La recaudación tributaria registró una fuerte regresividad en el último año y medio, con impuestos que recaen cada vez más sobre el consumo y menos sobre sectores dedicados a la exportación y de mayor poder adquisitivo. El Centro de Economía Política (CEPA) realizó un informe que registró que la participación del IVA en la recaudación total aumentó 3 puntos porcentuales, en tanto que las retenciones al complejo agropecuario y minero marcaron una caída de 6 puntos. El documento menciona que este fenómeno de regresividad continuará en aumento en los próximos años por la promesa del Gobierno de seguir bajando las retenciones a la exportación de soja. Los investigadores especulan con que la reforma fiscal que estudia el Gobierno para 2018 podría reforzar la carga impositiva sobre los asalariados.
El IVA es un impuesto que paga el conjunto de los consumidores. Entre enero de 2016 y febrero de este año explicaron el 41,3 por ciento de la recaudación de la AFIP. La cifra fue del 38,3 por ciento para el promedio de los diez años anteriores. El informe del CEPA computó como otros tributos regresivos los impuestos sobre cuentas corrientes, combustibles líquidos y GNC, internos y adicionales de emergencia en los cigarrillos. El conjunto de estos cinco impuestos regresivos explicó el 59,4 por ciento de los ingresos de la AFIP a partir de 2016, cuando la cifra era de 55,3 por ciento hasta 2015, es decir un aumento de casi 4 puntos porcentuales.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, contrató a la liberal FIEL a comienzo de este año para que elabore una reforma fiscal. Recomendó una suba del IVA para reforzar la recaudación y acelerar la reducción del déficit fiscal. El funcionario prefirió no tomar esa propuesta para 2017 –año electoral– aunque quedó la puerta abierta para después de los comicios de medio término. En el Gobierno aseguran que es necesaria una reforma tributaria y, al igual que hace con la política monetaria, consideran como un horizonte razonable el caso de Colombia. El año pasado ese país aumentó en 3 puntos el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y redujo el impuesto sobre las ganancias de empresas y los dividendos que pagan los grupos exportadores.
Las recomendaciones de ampliar la base imponible a través de impuestos cobrados al conjunto de los consumidores y reducir los tributos vinculados a las empresas no es sólo una propuesta de FIEL sino que es la principal recomendación del grupo de análisis fiscal de la OCDE. Se trata de una organización que está compuesta por 35 países que cumplen requisitos financieros, fiscales y otras reglas de mercado, las cuales reducen en forma notable la autonomía de la política económica de los países miembros.
El macrismo confirmó que tiene la prioridad puesta en ingresar a este grupo lo más pronto posible. El ministro Dujovne presentó esta semana “El Plan de Acción Argentina y la OCDE 2016-2017” y aseguró que “tenemos un firme compromiso para ingresar a esta organización, lo que se va a convertir en un instrumento de refundación para el país y una herramienta para anclar y fijar de manera sustentable las reformas estructurales que el Gobierno está liderando e implementando”. Colombia transitó el mismo proceso tiempo atrás, solicitando un pedido formal de acceso a la OCDE como país miembro, y el último gran anuncio para acelerar la decisión de este organismo fue lanzar la reforma tributaria, subiendo el IVA y bajando el impuesto a la renta.