Con elecciones legislativas adelantadas para el día 27, en plena segunda ola de la pandemia y cuando el frío lastime la piel, los jujeños se encaminan a las urnas en medio de récords poco envidiables: 24 docentes fallecidos desde marzo, con el retorno a la la presencialidad educativa; la tasa más baja de aplicación de vacunas en relación a las dosis recibidas; la tasa más alta de letalidad del país; una ocupación de camas críticas cercana al 90% y un incremento de casos de COVID exponencial en la última semana.
A ese cuadro sanitario, el oficialismo provincial ahora sumó una transgresión reñida con la ética política: la utilización de la imagen del gobernador Gerardo Morales –más el nombre y número de la lista con que el oficialismo competirá en las elecciones– en flyers en los que publicita los centros de vacunación.
Se trata de la misma fotografìa que ilustrará las boletas de la sociedad radical/macrista en el cuarto oscuro, pese a que Morales no es candidato.
Pese a esos indicadores negativos, el gobernador Morales no da marcha atrás con el adelantamiento de los comicios, como ya hizo días atrás su vecino de Salta Gustavo Sáenz, sin llegar a tener una situación epidemiológica tan extrema como la jujeña.
Es más, el primer candidato a diputado del oficialismo, el médico Omar Gutiérrez –quien dirige el Comité Operativo de Emergencia (COE) y tiene a su cargo toda la estrategia preventiva y asistencial en la provincia–, paradójicamente divide sus horas entre la campaña electoral presencial y las recomendaciones para respetar el distanciamiento social.
No han sido pocas las voces que se alzaron exigiendo, de mínima, un corrimiento de Gutiérez de ese cargo oficial, toda vez que la imparcialidad en el manejo de los datos de la pandemia no está garantizada en su actual doble rol.
“Vamos a ir viendo, vamos a ir midiendo”, contestó escueta y nerviosamente Morales a una consulta periodística sobre si por el incremento de casos de coronavirus podrían postergarse las elecciones.
Con su reciente anuncio de adquirir desde la provincia un millón de dosis de la vacuna Sinofharm y la gira mediática porteña para promocionar esa promesa, nada hace prever que el gobernador cambie de postura.
Ni siquiera el reciente fallecimiento de Ernestina Cruz, una maestra tilcareña candidata a concejal por el propio oficialismo provincial, o la escalada de infecciones entre candidatos y dirigentes políticos de diferentes partidos que se multiplicaron esta semana.
Elecciones y vacunas
Elecciones y aumento del ritmo vacunal parecen ir de la mano. Así lo patentiza la distribución por parte de militantes del oficialismo de flyers de mano en los que se promocionan los turnos y lugares de vacunación junto al logo del Frente Cambia Jujuy y el número 502 de la lista, ilustrado con una fotografía de Morales y el eslogan de campaña: “Votá por los diputados de Gerardo”.
Se trata de la misma figura que lucirán las boletas de ese espacio con el agregado de las iniciales GM, pese a la observación hecha por todos los frentes opositores ante el Tribunal Electoral, la que fue desestimada.
Cronograma
Los comicios jujeños fueron despegados del cronograma electoral nacional por una mera especulación del oficialismo, que sin embargo a nivel nacional apoyó la tesitura de postergar por un mes la realización de las PASO y las elecciones de medio término. De hecho, los senadores nacionales Mario Fiad y Silvia Giacoppo –que responden a Morales– votaron esta semana ese corrimiento.
Luego de que las cuestionadas cifras oficiales de casos diarios dieran esta semana un pronunciado salto –habían permanecido estabilizadas en torno a los 100, y pasaron a un promedio de 250–, decrecen las posibilidades de conseguir cama en las tensionadas terapias intensivas.
“Si hay elecciones en junio aumentarán los contagios, las internaciones y los fallecimientos”, vaticinó el destacado infectólogo jujeño Carlos Remondegui, y fue más allá al afirmar que “es probable que tengamos un tsumani en las terapias intensivas porque nos faltan recursos humanos y estamos al borde de un precipicio”.
Según Miguel Salva, secretario general de la filial Jujuy de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), “un relevamiento hecho el viernes arrojó que de las 123 camas de UTI habilitadas para pacientes COVID en el sector público, 111 están ocupadas, con un porcentaje de ocupación del 90,24%”. El mismo análisis, pero del 28 de mayo, había mostrado una ocupación del 71,77%, por lo que el aumento fue ostensible.
En la misma línea, pero desde el sector privado, Francisco Scaro, presidente de la Cámara Jujeña de Empresas de Salud, sostuvo que “actualmente las camas ocupadas en clínicas y sanatorios privados jujeños ronda entre el 90% y el 95%”. Y sumó su inquietud por la baja en la edad de las personas hospitalizadas, un fenómeno que se repite en todo el país pero recién comenzó a golpear en Jujuy. “Entre los pacientes críticos hoy hay personas de entre 30 y 50 años intubadas”, dijo el empresario.
