El resultado electoral de Perú fue un empate infartante entre el maestro rondero Pedro Castillo, de Perú Libre, que superó por una pequeña pero decisiva diferencia (50.3% contra 49.68%) a la candidata de Fuerza Popular Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori –que había llegado a la presidencia en 1990 derrotando electoralmente a Mario Vargas Llosa aunque dos años después cerró el Congreso y gobernó con el Ejército de su lado.

El escritor, sin embargo, le dio un importante espaldarazo a Keiko. Vargas Llosa no sólo la avaló explícitamente, también la invitó a una reunión en Quito de la Fundación Internacional para la Libertad en la que estuvieron presentes el ex presidente español José María Aznar, y el líder golpista venezolano Leopoldo López (entre otros integrantes de esa internacional terrorista, convocados para el acto de asunción del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso). El presidente de Colombia, Iván Duque, había prometido su presencia, aunque finalmente faltó a la cita. Tampoco pudo estar Keiko. Intervino de manera virtual, ya que está siendo juzgada bajo la figura de lavado de dinero por haber recibido --dentro de la “Operación Lava Jato”-- aportes millonarios de la constructora brasileña Odebrecht, y del principal grupo financiero peruano Credicorp, en las elecciones de 2011 y 2016.

Pareciera que la enorme creatividad del Premio Nobel de Literatura, se termina a la hora de la lucha política. En su apoyo a Keiko Fujimori repitió el libreto de la derecha continental: "En caso que Castillo ganara la segunda vuelta, sería una verdadera catástrofe para el Perú”. Volvió a hablar del fantasma del populismo, del comunismo. Que Perú no sea Venezuela, Cuba. El miedo como argumento. La libertad de Vargas Llosa no se preocupa de las acusaciones al fascismo por los desaparecidos, por los asesinados, por 10 años de dictadura.

Más allá incluso de que Keiko Fujimori está acusada judicialmente de corrupción, para las feministas comunitarias y populares del Perú, hay temas tanto o más desgarradores. Por eso hicieron rodar un video para la segunda vuelta en el que apuntaban a desmontar el discurso “de mujer a mujer”, con el que pretendió captar el voto de las mujeres.

Te conocemos Keiko. Tu "mujer a mujer" es otra artimaña para engañarnos a elegirte presidenta. Pero nosotras sabemos qué hicieron, como fujimoristas, tu padre, tu bancada y tú contra las mujeres: Sabemos de las esterilizaciones forzadas a miles de mujeres campesinas quechua hablantes, que llamas ahora “planificación familiar”. O de los proyectos extractivos que con la Constitución de los 90 trajeron más violencia de género en los territorios. Sabemos también cómo cooptaron y destruyeron nuestras organizaciones de bases. O cómo blindaron jueces corruptos que liberaron violadores de niñas. Sabemos cómo, durante años, impidieron leyes para enfrentar la violencia contra las mujeres y comunidades lgbtiq, sólo porque tenían la palabra género. Una mujer como tú no nos representa. Sólo representas a los sectores e intereses de poder de las derechas conservadoras, fundamentalistas, neoliberales, narcos y extractivistas que, como aquí en otros países de la región, quieren capturar el Estado para ganar más a costa de la gente. Una clase corrupta y mafiosa a quienes no les interesa realmente lo que vivimos las mujeres y diversidades de nuestros pueblos. Nosotras tenemos memoria y dignidad. Por justicia, y porque amamos al Perú, a nuestra tierra, pueblos y barrios, a nuestras organizaciones, familias y comunidades, te decimos: No Keiko, No serás la primera presidenta mujer en el Perú. De Warmis a Warmis (de mujeres a mujeres en quechua), en Perú y toda Abya Yala, cerremos filas a los fujimorismos y escribamos nuestra propia historia. Hermanas: La esperanza y la lucha antipatriarcal hoy la escribimos con lápiz. ¡Pedro Castillo Presidente!”

Por qué las feministas comunitarias votaron a Castillo

Pedro Castillo es un maestro rondero, que dio la sorpresa saliendo primero en la primera vuelta, con un 18% de votos. Utilizó como emblema un lápiz, símbolo de su tarea educativa en las zonas rurales.

Los ronderos y ronderas son parte de las comunidades organizadas en Rondas Campesinas, encargadas de cuidar los territorios e impartir justicia consuetudinaria. Fueron creadas por los campesinos de Chota, en 1976, con el primer objetivo de defenderse del abigeato y la delincuencia en sus territorios. Ante la falta de presencia institucional del Estado, estas tareas se fueron ampliando a todos los ámbitos y miembros de la comunidad, para el cuidado general del territorio. Las rondas se convirtieron en autoridades que comenzaron a impartir justicia en la comunidad.

