La Selección Argentina ya está en Barranquilla para jugar ante Colombia por las Eliminatorias Sudamericanas, y Lionel Scaloni tiene algunas cosas claras y otras por resolver. En principio, habrá cambios en la media cancha: saldrá Lucas Ocampos que no hizo un buen partido el jueves ante Chile en Santiago del Estero, y jugará Marcos Acuña, aunque habría chances de que también lo haga Nicolás González.
Gonzalo Montiel recuperaría la titularidad del lateral derecho en lugar de Juan Foyth. Emiliano Martínez seguirá siendo el arquero, ya que los tests de Franco Armani continúan dándole positivo de coronavirus. Y Cristian Romero conservará su puesto de marcador central, no obstante estar en condiciones de reaparecer Nicolás Otamendi, quien podría reemplazar a Lucas Martínez Quarta o bien ir al banco de suplentes.
Cambia Scaloni. Pero en verdad no cambia mucho. Todo parece indicar que se mantendrá ante Colombia el esquema 4-2-3-1 que se empleó ante Chile, y que no habrá lugar para jugadores como Exequiel Palacios o Giovani Lo Celso, que podrían darle a la Selección el manejo de pelota que le faltó el jueves. O Angel Correa que ingresó por Ocampos en el segundo tiempo. Palacios y Lo Celso están recuperando ritmo competitivo luego de sendas lesiones (Lo Celso ni siquiera fue al banco), y por eso el técnico los considera como alternativas de recambio, pero no para jugar desde el principio. Correa, en este momento, no parece prioritario para el técnico.
Después de algunos ensayos con el esquema 4-4-2 que no rindieron frutos en la Copa América de Brasil, en 2019, y en el primer tramo de las Eliminatorias, Scaloni optó por ese 4-2-3-1 que resulta ofensivo, pero en verdad desguarnece el medio campo. Rodrigo De Paul y Leandro Paredes no dieron abasto para controlar la zona donde Chile mandó por superioridad numérica (tenía allí a Galdames, Pulgar, Aránguiz y Meneses), y por los espacios que Alexis Sánchez se procuró a espaldas de los dos, hasta que llegó la orden de aguantar la diferencia cerca del arco de Claudio Bravo.
Es en este punto donde se plantea la disyuntiva de cara al próximo partido. Colombia puso cuatro volantes ante Perú (Cuadrado, Cuellar, Uribe y Luis Díaz) y se descuenta que saldrá a atacar a la Argentina, con lo cual el escenario del jueves podría repetirse el martes. Es necesario que además de fútbol, Argentina consiga en la mitad de la cancha mayor recuperación de pelota: contra Chile se cortó demasiado con faltas y recién se corrigió el defecto en los 20 minutos finales, cuando la decisión fue apretar mucho más arriba y generar ataques cortos.
Tampoco habrá lugar desde el comienzo para Sergio Agüero. El nuevo atacante del Barcelona se entrenó con normalidad el fin de semana, y pretende recobrar la titularidad que tuvo en gran parte de la Copa América de Brasil, cuando compartió el ataque junto con Lionel Messi y Lautaro Martínez, indiscutibles para Scaloni. Si la idea es sostener el 4-2-3-1 contra viento y marea, Agüero deberá esperar que el supercrack del Barcelona y el goleador del Inter no estén desde el arranque. Con el 4-3-3, crecen sus chances de empezar jugando. Con cualquier otro dibujo, sumará minutos viniendo desde el banco. Algo similar a lo que le sucedió en su última temporada en el Manchester City.
En cambio, con Montiel en lugar de Foyth, la Selección gana una proyección por el lateral derecho que no tuvo ante Chile, pero resigna una marca más aguerrida. En ese puesto, como en la zaga central y el mediocampo, Scaloni no ha terminado de encontrar lo que busca y no definió una titularidad que si resolvió en otras posiciones. Porque hay un elenco estable de Selección (Tagliafico, Paredes, De Paul, Messi y Lautaro Martínez). El resto de los puestos y de las funciones parece todavía en observación. Contra Colombia continuarán los ensayos. Y hasta allí debería llegar la mirada de Scaloni. Pensar la Selección para la Copa América que empieza el próximo viernes, por como vienen dadas las cosas, resulta un ejercicio de ciencia ficción.