La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas a prisión perpetua a cuatro militares del Batallón de Comunicaciones 601 de City Bell por los homicidios agravados de Arturo Jaimez y María Nicasia Rodríguez, militantes de Montoneros, y la privación ilegal de la libertad y la aplicación de tormentos de un niña de 12 años --hija de María Nicasia-- como parte de un ataque perpetrado contra una vivienda del barrio Unión Villa España de Berazategui el 6 de septiembre de 1977. Los represores condenados son Carlos Alberto Bazán, Francisco Fleba, Eduardo Arturo Laciar y Daniel Eduardo Lucero. El tribunal también confirmó por mayoría la absolución del ex subteniente de la Compañía B, Eduardo Enrique Barreiro.
Con la firma de los camaristas Mariano Borinsky y Javier Carbajo y de la camarista Ángela Ledesma, el máximo tribunal penal rechazó los recursos de las defensas de los condenados e hizo lugar parcialmente a los interpuestos por el fiscal general Hernán Schapiro y el auxiliar fiscal Juan Martín Nogueira, de la Unidad Fiscal platense que interviene en los juicios por crímenes de lesa humanidad, junto a la querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Además, por mayoría --votos de Borinsky y Carbajo-- Casación revocó las absoluciones que habían favorecido a los cuatro condenados por los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de dos personas menores de 10 años. Se trata de un niño de 10 años y de una niña de un año y medio edad --hijos de María Nicasia-- que, durante el mismo operativo realizado en la casa de Berazategui, fueron sacados junto a su hermana de 12 años, quien fue llevada a centros clandestinos de detención. Durante una semana los otros dos menores estuvieron en poder de la Policía bonaerense hasta que finalmente fueron entregados a su familia.
En ese sentido, Casación ordenó el reenvío de las actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de La Plata para que dicte un nuevo pronunciamiento en torno a la responsabilidad de los cuatro militares condenados.
"El operativo bajo juzgamiento fue parte indiscutible en la lucha antisubversiva desplegada durante la última dictadura militar en nuestro país; sin que las críticas de las defensas logren conmover lo así resuelvo", dice el fallo. El juicio oral por esos hechos se llevó a cabo en La Plata entre abril y noviembre de 2019. Al cabo del debate, fueron condenados a prisión perpetua Bazán, segundo jefe del Batallón de City Bell; Fleba, quien se desempeñó como oficial de Inteligencia en esa misma unidad; Laciar, oficial de Operaciones; y Lucero, subteniente de la Compañía B. El TOCF 2 de esa ciudad los condenó como coautores de los delitos de homicidio agravado por haber actuado con el concurso premeditado de dos o más personas en los casos de Jaimez y Rodríguez, y por privación ilegal de la libertad agravada por haber mediado violencia y amenazas y por su duración mayor a un mes e imposición de tormentos agravado por ser la víctima perseguida política en perjuicio de una niña de entonces doce años de edad. Asimismo, dispuso la absolución de Barreiro, por el beneficio de la duda.
Rodríguez, de 34 años, y Jaimez, de 22, fueron asesinados con múltiples disparos de armas de fuego durante un ataque perpetrado a la casa que habitaban junto a los tres hijos de la mujer. Ambos adultos militaban en Montoneros. Las niñas y el niño fueron encontrados por los militares en el baño de la finca atacada. Era el único recinto con paredes sólidas de la casa prefabricada. La niña mayor fue introducida en el circuito de centros clandestinos de detención y pasó por El Vesubio, Sheraton y el Regimiento de La Tablada. Sufrió abusos sexuales y fue torturada y obligada a señalar en la calle a compañeros de militancia de su madre. Su hermano de diez años y su hermana de un año y medio de edad estuvieron desaparecidos durante ocho días. En ese lapso, pasaron por diferentes dependencias policiales hasta que fueron entregados a sus familiares, tras una incesante búsqueda por parte de su padre. El cuerpo de Jaimez continúa aún desaparecido pero el de Nicasia Rodríguez fue recuperado en 2007 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en una tumba NN del cementerio de La Plata.