Mujeres quechuas el día de la votación 

Las comunidades se reúnen en asambleas y eligen por quorum y a mano alzada a los miembros de las rondas. Una parte de las feministas comunitarias participan de ese modo de organización autónoma, asamblearia, de base, que hace ejercicio del poder popular. Ellas incorporaron también como tareas el cuidado del territorio cuerpo, desde una perspectiva emancipatoria más profunda.

Lourdes Contreras, dirigente de la Marcha Mundial de las Mujeres Macronorte Perú, nos cuenta: “Pedro Castillo es un profesor de un pueblito que se llama Puña, que está en Chota, Cajamarca, a dos horas de mi pueblo, cuna de las rondas campesinas. Fue conocido a nivel nacional cuando dirigió la Huelga Nacional del Magisterio en el 2017. Fue en aquellas épocas elegido dirigente por las bases sindicales”. Explicando por qué le han dado su apoyo, Lourdes señala: “Nuestra organización está formada por diferentes compañeras de base, ronderiles, mujeres, feministas, comunitarias, populares. Nosotras somos ronderas, y las luchas en nuestros territorios las vivimos día a día. Somos conscientes que hemos sido relegadas históricamente. El surgimiento de Castillo se da dentro de esos procesos. No es que haya nacido de la primera elección, la primera vuelta, para nada. Castillo había venido haciendo un proceso de articulación con las rondas desde hace mucho tiempo. En una asamblea apostamos a asumir el respaldo a la candidatura de Pedro Castillo, porque es lo más cercano que tenemos en nuestros territorios, en nuestros procesos de lucha. Es un rondero, y sabemos que si llega al poder responderá a las rondas, y que si no lo hace lo haremos llamar a nuestras asambleas para que responda. Somos conscientes de lo que significa para las mujeres apostar por Pedro Castillo, porque lógicamente su vida también está atravesada por el sistema patriarcal y machista. Nosotras no desvinculamos en nuestras luchas, nuestros cuerpos, tierra, territorio y en el marco de estas luchas sabemos que para enfrentar al sistema patriarcal, la única manera que lo podemos hacer es como organización y desde abajo. Entonces no esperamos que los cambios sucedan por la posición de Pedro Castillo, pero sí por nuestros ánimos de incidencia y fuerte organización como mujeres, porque creemos que al menos ahí con Pedro Castillo hay una apertura al diálogo con las organizaciones y con el movimiento, y no nos va a dar la espalda. Sabemos que hay una izquierda tradicional que nunca respondió a nuestras existencias, y no recogió nuestras luchas y resistencias desde nuestros pueblos, que enfrentamos al extractivismo minero, agroexportador, petrolero. Paradójicamente, desde estos pueblos estamos dando el voto a Pedro Castillo, es en estos territorios donde está ganando Castillo, donde estamos enfrentando a este sistema extractivista, para nosotras patriarcal, machista, que opera en nuestros territorios, en nuestros cuerpos”.

Mar Daza Quintanilla, desde el feminismo comunitario de la izquierda anticolonial, comparte su mirada sobre la apuesta electoral: “Pedro Castillo, profesor rondero, campesino, ha tenido a lo largo de su campaña una de las propuestas de cambio que más ha aglutinado a diversos territorios, organizaciones, fuerzas vivas sociales. Es el cambio de la Constitución de los 90, la Constitución de la dictadura fujimorista, que hasta el momento nos ha traído más empobrecimiento, explotación, saqueo, pérdida de soberanía, vulneraciones de diverso tipo a los Derechos Humanos y también de la naturaleza. Es la Constitución que ha impedido que durante años como país saliéramos de ésta situación económica de dependencia como economía primario exportadora, pero también que faculta y favorece a los intereses de sectores empresariales nacionales como trasnacionales, que lo que han hecho hasta el momento ha sido mercantilizar todo, privatizar todo, hacer negocio de todo, hasta de nuestras propias vidas, y más aún ahora en pandemia. Queríamos esos cambios, tenemos la esperanza de vivir, de hacer posible esos cambios de fondo, y por eso optamos en este último tiempo electoral por Pedro Castillo, porque se ha comprometido con esas propuestas de transformación. Castillo es evangélico, y eso influye en la manera como aborda algunas situaciones sociales, y en las ausencias o desconocimientos que tiene de algunas otras cosas. Hemos criticado fuertemente algunas de sus declaraciones sobre temas importantes de la agenda feminista. Pero sin desconocer sus falencias, las críticas que podemos tenerle a la manera como aborda diversas situaciones, por su proveniencia social, gremial, -incluso el tipo de gremio que tiene de izquierda- y también por lo religioso, lo que hemos visto es que sí dialoga, y se ha comprometido públicamente a que independientemente de lo que él cree, todas estas exigencias profundas de cambio, incluyendo la de mujeres y lgtbi, entren en el proceso Constituyente”.

