“Yo laburo para el día”. La frase de una mujer que vendía limones a los transeúntes que pasaban por la zona peatonal Florida sobre calle San Martín (en Salta Capital), representa la cotidianeidad de los vendedores ambulantes que todos los días se arriesgan al secuestro de su mercadería sin que retorne a sus manos.
El hecho que fue filmado por quienes fueron testigos de la situación que ocurrió este viernes cerca de las 11.10, cuando inspectores de Control Comercial de la Municipalidad pidieron el apoyo de la Policía para realizar el operativo, generó impacto cuando se veía a una decena de uniformados contra la mujer que estaba en el puesto con sus dos hijos menores de edad.
“Usted está faltando a la intimidación (al parecer se refería a la intimidad), de cada persona que está ahí. A usted no le gustaría que la filmen en su casa”, se escucha decir a una voz femenina al cuestionar a una mujer que tomó las imágenes, y que le respondió “esta no es una casa, estamos en la calle”, y además, restó decir, que quienes realizaban el operativo eran agentes públicos.
La vendedora, en tanto, señaló a los inspectores por irregularidades en el secuestro de la mercadería dado que cuando vuelve, no vuelve en su totalidad. Y habló de una cierta dádiva que de no ser entregada, implicaba que la saquen del lugar. “Ayer mi hija comió arroz con huevo. Ahora estamos en pandemia… ¿A usted le parece que a mí me gusta estar todos los días con mis hijos acá, en el frío, el calor, en la lluvia molestando a la gente? ¿Cree que con 2 mil pesos por día como?”, se escucha vociferar a la mujer en un claro estado de nervios.
Apuntó contra la situación del país pero también en particular contra las autoridades provinciales y municipales “íbamos a tener trabajo digno ¿Pero dónde está?”.
Según se pudo conocer, luego del procedimiento iniciado, uno de los inspectores (se desconoce la razón), desistió finalmente.
Fuentes policiales explicaron que sus agentes van en apoyo a los inspectores municipales dado que en más de una ocasión se generaron algunos conflictos que terminaron con trabajadores del municipio lesionados. Sin embargo, el convenio indica que se deben realizar las actas de secuestro de mercadería frente a los policías. Esto es porque los vendedores ambulantes suelen reclamar que al momento de recuperar la mercadería, casi siempre algo falta. Mientras, habría normativas municipales que impiden a los ambulantes estar en ciertos horarios y lugares, pero que según se explicó, se prestaría a la arbitrariedad en las inspecciones.
“Arriesgamos todo por vender”
David Alcalá es uno de los referentes de los vendedores de frutas y verduras del microcentro salteño y contó al ser consultado por Salta/12 que “desde los 14 años que vendo en la calle. Y ya tengo 53 años y me tengo que jubilar, pero no tengo aportes”.
Afirmó que desde siempre se los quiso ubicar en las calles laterales, en las cercanías del macro centro salteño “donde no se vende”, por lo que siempre vuelven al área más céntrica. El riesgo es que los inspectores pueden quitarle la mercadería y a veces, no se la devuelven, además la mercadería perece y por lo tanto, no sirve para venderla al otro día.
Con la situación que se dio ayer con la mujer “ahora de nuevo están todos los inspectores dando vueltas y nos dicen que no podemos estar vendiendo. Pero nosotros tenemos que vivir al día y la situación con la pandemia está peor”. El trabajo, en tanto, implica que deban quedarse 12 horas en la calle, entre las 8 y las 20, siempre que no rijan las restricciones. Pues deben calcular el horario para volver a sus hogares. Además “la gente ya no compra así nomás. Todos estamos asustados”, afirmó.