La Cámara de Diputados dio media sanción a dos proyectos largamente reclamados por el colectivo travesti-trans. Tanto el debate como la votación marcaron al detalle las diferencias entre los sectores políticos que respaldan o no la ampliación de derechos. Por caso, el Frente de Todos y otros bloques opositores aportaron la mayoría de votos para aprobar la Promoción de Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero. En este proyecto Juntos por el Cambio se dividió. Un grupo adhirió a la iniciativa a pesar de la férrea resistencia de otra parte del interbloque macrista, la mayoría varones, que se dividió entre el voto en contra, la abstención y la ausencia. Sin embargo, el macrismo no mostró fisuras al momento de rechazar la ley de Equidad en la Representación de los Géneros en los Servicios de Comunicación. Incluso hubo un grupo que intentó sin éxito vaciar el recinto para impedir su aprobación.

Avanzada la madrugada del viernes y tras un extenso debate, se votó el primero de los proyectos: la ley que busca darle trabajo formal travestis, transexuales y transgénero, una iniciativa que cosechó 207 votos a favor del Frente de Todos y legisladores de diversos bloques opositores, incluidos varios diputados de JpC.

El macrismo en este proyecto mostró sus fisuras y sobre todo fue el PRO el que encabezó el rechazo del proyecto. Fueron 11 diputados macristas (la mayoría hombres) que votaron en contra: Juan Aicega, Federico Angelini, Jorge Enríquez, Alejandro García, Osmar Monaldi, José Luis Patiño, María Carla Piccolomini, Dina Rezinovsky, Francisco Sánchez, David Schlereth y Pablo Torello. Hubo otros 7 que se abstuvieron (los PRO Héctor Baldassi, Javier Campos, Alicia Fregonese, Gustavo Hein, Humberto Orrego y Carmen Polledo, y el radical Luis Pastori). Pero la ausencia a la hora de emitir el voto también se puede considerar como un rechazo a la iniciativa y JxC tuvo 27 legisladores que prefirieron no dejar sentado su voto.

Más tarde, las diferencias fueron mucho más marcadas cuando los diputados debatieron y luego aprobaron la ley de Equidad en la Representación de los Géneros en los Servicios de Comunicación. Allí Juntos por el Cambio se mostró unido en el rechazo pero dividido en la estrategia porque un sector quiso vaciar el recinto con el argumento que los incentivos propuestos en la normativa “avanzan sobre la pauta oficial” que el Gobierno otorga a los medios de comunicación. Allí, el oficialismo y otros bloques aportaron 134 votos a favor. Pero la coalición macrista dividió actitudes para manifestar su rechazo: 9 diputados PRO se mantuvieron en la sesión para dejar constancia de sus votos en contra; otros 6 legisladores PRO dubitativos se mantuvieron logueados remotamente pero no emitieron el voto; mientras los restantes 100 diputados de Juntos por el Cambio abandonaron la sesión en forma presencial o se desconectaron.

Veinte minutos después, en la votación del articulado JpC buscó modificar su estrategia y quiso dejar sentado su “profundo” rechazo al artículo 8 del proyecto, donde se indica que “los servicios de comunicación operados por prestadores de gestión privada a los que se otorgue el certificado de equidad en la representación de los géneros tienen preferencia en la asignación de publicidad oficial”.

La polémica alrededor del artículo restó votos pero no evitó su aprobación. El FdT y unos pocos aliados sumaron 126 votos a favor. JpC aportó la mayoría de los 78 votos en contra (incluidos los diputados de Córdoba Federal), pero el grueso de los diputados del interbloque macrista no volvió al recinto ni a conectarse a la sesión. Las 2 abstenciones sobre este artículo fueron del lavagnista Consenso Federal.

Los argumentos

“No hay otro motivo del desempleo estructural de la comunidad travesti-trans más que su identidad de género”, aseguró la oficialista Mónica Macha al justificar la necesidad de aprobar la norma. La presidenta la comisión de Mujeres y Diversidad afirmó que “es la violencia patriarcal que se traduce en desigualdades, estereotipos, odios, exclusiones y discriminación” y las personas travestis-trans “son sometidas a una violencia estructural que articula género, clase y racismo social”.

Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, votó el proyecto y señaló que la ley “debe reconocer reparando el pasado de ausencia de ese Estado, los distintos tipos de violencia emanadas desde ese Estado, la encarnizada discriminación y estigmatización a las que miles de personas de este colectivo fueron expuestas con exclusión, cárcel y muerte”. Su exposición fue celebrada por el oficialismo y de parte de la oposición que estuvo a favor del proyecto, pero ninguneada por sus propios socios del bloque PRO.

La macrista Carmen Polledo argumentó su abstención en que “para acceder al empleo deba inscribirse en un registro de personas es dar un paso atrás, con el que gran parte de ese colectivo no está de acuerdo”, dijo y agregó que "existe una normativa de fondo que establece requisitos para el ingreso, impedimentos, y lo que traté de señalar en esa oportunidad es lo que hoy quiero reiterar y que me impide el acompañamiento”.

Su compañero de bancada, Alejandro García (PRO) leyó un párrafo del proyecto: “A fin de garantizar el ingreso y permanencia en el empleo no podrán ser valorados los antecedentes contravencionales”. Lo hizo para justificar su rechazo porque el Congreso "no puede definir sobre delitos buenos o malos". Carolina Yutrovic del Frente de Todos  le salió al cruce del diputado macrista: “los hechos de discriminación por identidad de género se han concretado históricamente en todos los ámbitos sociales y con diversas modalidades. Desde las instituciones y desde el conjunto social se establecieron mecanismos de regulación, de control y de represión hacia las personas travestis, transexuales o transgénero y los varones trans. Estas prácticas, sumadas a las condiciones de desigualdad y pobreza, imposibilitaron el acceso a derechos básicos como la identidad, la justicia, la salud, la educación, el trabajo y la vivienda”, afirmó la diputada fueguina.