La ministra de Educación, Adriana Cantero, negó ayer que en el colegio Los Arroyos de Fisherton, pese a las restricciones, se hayan dictado clases presenciales, a partir de la denuncia que realizó Sadop. "Convocaron a los chicos para la entrega de materiales, lo cual está habilitado en una de las circulares", explicó la funcionaria. "En ese colegio usaron la herramienta pensada para los más desfavorecidos para esconder la presencialidad de una de las escuelas más caras de la ciudad", cuestionó el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero. "Hicimos la denuncia, pedimos que se investigue, y el ministerio se queda con la palabra de la escuela. Por eso estamos evaluando realizar una presentación legal para que se investigue a fondo", adelantó el dirigente gremial. En el medio de la polémica, padres y alumnos del colegio, vinculado al Opus Dei, realizaron ayer una manifestación para reclamar por la presencialidad.
"No hubo clases normales, lo hemos verificado", afirmó ayer la ministra Cantero al ser consultada por la denuncia que presentó el gremio de los docentes privados en el colegio Los Arroyos, ubicado en Real 9450. Según la funcionaria desde el colegio "han contestado que en el marco de las circulares del Ministerio de Educación se ha convocado a chicos para la entrega de materiales, lo cual está habilitado".
En el gremio recibieron el lunes la información de que la escuela estaba dando clases por lo que se comunicaron con el Ministerio y pidieron que se inicie una investigación. "Nos contestaron que sí había grupos dando clases y que iban a hablar con las autoridades para suspender esa actividad. Hoy (por ayer), a causa de eso, los padres hicieron una suerte de abrazo simbólico a la escuela, básicamente porque estaban haciendo algo trucho", dijo Lucero a Rosario/12.
"La circular permite, a partir de una herramienta que está pensada en la pandemia, e incluso se daba el año pasado, para los sectores más desfavorecidos, que puedan ir a retirar o dejar material. Usaron la herramienta pensada para los sectores con mayores dificultades para poder vincularse para esconder las presencialidad de una de las escuelas más caras de Rosario. Es una vergüenza y la ministra lo legitima, eso es lo más grave", disparó el titular de Sadop Rosario.
Lucero planteó que si la decisión del Ministerio es que vuelva la presencialidad, que la habilite para todos. "¿Por qué los más ricos sí y los otros no?, no puede haber presencialidad para unos pocos", insistió el dirigente gremial, quien comparó lo ocurrido en el colegio Los Arroyos con la realización de fiestas clandestinas: "La lógica es la misma, utilizaron algo que estaba destinado para una cosa para hacer otra, el mensaje es malísimo. Están llevando a los chicos a una actividad que no está permitida bajo la pantomima de que es otra cosa. No nos quejemos si después los pibes van a fiestas clandestinas porque los hacemos ir a clases clandestinas".
Desde el gremio de docentes particulares recordaron que en abril de 2019, Ramiro Ayala, docente del nivel primario de Los Arroyos con seis años de antigüedad, fue despedido cuando se había postulado para ser delegado, el primero que iba a elegirse en el colegio de Fisherton. Sadop denunció persecusión gremial y pidió por la reincorporación del docente. "La causa todavía está en juicio, hasta el momento no se resolvió, pero el 14 de agosto estamos convocados a una audiencia para declarar", indicó Lucero.