Un voto con memoria

Las feministas populares, comunitarias, han tenido que hacer pedagogía de la memoria a la hora de definir el voto. El triunfo de Keiko llegaría con el pan bajo el brazo: el indulto para Alberto Fujimori y para la misma Keiko, quien estuvo presa durante un año en el 2019 por lavado de dinero y corrupción. Subraya Lourdes Contreras: “Keiko es la encarnación para nosotras de todas estas políticas neoliberales de muerte que destruyen nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestras tierras, nuestros territorios, y el mismo sistema que ha sido instalado por su padre en la dictadura de los noventa y en la constitución del 93. En la que ella fue primera dama y también fue cómplice de todas las detenciones forzadas a nuestras compañeras, a nuestras hermanas, de los asesinatos a líderes, a ronderos, ronderas, a estudiantes, de todas las persecuciones y destrucción de nuestras organizaciones sociales, de la privatización de la vida y de todos los sistemas que garanticen una vida digna a nuestro país. Eso es lo que realmente significa Keiko para nosotros, para los pueblos oprimidos y que estamos ahora en resistencia”.

Analiza Lourdes Contreras que Keiko llegó a ese nivel de votantes, no por la convicción del pueblo, sino por el miedo del pueblo. “Creemos nosotros que es el miedo a su libertad y no saber qué hacer con ella. Nosotras estamos problematizando la importancia de recuperar la educación popular en nuestras organizaciones, en nuestros pueblos, construir con el pueblo y encaminarnos en un proceso de asamblea popular constituyente, plurinacional, paritaria, soberana, ecológica, diversa. Es lo que nosotros y nosotras aspiramos”.

Un país plurinacional

Otro de los aspectos que se puso de manifiesto con la candidatura de Pedro Castillo, es el Perú oculto. El del campo, de los bosques, de los barrios empobrecidos. Llama la atención Lourdes Contreras: “Perú es un país diverso, plurinacional y esta plurinacionalidad está siendo representada por Castillo. Los votos reflejan esto, porque solamente en cinco regiones gana Keiko y en las demás regiones andinas, regiones que estamos resistiendo, está ganando pues Pedro Castillo”.

Advierte a su vez Nury García: “Estamos en vigilia, pues Keiko Fujimori seguirá intentando afectar el proceso y dar una especie de golpe legal. Para ello, por supuesto que cuenta con el respaldo de los poderes fácticos y hasta se dice que de cierta parte de las fuerzas armadas. Como hizo en pasadas elecciones, su venganza será deslegitimar a un posible gobierno de Pedro Castillo y obstaculizar la realización de los aspectos fundamentales de su propuesta. Dicho sea de paso, hay que tener en cuenta que Fujimori y aliados ocupan la mayoría de las curules en el Congreso. Lo que se viene pues es preocupante. Somos los pueblos quienes estamos dándole y dándonos una oportunidad. No queremos que gane una mafia que constitucionalizó el neoliberalismo en el país, que lo vendió, lo remató, que aniquiló las instituciones democráticas, que asesinó, secuestró, torturó y esterilizo a cerca 700.000 mujeres. No queremos más a la justicia herida de muerte, no queremos un narco-Estado, porque eso sería el fujimorismo como gobierno y seguir siendo su territorio mercancía. Somos los pueblos organizados que con esperanza queremos escribir una historia diferente, queremos un gobierno diferente, un buen gobierno, un mandar obedeciendo hasta que la dignidad se haga costumbre. ¿Por qué decimos rondar el voto? Los ronderos y ronderas son parte de las comunidades campesinas e indígenas en el país. Están encargadas y encargados desde mucho tiempo atrás de cuidar los territorios y de impartir justicia consuetudinaria. Las mujeres ronderas también cuidan los territorios cuerpos. Ahora nos toca defender el voto y la voluntad popular”.

Frente a la amenaza de fraude, los ronderos/as se están movilizando por estas horas hacia Lima, para ser parte del pueblo organizado que defiende la voluntad popular. La historia está abierta, pero la escriben a lápiz los pueblos.