El coordinador nacional de la Tupac Amaru, Alejandro Garfagnini, dirigió una carta pública al bloque de Diputados del Frente de Todos para solicitarles que se solidaricen con la situación de Milagro Sala, a poco de cumplirse 2 mil días de su detención el 16 de enero de 2016. "No quiero repetir lo que ustedes ya deben conocer, lo que preciso ahora es que me ayuden a levantar la voz. Hay determinados momentos de la historia, en los que el silencio es cómplice del sufrimiento de los militantes", les pide en la misiva.
La carta se expresa de forma dura respecto de la actitud del gobierno nacional al lamentar que "a 550 días de un nuevo gobierno a nivel nacional es inadmisible que sigan habiendo presos políticos en el país" y condena la relación del Ejecutivo con el gobernador Gerardo Morales. "La democracia, en definitiva, no se traduce en sentar a Gerardo Morales en nuestra mesa. La democracia se traduce en dejar de tener presos políticos", apunta Garfagnini.
"No hay virtudes institucionales que exaltar en el feudo de Morales que justifiquen la fruición por edificar agenda compartida con el carcelero de mis compañeros", sentencia el coordinador nacional de la Tupa Amaru, que denunció en los últimos días dos acciones judiciales contra Milagro Sala como parte de la campaña electoral del mandatario jujeño de casa a las elecciones legislativas provinciales del 27 de junio.
La misiva de Garfagnini anuncia e invita a los espacios políticos de les diputades a participar de la acción que realizará la Tupac Amaru el 8 de julio próximo, cuando instalarán 2 mil carpas en la Plaza de Mayo, por cada día de detención de Milagro Sala. La acción se realizar del 6 al 11 de julio, con la participación de "todas las organizaciones del campo popular que quieran ser solidarios con nuestra lucha".
"Si adhieren al acampe, me lo hagan saber. Si adhieren a la denuncia sobre la persecución judicial, me lo hagan saber. Si adhieren a considerar un insulto acordar con los legisladores del carcelero , mientras mantienen en prisión a mis compañeros, les pido que levanten la voz, porque el silencio lastima", los señala el coordinador nacional de la Tupac en la carta en la que repasa todo el derrotero judicial que enfrentó Sala desde la asunción de Morales como gobernador.
"Las instituciones se defienden respetando las convicciones, no acordando con los legisladores del carcelero de mis compañeros para obtener dos brazos en alto en alguna efímera votación", denuncia un supuesto pacto legislativo Garfagnini en la carta.
La carta completa:
Queridos compañeros y queridas compañeras, diputades nacionales del Frente de Todes:
Les escribo estas líneas porque, como sabrán, la situación de mis compañeras y compañeros en los provincia de Jujuy se encuentra aún más amenazada, como si fuera posible tal circunstancia, después de 1978 días de prisión sufrida por Milagro Sala y de persecución constante sobre la libertad, la vida, la familia y la economía de cientos de tupaqueros en el feudo de Gerardo Morales.
El 8 de julio se cumplen 2000 días desde que fue detenida Milagro Sala. Desde el 6 al 11 de julio, las tupaqueras y tupaqueros vamos a instalar dos mil carpas en la Plaza de Mayo. Lo haremos junto a todas las organizaciones del campo popular que quieran ser solidarios con nuestra lucha y los invitamos a ustedes a acompañar, participar, o en su defecto, a no juzgar nuestras decisiones desde la superficialidad del análisis de la coyuntura.
Milagro Sala sigue presa desde el 16 de enero de 2016. Fue detenida sin más causa que haber iniciado un acampe ante la suspensión de los trabajos cooperativos que veníamos realizando durante años. Recién con su detención, Morales comenzó a fabricar una y cada una de las causas que hoy la siguen manteniendo en prisión luego de cinco años y medio.
