La falta de médicos especialistas para atender a la población del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, volvió a ser motivo de reclamo, esta vez por parte de uno de los dirigentes wichí de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP), luego de que su bebé de 8 meses fuera derivado al Hospital de la ciudad de Tartagal con la sospecha de que se había contagiado covid, pero terminó con un diagnóstico de bronquitis.

La denuncia de Tichil Mendoza fue tras la derivación de su hijo el sábado pasado, luego de que presentara problemas respiratorios. Fue atendido en el Hospital de Santa Victoria Este (SVE); en primer lugar, por una enfermera y luego por una médica clínica, quien decidió derivarlo ante la sospecha de que pudiera haber contraído la covid-19.

Para Tichil Mendoza, que ocupa el cargo de secretario en la UACOP, esta situación se generó por la falta de médicos especialistas que puedan hacer un diagnóstico certero de los pacientes en Santa Victoria Este, una situación que, afirmó, debería haberse zanjado si se hubiera cumplido con la promesa de más médicos especialistas para el Hospital victoreño. El compromiso del gobernador Gustavo Sáenz fue tras la marcha histórica que realizaron los miembros de la entidad originaria el año pasado. “Para todas las comunidades esta es una situación complicada porque se siente el abandono del gobierno”, aseguró.

Mendoza recordó que SVE fue declarada como una de las zonas de emergencia sanitaria sin que se pudiera ver en concreto cuáles son las implicancias de ello. Añadió que incluso siguen a la espera de la concreción del anuncio del gobernador de crear allí un Centro de Recuperación Nutricional, dado que “no pusieron un solo ladrillo”. El anuncio se hizo el 6 de marzo pasado.

Afirmó que hoy no tienen "Rayos X en el Hospital, pese a tener un radiólogo. Tampoco tenemos un laboratorio para evaluar los casos de emergencia”. Consideró que en épocas de pandemia estas herramientas deberían considerarse imprescindibles, además de la necesidad de contar con más profesionales que puedan hacer frente a los trabajos que esta situación involucra.

Por otra parte, el referente detalló que las camas del hospital victoreño se encuentran “en malísimas condiciones. Los baños sin agua o sin agua caliente al menos. La dieta alimentaria es un desastre”, todas ellas situaciones que “hacen dudar a la gente al momento de ser hospitalizados”.

Y pidió que no envíen más “médicos pasajeros que se quedan dos o tres días, y se van, y después hay que estar buscándolos”. En este punto reclamó, una vez más, el cumplimiento de la Ley de Salud Intercultural, que sigue sin ser reglamentada en Salta, y que permitiría a las comunidades originarias contar con un mejor acceso a la salud.

“Hay cuatro médicos”

El gerente del Hospital victoreño, Ariel Sosa, afirmó que en este establecimiento sanitario hay cuatro médicos que “salen a terreno”, y contienen a la población afectada por la pandemia. 

Sosa entendió que el malestar de Mendoza tuvo que ver con el hecho de que debido a las remodelaciones que se realizan en el hospital tartagalense, se dejó al niño internado en una Sala de Internación Abreviada (SIA), hasta dar un diagnóstico certero respecto del problema respiratorio.

En lo que va de este año, son 58 los casos positivos para covid en SVE, y cuatro los fallecimientos. Además, ayer había aisladas unas 51 personas. A este panorama se añade la circulación del dengue en la zona, y al menos tres casos de corona-dengue, es decir, en los que coexistieron ambas patologías en un mismo paciente. Frente a la situación epidemiológica de Tartagal, en donde durante este año se notificaron ya 499 casos, el temor expresado por Mendoza es que estas derivaciones los puedan exponer a un contagio en la ciudad norteña.

Por su parte, Sosa aseguró que se continúa con la campaña de vacunación contra la covid-19 y ya se está alcanzando a pobladores de 40 años o más sin ninguna patología.