Miles de israelíes ultranacionalistas se manifestaron el martes en Jerusalén Este en la llamada "Marcha de las Banderas", apenas semanas después de una dura ofensiva de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza. La marcha constituye una prueba de fuego para el nuevo gobierno israelí así como para la frágil tregua alcanzada luego de 11 días de hostilidades entre Israel y el grupo islamista palestino que gobierna en Gaza. Los palestinos consideran la marcha anual una provocación por realizarse sobre un sector de la ciudad ocupado por Israel desde 1967 y convocaron a un "Día de Ira" en todos los territorios palestinos. 17 ciudadanos palestinos fueron detenidos durante las protestas, mientras que unos 33 resultaron heridos.
Los manifestantes, entre ellos jóvenes y activistas judíos ultranacionalistas y de extrema derecha, salieron de un barrio ortodoxo de Jerusalén Oeste para atravesar Jerusalén Este hasta la puerta de Damasco, que da acceso al barrio musulmán de la Ciudad Vieja, donde se encuentra la Explanada de las Mezquitas. Gritos de "Muerte a los árabes" resonaron entre la multitud que portaba banderas con los colores de Israel.
Bloqueo
Poco antes de la polémica marcha, la policía cerró las principales calles que conducen a la Ciudad Vieja y bloqueó el acceso de los palestinos a la plaza situada ante la puerta de Damasco, provocando choques que dejaron una decena de manifestantes palestinos heridos. Diputados árabes israelíes rechazaron la convocatoria. "La única bandera legítima aquí es la bandera palestina. La bandera israelí es un símbolo de la ocupación", declaró el legislador Ahmed Tibi.
La marcha conmemora el "Yom Yerushalaim" (Día de Jerusalén), el aniversario para los israelíes de la "reunificación" de la Ciudad Santa en 1967. Según el derecho internacional, Israel ocupa ilegalmente esta parte oriental palestina de la ciudad, que también anexionó.
Postergación
La marcha estaba prevista inicialmente para el diez de mayo, en medio de tensiones por las manifestaciones en el barrio de Sheij Jarrah, donde las familias palestinas están bajo amenaza de desalojo en beneficio de colonos judíos. Pero la convocatoria se canceló después de que el movimiento islamista Hamas lanzara ese día varios cohetes contra el territorio israelí en solidaridad con los palestinos de Jerusalén Este. La respuesta del ejército israelí dio lugar a un conflicto de 11 días en el que murieron 260 palestinos y 13 israelíes.
En el poder desde el lunes, la nueva y heterogénea coalición de gobierno liderada por el primer ministro, el ultranacionalista Naftali Bennett y su socio, el centrista Yair Lapid, puso fin a 12 años consecutivos de Benjamin Netanyahu en el poder. Esta marcha, que debió ser reprogramada dos veces, supone el primer reto de seguridad para el Ejecutivo. Bennett advirtió que Israel no dudará en responder con la fuerza si recibe ataques de Hamas.
Respuesta
En respuesta a la manifestación, desde la Franja de Gaza facciones palestinas lanzaron globos incendiarios hacia el sur de Israel, donde los bomberos informaron una veintena de incendios vinculados a esos artefactos. Soldados israelíes apostados en la zona fronteriza abrieron cartuchos de gas lacrimógeno y munición real para dispersar a los manifestantes que se acercaban a la valla de la frontera.
Un vocero de Hamas, Mohamad Hamadeh, dijo que los "mediadores" que trabajan por un alto el fuego estable con Israel habían "pedido a las facciones de la resistencia que no emprendieran una escalada militar sobre la base de la marcha de las banderas", aunque agregó que "todas las opciones están sobre la mesa".