Santiago Cassina, fundador y CEO de TKCoin.org, se dedica a la informática desde sus 12 años, cuando sus padres le regalaron su primera computadora, una AT 286 de IBM. Hoy con 42, asegura que desde que lo sentaron frente a una pantalla “no me sacaron más”.
Desde que se recibió de Analista de Sistemas en la Universidad Nacional de Salta (UNSa) en 2006, fundó su propia empresa que en 2010 debió cerrar, y desde allí pasó por varios trabajos, entre ellos el Ministerio Público Pupilar de la provincia, “pero mi sueño fue siempre ser independiente”, y por eso renunció para comenzar un nuevo emprendimiento.
En diálogo con Salta/12, aseguró que siempre trabajó “para construir herramientas que ayuden a la sociedad en general y más en este contexto de pandemia que nos lleva a dejar de utilizar el billete tradicional y hasta en muchos casos los plásticos”.
En noviembre de 2020, en el contexto de pandemia y ante el avance de las transacciones virtuales “me enganché con el tema de las cripto”, dijo. Para Cassina, “es algo muy interesante el tema de la soberanía”, por ello las herramientas que busca generar son de software libre de código abierto, “todo el código fuente de desarrollo de nuestra empresa está liberado para que la gente pueda utilizarlos sin costos de licencia”.
El pasado 25 de mayo lanzó desde Salta la criptomoneda EDUCoin, una iniciativa basada en el protocolo de Bitcoin (la primera y más conocida criptomoneda). La EDUCoin no tiene fines de lucro y se hizo con el objetivo de llevar educación sobre criptoactivos a todos aquellos que quieran aprender cómo funcionan. “Cuando comencé a hablar con colegas y amigos me dí cuenta que poca gente entiende del tema, y quiero que entiendan para tomar decisiones”, sostuvo.
Cassina explicó que entonces pensó en avanzar con esta iniciativa para que "cualquier persona, independientemente de sus características, ubicación geográfica, edad y poder adquisitivo, con prácticamente cualquier dispositivo móvil inteligente e internet pueda acceder a los beneficios del desarrollo de la red de consenso basada en Bitcoin y adaptada a modo educativo, sin necesidad de tener conocimiento del lenguaje técnico, y sobre todo sin la necesidad de gastar o arriesgar ni un centavo".
El analista de sistemas sostuvo que desarrolló esa herramienta para acercar la tecnología de las criptomonedas a la gente “y que se animen a probar y a operar comprendiendo cómo funciona el dinero del futuro”.
"Es primordial para las personas que aún no conocen estas metodologías de transacciones que tengan antes que nada educación”, resaltó el creador de EDUCoin. “Que esto sea parte de su vida cotidiana, que sea accesible, fácil, amigable y sobre todo natural para que la gente le pierda el miedo y después haga su propia investigación sobre la moneda que cada uno quiera elegir", añadió.
Por otra parte, hizo hincapié en que es una criptomoneda gratuita que no se vende. “Nadie debería vendértela y jamás deberías pagar por ella”. E informó que se pueden obtener los “EDU solicitándolo en el sitio web oficial tkcoin.org".
Criptomoneda local
Cassina agregó que tiene otro proyecto personal “TKCoin” (TIK), y que en él se animó a pensar en pesos “para empezar a generar una movida local con respecto a nuestra moneda”. Detalló que cuando se hacen operaciones con criptomonedas se tienen en cuenta “las subidas y las bajadas, que si bien en porcentuales son mínimos, en valores nominales son altos”. “Bitcoin puede variar hasta 10.000 dólares en un día”, aclaró, y ejemplificó que alguien, para pagar un kilo de asado o café, está mirando cuánto valen en ese momento las monedas para sacar una mayor ganancia.
“Como se especula mucho con eso, la idea principal fue hacer una moneda vinculada al peso, porque no me interesa que cotice, sino que sea fácil para la persona que la va a usar hacer su conversión, $10, son 10 tik”, indicó.
TIK es una una criptomoneda del tipo stablecoin (ligada a una moneda fiduciaria) que se consiguen en su página, y que está valuada en $1 peso argentino, “para que una vez que las personas hayan aprendido todo sobre el funcionamiento de la criptomoneda EDUCoin (EDU), puedan empezar a utilizarla y así evitar el uso de billetes entre familiares, amigos y cualquier participante de esa red”.
El proyecto original estaba pensado para incluir a niños desde los 12 años “porque la idea era apuntar a los colegios para que los alumnos puedan comprar cosas en el kiosco, hacer fotocopias y adquirir cartillas sin tener que utilizar el dinero físico y para que los chicos y la institución aprendan mientras los padres pueden tener un cierto control de los gastos de sus hijos”. De esa manera, un padre podría enviar tik virtuales a su hijo a una billetera también virtual para que acceda a lo que necesita en ese momento y saber en qué lo gasta específicamente.
¿Cómo se participa?
Los EDUCoin se solicitan ingresando a la página tkcoin.org y seguiendo las instrucciones. Esas monedas se almacenan en una billetera TKWallet, que se descarga a través de Google Play Store o de Apple Store. Es necesario tener la billetera para poder recibir las EDU.
Para avanzar en el conocimiento e ir instruyendo de manera online, Cassina creó una comunidad en Telegram a la que ingresan todos los que se inscriben y comienzan a aprender en EduCity, “una ciudad en donde la gente puede hacer pagos virtuales para que vean que cada una de las billeteras a donde van sus fondos tiene un balance y es transparente, porque también apuntamos a eso, a demostrar que se pueden hacer y gestionar gobiernos y negocios abiertos y transparentes”.