cuatro barrios se concentran el 45 por ciento de los hechos del lustro 2015-2019: Flores (16%), Villa Lugano (10%), Retiro (10%) y Barracas (9%). Comparativamente, los femicidios aparecen más dispersos, entre 25 barrios porteños. No obstante, son esos mismos barrios donde se repiten con más frecuencia: 8 femicidiosen Villa Lugano, 7 en Flores, 7 en Retiro y 6 en Barracas.

“Otro dato que sobresale del informe y podemos destacar --que también se vincula con lo que llamamos factores de interseccionalidad, es decir, características que incrementan los riesgos a los que están expuestas las mujeres y personas LGTBIQ+-- es el alto porcentaje de víctimas extranjeras. Del total de 67 víctimas, el 42% eran extranjeras, mayormente de países de la región. También se cuentan 7 víctimas que ejercían la prostitución, que constituye casi el 10% del total de casos”, destacó Labozzetta a este diario.

En el 54 por ciento de los femicidios había convivencia entre autor y víctima. Estos factores se enlazan con el ámbito en los que los femicidios fueron cometidos: en el 78 por ciento de los casos ocurrieron en espacios privados. Y, también, con los antecedentes de violencia: en más de la mitad se detectaron antecedentes de violencia, aunque solo un menor número de estos fueron denunciados: solo 9, de los cuales 3 tenían medidas de restricción dispuestas y vigentes al momento de los hechos.

En cuanto a los autores, por una cuestión de exigencia legislativa en la Argentina (la figura de femicidio exige que el autor sea un varón), el 100 por ciento de los 67 casos de femicidio fueron varones, pero en el total de 147 autores de homicidios dolosos de víctimas de identidad femenina el 90 por ciento también, con lo que hay una preponderancia contundente en el género de quienes ejecutan crímenes, destaca el informe. De ese total 6 pertenecían a fuerzas de seguridad: 5 de los cuales usaron sus armas para cometer los crímenes. “Estos 5 hechos cometidos por parte de integrantes de fuerzas de seguridad integran a la vez un total de 32 víctimas de homicidios dolosos que murieron en hechos cometidos por armas de fuego. Es un dato relevante en términos de incidencia de las armas de fuego en los crímenes, que tiene un correlato muy concreto para las políticas públicas y las acciones de desarme como estrategia de intervención sobre la violencia letal”, agregó la titular de la UFEM.

Para determinar si los asesinatos son femicidios, el equipo técnico de UFEM elaboró un Instrumento de medición con una serie de variables para analizar caso por caso, entre ellas, el vínculo previo o la relación íntima entre víctima y victimario o los antecedentes de violencia en una pareja. Los llamados “femicidios íntimos” son sólo uno de los contextos femicidas. En el Protocolo de Investigación de UFEM se han identificado otros contextos femicidas: “los femicidios cometidos con móviles sexuales, los travesticidios, los que ocurren en el marco del crimen organizado, las muertes violentas de mujeres en contexto de encierro, las cometidas por medio de violencia institucional, entre otros contextos.

La determinación de que un homicidio doloso de una mujer constituye un femicidio conlleva “un análisis riguroso”, como la lectura completa de cada uno de los expedientes judiciales y las pruebas concretas del caso, precisó Labozzetta.