La identidad nacional siempre es un terreno en disputa, a veces, un campo de batalla. Por eso la gran pregunta ¿de dónde venimos los argentinos? es inseparable de ¿adónde queremos ir? De las diferentes respuestas posibles se implican divergentes proyectos políticos. El error del Presidente expresó un extendido sentido común sobre la supuesta blancura europea que caracteriza a la argentinidad.
Una investigación dirigida por el reconocido investigador del Conicet Daniel Corach arrojó resultados sorprendentes. Reflejando efectos semejantes a los detectados en otras regiones de América Latina asociados a los procesos históricos de la colonización, las muestras analizadas mediante la secuenciación del ADN permitieron demostrar que, en promedio, más del 50% de la población analizada pertenecía a linajes nativo americanos, siendo más preponderantes en las regiones Sur (66%) y Norte (67%) del país y menos marcados en la zona central (46%). El estudio también refleja la persistencia de otros linajes, como los africanos, que también vinieron en barcos, pero encadenados.
La desafortunada expresión presidencial debería servir como una oportunidad para terminar con esta ignorancia respecto de nuestras verdaderas raíces plurinacionales.
Es sorprendente que se siga narrando la historia argentina como un recorte donde la presencia de los pueblos originarios aparece como un lejano eco. Las investigaciones han aportado muchísima información sobre esas culturas prehispánicas, pero no se terminan de integrar con el relato general. La enorme mayoría de los españoles conquistadores que llegaron eran hombres. ¿Con quiénes procrearon su descendencia? Además de racista, el discurso europeísta es patriarcal, porque borra las huellas de esas mujeres indias. ¿Quiénes eran los sectores populares antes de la llegada de la gran ola inmigratoria? ¿Quiénes pelearon las guerras contra la monarquía española? ¿Por qué la declaración de la independencia se tradujo al quechua y aymara? El mestizaje fue una constante en todo el proceso de desarrollo de nuestras poblaciones. Lo sigue siendo.
¿Quiénes eran los “cabecitas negras” que llenaron la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945? Negros fue, y sigue siendo, el mote con pretendida superioridad blanca con el que se designa despectivamente a los sectores populares que tienen en el color de la piel el certificado de su procedencia.
Una conductora televisiva se pregunta ¿quién es el intendente de Villa Lugano?, porque su visión no le permite incorporar ese barrio a la blanca CABA. Otro comunicador se refiere al conurbano como África.
Gran parte de la antigua grieta que divide a la Argentina en proyectos antagónicos nace de esta raíz.
Muchísimos bajaron de los barcos, pero muchísimos no, y es hora de construir un proyecto de país con todos incluidos. Esto es lo que somos, no un crisol de razas, sino una riquísima variedad de tradiciones en busca de una identidad común integradora y respetuosa de las diferencias.