Los trabajadores del Hospital de Niños Víctor J. Vilela se reunieron ayer en asamblea en la puerta para denunciar robos y hechos de violencia que se suceden desde hace aproximadamente un año, según dijeron. El último incidente ocurrió el jueves cuando dos médicas que terminaban su turno fueron amenazas con armas de fuego en el playón de ingreso con la intención de robarles. El subsecretario gremial de los trabajadores municipales, Juan Basso, explicó que la situación es de mucha gravedad. "Hace meses que todos los días roban las baterías de los autos de los trabajadores, que están estacionados frente a la puerta, o rompen vidrios. También robaron motos. Todas las noches pasa algo con el personal que trabaja de 18 a 24 y de 0 a 6. Anteayer tuvimos una reunión, una de tantas, con la dirección del hospital, y allí se nos dijo que están trabajando con la comisaría y demás, pero nadie se hace cargo", se quejó el dirigente gremial. "Pedimos una mínima presencia policial, un patrullero que esté estacionado cerca. No pedimos más que esto, que los responsables de garantizarnos la seguridad, lo hagan. No se puede seguir así".