Néstor Ortigoza, de regreso en San Lorenzo luego de tres años y medio, dijo ayer que su vuelta no es "para pasear ni hacer la plancha". A los 36 años, el "Gordo" cumplió el sueño de volver a Boedo, donde es ídolo tras conquistar la Copa Libertadores 2014, el Torneo Inicial 2013 y la Supercopa Argentina 2016.

"Vengo a tratar de pelear un puesto, no vengo a pasear ni a hacer la plancha. Hay muchos jugadores de gran jerarquía con muchísimos partidos encima: los Romero (Angel y Oscar) tienen Copas América, (Juan) Ramírez fue figura en Talleres, está Uvita (Nicolás Fernández), el Torito (Diego Rodríguez). Hay un plantel para aprovechar, me ilusiona", expresó el mediocampista en su primer contacto con la prensa.

Ortigoza, procedente de Estudiantes de Río Cuarto, de la Primera Nacional, fue protagonista de dos momentos deportivos imborrables en el Ciclón, al convertir el penal que aseguró la permanencia en Primera en la promoción con Instituto de Córdoba (2012) y el gol decisivo, por la misma vía, en la final revancha con Nacional de Paraguay que le dio al club su única Libertadores.

Desde aquella época, sólo permanece en el plantel el arquero Sebastián Torrico, quien tiene trabada la negociación de su contrato que vence el próximo 30 de junio. "Torri es un pibe que queremos mucho, pasó por todos los momentos en este club, le queda poco de carrera, como él mismo ha manifestado, y no lo veo fuera de San Lorenzo. Quiero creer que se va a solucionar el tema y se va a terminar quedando", confió el mediocampista.

Sobre el nuevo entrenador Paolo Montero, Ortigoza consideró: "Es un entrenador frontal, que ya hizo su experiencia, y como él mismo dijo llega en el momento justo. Está bueno porque es un técnico que asume las responsabilidades".

Finalmente, "Orti" bromeó sobre la posibilidad de reclamarle a Ramírez el dorsal número 20, que fue el que utilizó en sus mejores épocas en el club: "Cuando Juan llegó al club le dije: 'cuidame la 20 que ya voy a volver', pero ahora no me dio para escribirle, no se la voy a pedir".