Comenzó un mes crucial con crecimiento en las campañas de vacunación. Todo indica que será sostenido. Los indicadores sanitarios siguen siendo pavorosos en la mayor parte del territorio nacional. En los primeros días de junio:
* El gobernador Axel Kicillof anunció que cerró un contrato con el laboratorio indio Bharat Biotech para adquirir hasta 10 millones de dosis de la vacuna Covaxin que pueden ampliarse a 15 millones. Cuando se obtengan, prometió el mandatario bonaerense, se repartirán entre todas las provincias, con los mismos criterios utilizados por el Gobierno nacional. Una movida federal, solidaria, ejemplar.
· *También se anunció el embarque de principio activo de la Sputnik V para su elaboración, envasado y producción en la Argentina.
En ambos casos las proyecciones sobre cuándo se podrán usar las vacunas pueden pecar de prematuras o voluntaristas como sucedió con asiduidad en otras ocasiones. Fechar las novedades puede conllevar frustraciones. Los avances son rotundos e innegables, los cronogramas tentativos.
* Se vota hoy en Misiones. La primera elección provincial desde 2019, hubo algunas por intendencias. Casi en simultáneo el Congreso aprobó postergar las fechas de las Primarias Abiertas (PASO) y de las subsiguientes elecciones parlamentarias nacionales.
· Lionel Messi volvió a jugar en la Selección, con tantas ganas como clase. Carlos Tévez colgó los botines. Colón de Santa Fe salió campeón jugando bien al fútbol lo que por lo visto es posible.
Seguramente muchos argentinos gozaron, sufrieron (y estuvieron más pendientes de) estos últimos sucesos. A no engrupirse: cuando llegue el momento votarán y serán millones. Hoy en día el cuarto oscuro ha de parecerles lejano y remoto. Siempre son así las rutinas democráticas.
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Cada distrito con su historia: Misiones es gobernada por una coalición provincial, el Frente Renovador de la Concordia (FRC). Una de las fuerzas distritales que son torazo en rodeo propio y no gravitan extramuros aunque a menudo hacen valer sus bancas en el Congreso nacional. El Movimiento Popular Neuquino la primera, la única invicta en el gobierno desde 1983. Hay otras como el socialismo santafesino que derivó de fuerza nacional a poder local en la provincia, en Rosario y en otras ciudades. Estos ejemplos no son únicos aunque sí indicativos. Volvamos a Misiones.
Como en contadas provincias, el Legislativo es unicameral. El FRC lo hegemoniza con mayoría absoluta. Se renueva medio cuerpo. El oficialismo funge de favorito amplio.
Por sus características el resultado no pinta proyectable a otros territorios, menos a lo nacional. Ni siquiera en Misiones cuyo cuadro se repintará en noviembre cuando se renueven tres bancas de diputados: dos del FRC una de Juntos por el Cambio (JpC). Solo un batacazo llamaría la atención. Si no lo hubiera será más ilustrativo observar los niveles de participación ciudadana, el presentismo de las autoridades de mesa, el cumplimiento de las reglas de cuidado en las escuelas o en el escrutinio. El primer ensayo como referencia para futuras competencias en distintas comarcas.
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La polarización deseada: Ex funcionario, especialista en comunicación con formación académica, Juan Courel tuiteó esta reseña:
“República Dominicana. Bolivia. Estados Unidos. Ecuador.Uruguay. Perú. España. Chile.
Todos con derrotas para los partidos que gobernaban a nivel nacional cuando empezó la pandemia. Sumemos estallidos en Colombia y Paraguay y riesgo de impeachment en Brasil”
La síntesis subraya cuán difícil es gobernar durante la peste con altas posibilidades de resultar piantavotos. La mirada sintética e inteligente agrupa, claro, procesos diferentes. La derrota el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump a manos de Joe Biden parece consecuencia directa de la pandemia. El ecuatoriano Lenin Moreno estaba vencido desde hace años. El proceso político chileno es una construcción colectiva que se remonta a antes de 2019. Hasta existe alguna posibilidad de que las mega elecciones de gobernadores y parlamentarios de México, hoy mismo, contradiga el cuadro general.
En nuestro país las elecciones de medio término han sido difíciles para el kirchnerismo. Triunfó en 2005 con Cristina Fernández de Kirchner como candidata bonaerense, cimentando las bases para tres mandatos consecutivos. Salió mal parado o perdió en 2009, 2013 y 2017.
En noviembre se renovarán los diputados electos en 2017: al macrismo le fue bárbaro, flojo el peronismo fragmentado. Conservar las bancas pinta más sencillo para el Frente de Todos (FdT). Mejorarlas hasta conseguir mayoría en la Cámara, una hipótesis de trabajo plausible. Para la coalición macrista aumentar su caudal constituiría una hazaña. En el Senado, donde el oficialismo es mayoría, renuevan un tercio de las provincias. difícil que se produzcan cambos relevantes.
