Human Rights Watch (HRW) presentó este miércoles un primer y duro informe en el que denuncia "abusos gravísimos" de la fuerza policial en el contexto del paro nacional que vive Colombia desde el pasado 28 de abril. La ONG acusa a la policía de estar presuntamente implicada en 20 homicidios en medio de las masivas protestas contra el presidente Iván Duque, y destaca que el gobierno "debería tomar medidas urgentes para proteger los derechos humanos e iniciar una reforma policial profunda". El documento está basado en entrevistas a más de 150 personas en 25 ciudades colombianas e incluye a víctimas, familiares, testigos presenciales, funcionarios judiciales y del gobierno de Duque, entre otros.
En el informe, HRW afirma haber recibido denuncias creíbles sobre 68 muertes ocurridas desde el inicio de las manifestaciones. "Hasta ahora hemos confirmado que 34 de estas muertes ocurrieron en el contexto de las protestas incluidas las de dos policías, un investigador judicial y 31 manifestantes o transeúntes. Personas armadas vestidas de civil también han atacado a manifestantes y han causado la muerte de por lo menos cinco de ellos", sostiene la ONG.
El organismo de derechos humanos dice tener evidencia que apunta a que la policía mató a 20 de esos manifestantes en el mes y medio que va del paro; 16 de ellos con armas de fuego, tres por el uso indiscriminado de armas menos letales como gases lacrimógenos y uno por golpiza. HRW señala además que la cifra del ministerio de Defensa de más de 1.100 manifestantes heridos podría ser más alta, ya que no todos los casos fueron reportados.
Por otra parte, advierte que más allá de la estimación de la Fiscalía, que señala que 1.136 personas fueron detenidas, al menos 5.500 más fueron privadas de su libertad utilizando una figura que le permite a la policía "trasladar" a individuos a centros de detención para su supuesta protección. En cuanto a la cifra de desaparecidos, la de HRW alcanza las 419 personas, de las cuales 309 ya fueron localizadas.
HRW ve con buenos ojos la iniciativa de Duque para reformar al cuerpo policial, aunque considera que algunas medidas son "cosméticas" al no apuntar a una transformación de fondo. La organización recomienda transferir la policía del ministerio de Defensa al ministerio del Interior o a un nuevo ministerio de Seguridad, como ocurre en otros países de América latina.
"La policía sigue actuando con una cultura de conflicto armado, con unos procedimientos que no son precisamente de cercanía con la ciudadanía", explicó el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, en una rueda de prensa virtual. Para Vivanco, el presidente Iván Duque ha sido "lento y no ha estado a la altura de la necesidad de condenar en términos inequívocos las violaciones gravísimas de los derechos humanos" por parte de uniformados.
Insistir en que se trata de "manzanas podridas" es "un error" y un "esfuerzo por minimizar" que "no ayuda a promover una reforma de fondo" en la fuerza pública, subrayó Vivanco. También pidió aportar pruebas sobre la responsabilidad de las disidencias de las FARC y la guerrilla del ELN en los disturbios, ya que esa afirmación del gobierno genera "más rabia en aquellos que protestan" y los "estigmatiza".
Con un conflicto armado que lleva más de medio siglo, Colombia enfrenta un movimiento inédito de protesta compuesto en su mayoría por jóvenes que exigen un cambio de rumbo al gobierno, una profunda reforma de la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos, sociales y sanitarios del coronavirus.