Con casi el 99,8 por ciento de los votos escrutados, el candidato a presidente de Perú Libre, Pedro Castillo, ya habló como triunfador del ballottage celebrado el último domingo, aunque luego de 48 horas el órgano electoral, la ONPE, todavía no se pronunció oficialmente. En el escrutinio, el profesor rural se impone con 50,20 por ciento de los votos sobre la líder derechista Keiko Fujimori con 49,7 por ciento.
"Seremos un gobierno respetuoso de la democracia, de la Constitución actual y haremos un gobierno con estabilidad financiera y económica", dijo Castillo la noche del martes desde un balcón ante cientos de seguidores que se congregaron en su local partidario del Paseo Colón, en el Centro de Lima.
"Quiero expresar a nombre del pueblo peruano a las personalidades de diferentes países que hoy en la tarde han venido expresando el saludo al pueblo peruano", agregó el candidato presidencial en alusión a mensajes de "embajadas y gobiernos de América Latina y de otros países".
La página web de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) por el momento registra que cuando aún resta escrutar el 0,205 por ciento de los sufragios, Castillo obtiene el 50,206 por ciento frente a Fujimori, que logra el 40,974 por ciento y se ubica a apenas 71.764 votos de diferencia con 18.576.753 sufragios emitidos.
Keiko, exlegisladora e hija del exdictador encarcelado Alberto Fujimori, denunció este lunes por la noche "indicios de fraude". "Hemos notado que ha habido una estrategia de Perú Libre para distorsionar los resultados que reflejen la voluntad popular y me estoy refiriendo al proceso de impugnaciones de actas, donde la mayoría de estas tratan de evitar que tienen mayor votación contra Fuerza Popular, no se han contabilizado", acusó la candidata de la derecha.
Sin embargo, sus denuncias fueron rápidamente desmentidas por la ONPE e incluso la Misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) calificó el proceso de normal y transparente.
"Miente, miente, más de lo mismo: El Fujimorismo", tituló un comunicado del partido de Castillo emitido la madrugada de este miércoles donde señala que "no es un secreto la vieja práctica del fujimorismo sobre fraudes electorales". El texto alude a la elección presidencial de 2016, cuando Fujimori perdió ante Pedro Pablo Kuczynski por un estrecho margen: 50,12 a 49,88 por ciento.
Álvaro Vargas Llosa, hijo del premio Nobel de literatura y excandidato a presidente Mario Vargas Llosa, se quejó en sus redes sociales de que el diario ABC proclamó “un triunfo prematuro” de Castillo. “Como acabo de explicarles, quedan por revisar 5 veces más votos de los que Castillo le lleva a @KeikoFujimori en el escrutinio. Que bufonescamente se autoproclame, no lo hace aún ganador", escribió en su cuenta de Twitter.
El recuento de votos
El avance del escrutinio disminuyó el martes porque la autoridades electorales esperan las actas de las mesas en el extranjero, que la ONPE ya había advertido que llegarían “mayoritariamente” entre el martes y el miércoles, sobre todo aquellas procedentes de países más alejados.
En el exterior, Fujimori consigue hasta ahora el 66,48 por ciento de los sufragios frente al 33,51 por ciento de su rival, con el 89,47 por ciento de estas mesas escrutadas. En la comunidad peruana argentina, la candidata de derecha logró imponerse con el 57,3 por ciento (24.454 votos).
Aún así, el analista político Hugo Otero dijo a la agencia AFP que “remontar esa diferencia” que Castillo logró sobre Fujimori “va a ser muy difícil”. “Deben quedar más votos por contar en Perú que en el extranjero", afirmó.
Según Otero, la ONPE todavía debe contabilizar poco menos del 2 por ciento de las mesas de sufragio de Perú, la mayoría de zonas remotas que pueden aportar a Castillo más votos que los que faltan del exterior.
"Creo que Castillo va a ganar, pero hay que esperar hasta que la ONPE dé el resultado oficial", expresó Otero.
En el conteo hay una marcada diferencia entre las zonas urbanas y rurales: en la región andina de Cusco Castillo logró el 83 por ciento de los votos, mientras que en Puno, a orillas del lago Titicaca, obtuvo el 89 por ciento. En estas zonas predominan las poblaciones quechua y aymara, respectivamente.