La reaparición pública del presidente Donald Trump divide a los republicanos. Si bien sigue siendo muy popular entre los fieles del partido, plantea un dilema para quienes desconfían de su estilo divisivo y su continua alusión al pasado. Luego de permanecer meses recluido en su mansión de Florida, Trump volvió el sábado a la arena política con un discurso agresivo contra la gestión de su sucesor, el demócrata Joe Biden, en un acto del partido republicano en Carolina del Norte. Vetado en las redes sociales, volvió a referirse a las presidenciales de noviembre de 2020, a las que calificó de "crimen del siglo".
Durante un discurso de cerca de una hora y media en Greenville, sudeste de Estados Unidos, el multimillonario de 74 años volvió a sugerir la idea de una nueva candidatura en 2024. Es "un año que espero con impaciencia", dijo entre aplausos. El exmandatario repitió sus acusaciones infundadas de fraude electoral en los comicios de 2020. "Esta elección pasará a la historia como el mayor crimen del siglo", disparó el hombre que todavía no ha reconocido explícitamente el triunfo de Biden.
"Estados Unidos es despreciado y humillado en la escena mundial inclinándose ante China", acusó Trump. Desterrado de las redes sociales desde que varios de sus partidarios asaltaron el Congreso el 6 de enero, el exmandatario no había dado un discurso televisado desde febrero. A pesar de este silencio impuesto, sigue siendo influyente entre los republicanos. Sin embargo, algunos ya consideran que el partido necesita dejar atrás a Trump para atraer a las mujeres y a los votantes de áreas suburbanas descontentos con el actual gobierno.
Como evidencia, sostienen que Trump contribuyó a que los republicanos de Georgia perdieran los dos escaños del Senado que le pertenecían a ese Estado en una segunda vuelta de enero porque no cedió a sus falsas afirmaciones de que la elección fue manipulada en lugar de apoyar realmente a los candidatos de su partido, destacó el Washington Post.
"No hay alternativa a Trump en este momento porque la gente teme desafiarlo de cualquier forma", dijo Sarah Longwell, quien dirige la organización Votantes Republicanos contra Trump. "Siempre se venden (los mitines) como Donald Trump entregando sus 'grandes éxitos'. Cuando salís de la habitación y no sos parte de los fieles, no te gustan muchas de sus canciones", aseguró por su parte Doug Heye, exdirector de comunicaciones del Comité Nacional Republicano.