La localidad cordobesa de Río Tercero estableció la realización de trabajos comunitarios para quienes participen de eventos clandestinos durante la pandemia de coronavirus basándose en el Código de Faltas.
El intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer (UCR), señaló que el objetivo es “prevenir y concientizar sobre la necesidad de la responsabilidad social ante un contexto sanitario complicado” a través de “medidas ejemplificadoras, disuasivas y de escarmiento”.
Si bien Río Tercero, situada en el departamento Tercero Arriba del valle de Calamuchita, no dictó una norma específica para la pandemia, resolvió que se apliquen multas a las infracciones contempladas en el Código de Faltas Municipal que rige desde 2007.
Esta norma sanciona con multas de entre $40.000 y $200.0000, arresto, trabajos comunitarios y asistencia a cursos educativos a quienes transgredan las disposiciones sanitarias y de seguridad e higiene, entre otras conductas que pueden afectar a la sociedad y a las instituciones, tanto públicas como privadas.
Ferrer precisó que la norma legal determina que la imputabilidad alcanza a los mayores de 16 años, mientras que en el caso de las infracciones cometidas por los menores de 16 la responsabilidad del cumplimiento de las sanciones recae sobre los padres, tutores y representantes legales.
“No se persigue un fin recaudador, sino la concientización a través del trabajo comunitario porque observamos que a pesar de las multas, hay conductas que se repiten, particularmente en los jóvenes”, aseguró el intendente.
En este sentido, explicó que la iniciativa de extender la norma a las fiestas clandestinas surgió porque se está registrando un marcado aumento de eventos ilegales.
Los infractores pueden optar por pagar la multa o permutar por trabajos comunitarios. Siguiendo esta línea, el funcionario adelantó que siete adolescentes que participaron en un evento reciente ya optaron por las tareas comunitarias, que consiste en trabajos de entre 10 y 15 horas, divididos hasta en siete jornadas, cuyas tareas son asignadas por el Departamento de Recursos Humanos.
“Hay buena aceptación de los padres y de gran parte de la sociedad hasta el momento”, destacó Ferrer. Río Tercero posee una población que ronda los 50.000 habitantes.
El pasado 8 de abril el Concejo Deliberante de la ciudad cordobesa de Villa María aprobó una ordenanza con características similares: sanciona con trabajo comunitario a los organizadores, promotores y participantes de fiestas clandestinas.