La dinámica impensada de la Covid hizo que el encuentro musical femenino pase de un “con” a un “sin” público en un rápido pase de manos. Pero lo que no cambió fue el lugar –el Galpón de Haedo--, y menos aún el espíritu: Georgina Hassan, Cecilia Gauna, Flor Giammarche y Sofi Alvarez, las protagonistas del encuentro, no le cambiaron ni un acento a la intención pese al frío stream que marca los tiempos. “Sentimos que apostar a un hecho artístico en este momento no resulta fácil pero sí necesario”, sostienen entre las cuatro. La cita entonces será este sábado a las 22, se podrá ver en el canal del mencionado Galpón, y lleva por nombre “Y sin embargo…”. Ellas explican el porqué: “Le pusimos así porque a pesar de los miedos, las heridas y el dolor, cantamos. Seguimos cantando”.
Las cuatro cantautoras tienen pensado hacer un set individual, y una juntada colectiva al final. En el caso de Gauna --pianista y cantora ella— la idea es estrenar Las cuatro estaciones, una especie de suite compuesta por cuatro canciones que la ex integrante del Coro Polifónico Nacional produjo junto a Emilia Vega. “Los cuatro temas hablan de sendos estadios en la vida de una mujer, hasta que llega el encuentro con la plenitud de su deseo”, cuenta Gauna, en cuyo pasado artístico se detectan grabaciones con Luna Monti y la Bruja Salguero, además de una tríada de osados discos: Non Stop, Aliento y Delfines. “Cuando la muerte ronda, cantamos por instinto vital… por aferrarnos a la vida con la voz, con nuestro canto y nuestras creaciones”, completa una de las cuatro.
Otra, la finísima guitarrista, compositora y cantante Flor Giammarche, prefiere centrarse en el espíritu de la juntada. “Estamos viviendo momentos muy dolorosos, de los que sinceramente no me puedo abstraer y tampoco busco hacerlo”, afirma la ex Aymama, con un disco solista en su haber llamado Tallovolar. “Me siento muy identificada con el título que le pusimos al concierto y su significado. Por supuesto extrañaba volver a tocar en vivo, vía streaming en este caso, y sobre todo hacerlo con otrxs. Y en este caso puntual, siento que es una propuesta artística interesante por la diversidad de sonoridades, matices e identidades propias, pero que a la vez se amalgaman”.
Giammarche habla de ella, y de las demás. De Sofí Alvarez, por caso, que toma la palabra en busca de anudar soledad y comunicación. “A veces hacer canciones puede volverse un trabajo solitario, ensimismado. A mí me pasa bastante seguido, y más en estos tiempos de pandemia. Pero la música siempre me devela su naturaleza conversada, compartida”, señala esta licenciada en letras que también toca la guitarra, compone, y canta. “Este concierto para mí es una oportunidad para hacer presente ese espíritu colectivo de lo musical. Por eso decidí cantar algunas canciones nuevas que son, cada una a su modo, invocaciones… llamados a otras voces amigas”, adelanta Alvarez, posada en un repertorio que será parte de su tercer disco, el sucesor de Borde.
Por su parte, la experimentada Hassan vuelve al principio. Al nombre del encuentro, básicamente. “Sentimos que tenía que ser ´Sin embargo´, porque cantar juntas, así, de esta manera, significa una bocanada de oxígeno”, dice ella a PáginaI12. “Cada una de nosotras tiene un modo de ver propio que se traduce y se vuelca en nuestra música, y la canción es un lugar de encuentro de esos mundos… un espacio donde podemos expandirnos y nutrirnos de otras miradas. Cantar juntas es poblar ese espacio, alimentar nuestro fuego”, señala la cantautora que, pese al profuso material que facilitan sus cuatro discos --Primera Luna, Como respirar, Tornasol, Madreselva--, se pliega al plan matriz de la juntada: estrenar canciones nuevas y cantar unidas. “Las cuatro estaremos presentando canciones nuevas que aún no fueron grabadas, pero, por sobre todo, las cuatro necesitamos la química de volver a cantar juntas”.