Científicos uruguayos prevén un aumento de contagios de coronavirus debido al pico de movilidad relacionado con el retorno a las aulas, que ya se está dando de forma escalonada. Además encienden las alarmas por el ingreso al país de la variante Delta, que duplica el riesgo de hospitalización en comparación a la anterior con predominio en Reino Unido. Luego de casi un año en el que Uruguay fue modelo para la región, los números de covid-19 empezaron a crecer hasta llegar a los casi cinco mil muertos actuales y un país teñido de rojo, según el índice de Harvard, al acumular más de 25 casos cada 100 mil habitantes en los últimos siete días. Un rápido proceso de vacunación invita al optimismo al gobierno de Luis Lacalle Pou, que se niega a cualquier tipo de confinamiento o cuarentena obligatoria.
El pasado siete de junio los alumnos de primaria de Montevideo, Canelones y Salto volvieron a tener clases presenciales y la movilidad subió a un nivel similar al que había cuando se llegó al récord de casos. Los científicos del Grupo Interdisciplinario de Análisis de Datos de Covid-19 (Guiad) coinciden en que el nuevo pico de movilidad responde al retorno de las clases presenciales. "Lamentablemente, prevemos un crecimiento importante del número de casos", indicó al diario El Observador el físico Nicolás Wschebor.
Pese a la gravedad de los pronósticos, el país se mantiene sin cuarentena. Desde el 23 de marzo rige la suspensión de espectáculos públicos y celebraciones con aglomeraciones, la restricción horaria de bares y restaurantes hasta la medianoche y la virtualidad de las clases. Sin embargo, desde mayo se desarrolla un calendario de progresiva incorporación a la presencialidad y se espera que, después de las vacaciones de julio, los Liceos (colegios secundarios) puedan reabrir sus puertas.
Con 336.470 casos, 4.956 personas fallecidas y un 75,7 por ciento de ocupación de los centros de terapia intensiva, la vida en Uruguay apenas se ve alterada más que en el sector público (donde rige el teletrabajo desde marzo pasado), en la cultura y en el turismo internacional. Pese al elevado número de casos y de fallecidos, recientemente reabrieron las tiendas libres de impuestos en la frontera seca con Brasil (freeshops) y los gimnasios y clubes deportivos.
El Ejecutivo de Lacalle Pou anunció que dejará de exigir la cuarentena obligatoria de siete días para los uruguayos o residentes que ingresen al país con las dos dosis de vacuna contra la covid-19 o un test PCR negativo. No obstante, las fronteras siguen cerradas al turismo y para los extranjeros no residentes, con excepciones por cuestiones diplomáticas, económico-laborales o de reunificación familiar.
Frente al aumento de cifras, tanto en casos activos como en muertes, Uruguay saca pecho por una avanzada campaña de vacunación por la que hasta este domingo 1.166.610 personas habían recibido las dos dosis de las vacunas de Pfizer y Coronavac, lo que supone un 32,97 por ciento de la población, según el monitor web desarrollado por el ministerio de Salud Pública (MSP). Uruguay se convirtió esta semana en el primer país de América latina en vacunar a los adolescentes como forma de acelerar la vuelta a la presencialidad en las clases en Secundaria.
En el ámbito científico crece la preocupación por el desarrollo de la nueva variante de coronavirus, la Delta, originada en India y que se encuentra circulando en Brasil y Argentina. El virólogo Gonzalo Moratorio dijo que el Centro de Innovación de Vigilancia Epidemiológica trabaja para detectar la llegada de la nueva variante y aseguró que "nos va a encontrar muchísimo mejor que cuando entró la variante P1, por un tema de cobertura de inmunización que vamos a tener".
Entrevistado por el programa Buen Día de Canal 4, Moratorio espera que "esta variante en particular no genere más decesos y hospitalizaciones". Sin embargo, advirtió que es "dos veces más transmisible que la P1" y también tiene "mayor capacidad de evasión de la respuesta inmunitaria". El científico subrayó que el mejor escenario es que esta variante ingrese al país con el mayor porcentaje posible de personas totalmente inmunizadas, y en ese sentido recordó que es necesario esperar a los 14 días después de las dos dosis, porque una sola "es como la nada".