Tras la aparición en el mar del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann, la niña de seis años que estaba desaparecida junto a su hermana Anna en Tenerife, España, en las últimas horas se confirmó que la menor murió por un edema agudo pulmonar.
Mientras tanto, los investigadores llegaron a una dramática conclusión: el padre de las nenas las habría anestesiado con drogas para dormir antes de la tragedia. La Guardia Civil ya confirmó que en los cinco allanamientos que se realizaron en su casa hallaron varios blíster vacíos de pastillas.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) publicó este sábado el resultado de la autopsia realizada al cadáver de la pequeña, a la que se buscaba desde el 27 de abril, día en que desapareció junto a su padre, Tomás Gimeno, y su hermana Anna.
No obstante, los agentes están a la espera de otras conclusiones derivadas de los resultados de los análisis toxicológicos y biológicos que se han practicado para esclarecer por completo el crimen.
Los resultados de los estudios dan cuenta de una "muerte violenta, con etiología médico-legal compatible con homicidio, siendo la causa inmediata compatible con edema agudo de pulmón".
El vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Germán Peces-Barba, explicó que un edema pulmonar agudo se produce tras una intoxicación por envenenamiento respiratorio al inhalar algo tóxico y que "si hubiera sido un ahogamiento tendría que haber agua aspirada por vía pulmonar".
El cadáver de Olivia fue encontrado por un robot submarino de rastreo a mil metros de profundidad, dentro de una bolsa atada a un ancla. Asimismo, se halló otra bolsa de deportes, también amarrada al ancla, aunque vacía. Por otro lado, todavía continúa la búsqueda de su hermana Anna y de su padre, presunto autor de la muerte de ambas.
Las niñas desaparecieron el 27 de abril pasado. Al día siguiente, se halló el barco de Gimeno a la deriva y sin ancla. Ese día el hombre fue visto mientras embarcaba seis bolsas en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.
El caso se investiga como una de las violencias machistas: la violencia vicaria, por la cual se causa daño a la madre a través del sufrimiento de los niños. Desde 2013 han habido 39 casos así en España, cuatro de ellos en Tenerife. Salvo en un caso, todos los crímenes fueron fueron cometidos por los padres biológicos.
El asesinato ha levantado el dolor y la indignación en la sociedad española. Miles de personas se manifestaron el viernes en repudio del homicidio de la niñas y de la menor sevillana Rocío Caíz, asesinada por su expareja.
En Tenerife, donde vivían las dos menores secuestradas por su padre, cientos de personas volvieron a tomar las calles de la capital, Santa Cruz de Tenerife, siguiendo la movilización convocada por el Foro contra la Violencia de Género y la Plataforma Feminista 8M.