Tras el dictado de la condena a 3 años de prisión condicional y seis de inhabilitación para el comisario Carlos Rodríguez, enjuiciado por golpear con un palo a un hombre que estaba demorado en la comisaría 2°, se conocieron los fundamentos de la sentencia que fueron valorados por la querella de la Cátedra de Criminología de Derecho de la UNR. "Se hace un reconocimiento a lo que como querella hablamos, de cuán difícil es litigar estos casos; además plantea que si no hay acompañamiento en estos casos no hay denuncia y valora el testimonio de la víctima", resumió Enrique Font, titular de la Cátedra sobre los puntos salientes del fallo.

El caso que llegó a juicio el mes pasado tiene que ver con un hecho de apremios policiales del año 2015, cuando se le imputó a Rodríguez haberle pegado con un palo de un metro y medio a uno de los hombres alojados en la seccional, donde era jefe.

Según expresa la resolución de la jueza Hebe Marcoliese, Rodríguez "cometió comportamientos dolosos, tanto en la imposición de severidades, al mantener al detenido sin agua, sin baño, sin ventilación, a oscuras (en un lugar) defecado y orinado, como también en la aplicación de vejaciones mediante apremios".

La Fiscalía solictaba 4 años de prisión; y la querella, 5 años. Víctor Ferrari relató, sobre el hecho del 4 de febrero de 2015, que el condenado le "decía que él era el jefe, que ahí se hacía lo que él decía", recordó sobre los insultos durante la golpiza. Font cuestionó que la pena no haya sido efectiva, y comparó el caso con el de la mujer que fue condenada por la jueza a prisión por tentativa de robo de una bicicleta.