Un programa de intervención sostenida impulsado por investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet logró eliminar a la vinchuca y la aparición de casos de enfermedad de Chagas en Pampa del Indio, un municipio de Chaco ubicado 214 kilómetros al noroeste de la capital provincial, informó este viernes la Agencia CyTA-Leloir.
El logro del programa, reportado en la revista internacional PLoS Neglected Tropical Diseases, fue el resultado de una articulación entre investigadoras e investigadores y el sistema local de salud, la comunidad educativa y la comunidad en general, además de contar con el apoyo de los gobiernos local, provincial y nacional.
La iniciativa comenzó en 2007 con el objetivo de suprimir la infestación de las viviendas con las vinchucas Triatoma infestans (principal vector del Chagas en el sur de América del Sur) e impedir que se produjeran nuevos casos humanos en este municipio con 1.446 casas rurales habitadas por miembros de la comunidad Qom y criollos donde el Chagas era endémico.
Las acciones incluyeron estudios serológicos (de anticuerpos) para detectar a las personas infectadas con Chagas al comienzo del programa y en 2017, acciones de erradicación de la vinchuca en los hogares y tratamiento con pastillas parasiticidas a los menores de 18 años principalmente.
A los perros también se les hizo estudios por ser potenciales reservorios del parásito Trypanosoma cruzi y funcionar como "termómetros". "Cuando hay perros infectados en una vivienda, hay mayor riesgo de que se infecten las vinchucas y los habitantes a través de ellas", explicó Victoria Cardinal, investigadora del Laboratorio de Eco-Epidemiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (Iegeba), que depende del Conicet.
Del estudio participaron 410 personas de 180 hogares y 492 perros de 151 hogares; y los resultados revelaron que la seroprevalencia de Trypanosoma cruzi en niños menores de 16 años cayó al 2,5% en 2017, lo que representa una disminución de 4 a 11 veces que antes de las intervenciones.
El trabajo también demostró que la transmisión congénita fue la fuente más probable del único niño seropositivo nacido después de la eliminación de las vinchucas que se detectó en el estudio.
"Casi la mitad de los mayores de 30 años estaban infectados al momento del estudio. Esto representaría una elevada carga de enfermedad a futuro y un eventual motivo de discriminación a la hora de buscar trabajo, ignorando lo que establece la Ley de Chagas (N°26.281)", dijo la investigadora, quien estimó que sin el programa habría habido en ese lapso 58 nuevos niños infectados a través de las vinchucas.
Por su parte, Ricardo Gürtler, director del proyecto y del Laboratorio de Eco-epidemiología de la UBA y del Conicet, señaló que "este trabajo demuestra que el control sostenido de las vinchucas en las viviendas complementado con una amplia movilización comunitaria y social logró interrumpir la transmisión vectorial en un área de alto riesgo y con elevados índices de pobreza y vulnerabilidad social".
"Este resultado alentador es muy relevante para los planes e iniciativas de control del Chagas nacionales e internacionales y es escalable a otros municipios de la región chaqueña", completó.
El programa contó con el apoyo de los programas de Chagas de la Nación y de Chaco; también participaron Gustavo Enríquez, Natalia Macchiaverna, Hernán Argibay, Alejandra Alvedro y María Sol Gaspe, del Conicet; y María del Pilar Fernández, una eco-epidemióloga argentina de la Universidad del Estado de Washington, en Seattle, Estados Unidos.
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