En un encuentro con el equipo técnico de salud del Frente Todos por Jujuy –uno de los espacios en que el peronismo irá a las comicios del 27–, Remondegui afirmó que “ya se debería poner en stand by a la provincia durante 4 a 6 semanas” y añadió que “el Gobierno vació el Servicio de Infectología que tenía Jujuy justo antes del ingreso de la covid al país, lo que demuestra la poca capacitación de las autoridades respecto a la pandemia, porque el servicio debería funcionar a pleno”. El especialista se desempeñó como jefe del servicio de Infectología y Medicina Tropical del Hospital San Roque, hasta ser desplazado del cargo por las autoridades sanitarias jujeñas, el año pasado.
De acuerdo al Monitor Público de Vacunación de la cartera a cargo de Carla Vizzotti, de las 297.356 dosis provistas por el Gobierno nacional a la provincia, a la mañana de ayer habían sido aplicadas 229.198, una diferencia de alrededor de 70.000 dosis que se mantiene constante durante semanas, lo que expresa una de las tasas vacunales más bajas del noroeste argentino.
Para mejorar ese indicador, a mitad de semana el ministro de Salud provincial Gustavo Bohuid dispuso descentralizar la vacunación hacia los centros de salud barriales –una medida sanitaria básica para facilitar la accesibilidad–, pero salteando el concepto de priorización de los grupos de riesgo.
Se instauró a las apuradas un sistema de “presentación espontánea” de personas de 40 años en adelante sin factores de riesgo y sin inscripción, con turnos de acuerdo al número final del DNI.
Resultado: puestos de salud desbordados por la aglomeración de personas, y alteración de las prestaciones habituales por la manifiesta desorganización.
"El último jujeño en vacunarse"
“Celebro que se esté acelerando la vacunación, lo que sí me preocupa es la forma apresurada y desorganizada con la que se está llevando a cabo, con muchos puestos de salud en los que en el mismo momento en que se están atendiendo pacientes sanos se atienden pacientes sospechosos de COVID, y hay largas colas de gente que concurre a la vacunación esté o no inscripta”, explicó Sergio Barrera Ruiz, secretario adjunto de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA Jujuy).
De hecho, el viernes sorprendió la aparición del propio Gerardo Morales en la fila de aspirantes a vacunarse en el Hospital de Campaña de la capital. Sobreactuando el papel de ciudadano común hizo la cola para inmunizarse, desmintiendo sin sonrojarse lo que había afirmado el 23 de febrero pasado, cuando había dicho en un acto que sería "el último jujeño en vacunarse". Según lo registró el diario digital Vamos Jujuy, el gobernador accedió a una dosis cuando falta “inmunizar a más del 60% de la población”.
Otro indicador que preocupa es la tasa de letalidad de Jujuy, que situada en 3,95%, prácticamente duplica a la nacional. Se trata del indicador que mide el porcentaje de fallecidos sobre el total de infectados. Tampoco se explica cómo se encuentra tan elevada en función del número relativamente bajo de infecciones diarias comunicadas por el Gobierno provincial.
Tras aclarar que no cuentan con estadísticas propias respecto a la cantidad de docentes fallecidos en la provincia, desde la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP), su secretario general Darío Aban dijo a este diario que “hemos tenido que recurrir a presentaciones legales para llegar a la vacunación generalizada de docentes en los establecimientos”, y destacó “la actitud y responsabilidad con la que los colegas docentes observan los cuidados sanitarios, y es admirable como los directores cuidan los protocolos para proteger a los niños dentro de la precariedad en la que se tienen que mover”.
“Tenemos elementos suficientes para obrar con prudencia y suspender las elecciones. Calificamos como una absoluta irresponsabilidad del gobierno de la provincia desarrollar un proceso electoral en medio de la pandemia. Sin embargo, Morales está sentado en su posición y vemos que Jujuy tiene la peor tasa de letalidad en el país, el peor índice de vacunación, los contagios en aumento constante y que nuestro sistema sanitario no está debidamente preparado”, disparó Carlos De Aparici, candidato a diputado en primer término por el Frente Todos por Jujuy.
Según Fernando Acosta, secretario general de la CTA y candidato a diputado por el Frente Unidad para la Victoria, “al gobierno sólo le importa hacer las elecciones anticipadas que le permitan agarrar desprevenida y sin posibilidades de defenderse a la oposición, lo que le permitiría mejorar sus chances y con eso lograr tener los diputados suficientes para una reforma constitucional que le dé la reelección a Morales”.
Para Remondegui, “cualquier evento que implique aglomeración de personas debe replantearse, sea el que sea”, y en la misma línea Barrera Ruiz consideró como “un despropósito llamar a elecciones con semejantes números, si ya el gobernador anunció que va a comprar un millón de dosis, nada nos cuesta acoplarnos al calendario electoral nacional, y ya para ese entonces tendríamos casi la totalidad de la población vacunada. Se están corriendo riesgos innecesarios y otra vez lamentablemente la pulseada la está ganando la política y la salud está quedando en un segundo plano”.