La coalición oficialista y la opositora practican hasta ahora tácticas similares. Sus referentes se inclinan por un juego de suma cero. Confían en que se mantendrá alta polarización con escaso espacio para otros partidos o coaliciones. Terceras fuerzas con implantación nacional no asoman. El Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) disputa en casi todo el país pero le ha ido flojo en las últimas contiendas.
La sumatoria de 24 votaciones provinciales abre una oportunidad para los partidos locales, afianzados o nuevos. Supo hacerlo en su momento, por ejemplo, el diputado mendocino José Luis Ramón, quien lidera un bloque variopinto que se hace sentir en un cuerpo dividido y sin mayoría.
Las elucubraciones sobre precedentes quedarían desairadas si se produjera un aluvión de votos bronca, antipolíticos y anti partidarios semejante al de 2001. Fue la única vez desde la recuperación democrática: en 1999 y 2003 el pueblo prefirió definirse con alta participación y escaso porcentaje de votos en blanco o nulos.
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Candidatos y agendas: Faltan tres siglos para las PASO y dos meses para el cierre de listas. Los dirigentes más valorados del FdT están comprometidos en gobernar la Nación y numerosas provincias, empezando por Buenos Aires y Santa Fe. El casting se torna trabajoso porque mover a funcionarios bien valorados conlleva una pérdida y un riesgo.
Los cambiemitas cuentan con altas figuras en el llano, su interna luce más avanzada y visible. La ex ministra Patricia Bullrich quiere ser cabeza de lista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). El Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta prefiere a la ex gobernadora María Eugenia Vidal. La susodicha, por ahora, juega con el enigma. Todos parten de una idea de estabilidad: la CABA es bastión propio, cualquier postulante arranca con un 40 por ciento de intención de voto como piso. Bullrich cree que bolsonarizando el discurso conserva el caudal y puede ir por más.
Por Buenos Aires hay menos pasión. El vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli es impulsado a mudarse por HRL. El intendente de Vicente López Jorge Macri lo confronta, confiando en su gestión y (aunque no lo diga) sabiendo que su apellido le jugará en contra.
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Agenda con novedades y constantes: La pandemia añade un tema a la agenda. La vacunación pega un salto cuali-cuantitativo, buena nueva para la sociedad civil y para el Gobierno. La oposición transita de haber criminalizado la Sputnik a ponerse la camiseta de Pfizer. La gente quiere vacunas, el oficialismo prevaleció en esa disputa, éxito que necesita trasmutar en votos…. no es automático.
La consigna inicial del presidente, “entre la vida y la economía elijo la vida” caducó o quedó incompleta por el largo tiempo transcurrido y porque la misma gente desea también trabajar, tener esparcimiento, rejuntarse con los afectos, retomar el espacio público.
La economía, fue siempre ítem de campaña en las elecciones. El primero, el segundo… Vayuno a saber, en el podio siempre. La inflación sigue alta y damnifica a la gente común. El gobierno ha estado siempre atento a los sectores de menos recursos. El piso de protección social construido entre 2003 y 2015 le proveyó buena base de datos que fue ampliada: Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo. La voluntad política permite “poner plata” ahí con velocidad aunque nunca sea bastante.
Las subas de precios motivan reaperturas de paritarias o reclamos en ese sentido. Desde 2020 se reforzó la protección legal para los trabajadores registrados. Los cambios en el mínimo no imponible de ganancias alivian a los de medianos ingresos.
Una observación que merece más desarrollo: las personas con cobertura social y los trabajadores formales pierden con la malaria pero quedan relativamente más tutelados que otros argentinos. Los informales que realizan changas y tienen conchabos espasmódicos padecen más.
El Estado también flaquea respecto de micro emprendedores o cuentapropistas de sectores medios de baja o nula formalización. Vivían al día años ha, parando la olla a cambio de yugar cotidianamente. El Ingreso Familiar de Emergencia registró a una fracción (acaso minoritaria) de ese sector.
Los sectores medios- bajos fueron clave para la victoria de Cristina en 2011, la de Alberto Fernández en 2019, el emerger de Massa, la llegada de Macri a la casa Rosada. Luce necesario tenerlos en el radar y contemplarlos en las políticas con miras a las elecciones de noviembre.
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Denuncismo versus gestión: Sostener medidas de protección (“antipáticas”) es obligación del oficialismo. Los gobernadores en general se hacen los distraídos, con picardía o aun perfidia: que “Alberto” pague los costos.
La principal oposición apuesta a la estridencia, el punitivismo extremo, las denuncias que a cada rato se renuevan o se mandan a papelera de reciclaje. Entrar en la maraña propuesta por el rival constituye una tentación perjudicial en la que el Gobierno cae a menudo. Nadie sale limpito de la lucha en el barro.
La “pesada herencia” puede diluir su peso argumental a dos años de la salida de Macri. La gestión y las herramientas del Estado son acá y en el mundo, con pandemia o sinmigo, un recurso para las elecciones.
Las rústicas internas opositoras, la furia de sus discursos aleccionan. Un buen camino es manejar otros tonos, trascender la perspectiva epidemiológica, iluminar con hechos y palabras la perspectiva de un futuro menos gris que el presente.