El Poder Judicial de la provincia de Jujuy es una parodia de sistema judicial, ustedes lo saben bien. Miembros del Supremo Tribunal de Justicia investigados por apropiación de menores, otro por violación y una flamante incorporación que insulta cualquier idea de independencia. Ekel Meyer, el ex Ministro de Seguridad del actual gobernador, quien ingresara a la vivienda de Milagro junto a la Policía de la Provincia y le colocara las esposas por orden de Morales y la familia Blaquier, hoy es miembro pleno del más alto Tribunal de la provincia.
Pero no quiero repetir lo que ustedes ya deben conocer, lo que preciso ahora es que me ayuden a levantar la voz. Hay determinados momentos de la historia, en los que el silencio es cómplice del sufrimiento de los militantes. Soy de la generación, como muchos de ustedes, que sufrimos en las entrañas cuando en nombre del peronismo un Presidente abrazó a Isaac Rojas, verdugo de nuestros mártires de la resistencia peronista.
La democracia se defiende peleando, jamás administrando silencios. La democracia se hace sólida respetando la voluntad popular de la mayoría, no incorporando como propia la agenda de la minoría. Las instituciones se defienden respetando las convicciones, no acordando con los legisladores del carcelero de mis compañeros para obtener dos brazos en alto en alguna efímera votación.
La democracia, en definitiva, no se traduce en sentar a Gerardo Morales en nuestra mesa. La democracia se traduce en dejar de tener presos políticos. No hay virtudes institucionales que exaltar en el feudo de Morales que justifiquen la fruición por edificar agenda compartida con el carcelero de mis compañeros.
Se puede extraer litio en la Argentina, diseñando un proyecto integral que sea respetuoso de nuestra soberanía nacional, que involucre la industrialización de sus derivados y permita con esa riqueza estratégica diseñar un horizonte en el que la Argentina vuelva a ser una potencia productiva.
Se puede pensar el cultivo, industrialización y uso médico del cannabis, comenzando por la legalización, la promoción del autocultivo y la producción nacional de los derivados, que no termine en el negocio ilegal que montara el hijo de Morales al servicio de una multinacional norteamericana.
Nuestros compañeros gobernadores han administrado la pandemia con muchísima más dignidad que las postales horrendas que nos ofrece Gerardo Morales, como para justificar su silla y su participación fluida en cadena nacional.
De los 2000 días que lleva en prisión Milagro, 550 fueron durante nuestro Gobierno. El nuestro, el que militamos y votamos para poder cambiar la historia, para modificar de raíz un modelo que estaba diseñado para que los ricos se hagan más ricos y los pobres se hagan más pobres, para meter de lleno la voluntad política en el terreno de la persecución judicial que sufren nuestros compañeros y transformar ésta realidad hacia un horizonte de libertad y justicia efectiva.
550 días viviendo con una mancha imborrable en la ética y la moral de nuestra fuerza política.
No está la mano para que sigamos envueltos en silencios. Les pido que hablen. Ustedes que tienen representación institucional y voces potentes, les pido que denuncien la situación que atraviesan mis compañeras y mis compañeros, que denuncien la persecución política y judicial de la que son objeto, que intervengan en un Poder Judicial que está colonizado por la voluntad política de Gerardo Morales.
No son tiempos para acordar con el carcelero, como hacen algunos en nombre del peronismo en la provincia de Jujuy. Tampoco para pensar que la debilidad de Cambiemos se logra con la picardía de acordar con el verdugo de mis compañeros presos en Jujuy. Les pido que denuncien cualquier voto traficado en una mayoría circunstancial, porque ese voto que nos regala Morales es un día más de prisión de mis compañeros.
Que nadie se crea vivo por pensar que “traer” a Morales es debilitar a Cambiemos. Cambiemos se debilita si nosotros nos hacemos fuertes.
Y nos hacemos fuertes abandonando el relato de la escasez y distribuyendo la riqueza. Nos hacemos fuertes mejorando los ingresos y las jubilaciones, nos hacemos fuertes construyendo viviendas y generando laburo. Nos hacemos fuertes siendo bravos con los poderosos y teniendo fe en los humildes.
Fe en el pueblo, Fe en la militancia y Fe en nuestras convicciones. Así nos hacemos más fuertes.
Coco Garfagnini.