El colectivo organizaciones ambientalistas Paren de Fumigarnos, envió una nota a la diputada provincial Érica Hynes (Frente Progresista), titular de la comisión de Medio Ambiente de la Cámara baja en la que le solicitaron una vez más el “urgente tratamiento” del proyecto para modificar la ley 11,273, que regula el uso de fitosanitarios en territorio santafesino. El pedido se ubica en la extensa campaña para modificar la ley vigente que data de 1995, el año anterior a que se aprobara a nivel nacional el cultivo de la soja transgénica y su “paquete tecnológico” de productos asociados. Pese a ello, todos los intentos por un cambio en resguardo de la salud de la población han naufragado en la Legislatura. “Estamos dispuestos a debatir en la Cámara de Diputados, y ver el recorrido del tema en el Senado”, respondió ayer Hynes.
En tanto, el referente ambientalista Carlos Manessi recordó que el proyecto que modifica la ley de fitosanitarios ingresó en julio del año pasado, y de ahí no salió más. "En este momento el proyecto de regulación de fitosanitarios está cajoneado, lo presentamos por quinta vez, y ya va un año que está allí, en Diputados. La diputada Hynes tiene la llave para que se abra el tratamiento de ese proyecto”, explicó.
Destacó que “la actual ley que rige los agroquímicos en Santa Fe es de 1995 y está desactualizada. No contempla las nuevas tecnologías en la producción agraria, como la soja transgénica. Lo que planteamos es 1500 metros libres de fumigación alrededor de cada pueblo, de cada escuela, de los humedales y de cada industria. Pedimos que se prohíban las fumigaciones aéreas porque no hay forma de controlarlas”.
Hynes -ex ministra de Ciencia y Tecnología del último gobierno del Frente Progresista- aclaró que el proyecto perdió estado parlamentario. "Ahora podemos debatir el proyecto actual. Estamos dispuestos a hacer ese recorrido y ver la continuación de ese debate en el Senado”. Y amplió: “Mi mirada es más compleja, creo que tenemos una discusión pendiente con los agroquímicos. A nivel nacional se dice cuáles agroquímicos están permitidos, la provincia controla y los gobiernos municipales tienen a su cargo el ordenamiento de los territorios”.
La ex ministra sostuvo: “Estamos entre los países con una tasa de uso más elevada de la media. Las distancias pueden ser una simplificación, tenemos que discutir que se produzca más y mejor desde el campo, y también cuidar la salud de las personas, que no se contamine el ambiente”.
En tal sentido, Hynes -quien además es licenciada en química-, remarcó que “muchas sustancias se comercializan para matar las plagas, la concentración de esos químicos es lo que hace que sean tóxicos o no. Si bien el glifosato se aplica más, todos los componentes químicos pueden ser tóxicos, el punto es la dosis en que se concentra para la fumigación”.
La legisladora subrayó: “Debemos ir hacia una mayor seguridad y por la no contaminación, pero no todo es blanco o negro, para mí el análisis ambiental tiene que ir de la mano con la salud, pero no se puede olvidar el aspecto económico y productivo”.