La utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en 63,5 por ciento en abril, 21,5 puntos porcentuales por encima que el mismo mes en 2020, cuando se había registrado el mínimo histórico de 42 por ciento; pero también por encima de niveles prepandemia. En abril de 2019 la capacidad instalada fue de 61,6 por ciento.
Así lo afirmo esta tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en el análisis de un relevamiento que comprende un panel de entre 600 y 700 empresas.
Este nivel de aumento se dio a la par de un crecimiento del 55,9 por ciento interanual de la actividad industrial. Con esta dinámica, once de los doce bloques representan un nivel superior en su comparación interanual. Esta cifra tiene su correlación positiva con los niveles de empleo: el empleo industrial se encuentra por encima de niveles prepandemia, habiendo recuperado casi 25 mil puestos desde el peor momento de la pandemia.
Cuatro sectores ya superaron el 70 por ciento de utilización de la capacidad instalada: sustancias y productos químicos (75,4 por ciento); productos minerales no metálicos por los mayores niveles de producción de cemento, ladrillos y placas de yeso (74,7 por ciento); refinación del petróleo, a partir del mayor nivel de procesamiento de petróleo crudo (73,1 por ciento); y papel y cartón (73 por ciento).
Otros bloques sectoriales que presentaron niveles de utilización superiores al nivel general son industrias metálicas básicas (68,9 por ciento), productos del tabaco (65,7 por ciento) y productos alimenticios y bebidas (64,8 por ciento), que se vincula principalmente con
el incremento de la actividad en las plantas productoras de ciertas líneas de bebidas y con el mayor
nivel de molienda de oleaginosas.
Por debajo del nivel general promedio se ubicaron los sectores de edición e impresión (55,9 por ciento) que además bajó en su comparación interanual; metalmecánica
excepto automotores (53,7 por ciento); productos textiles (52,4 por ciento); productos de caucho y plástico (52,1 por ciento) y
la industria automotriz (39,1 por ciento). Al aumento de la industria automotriz y productos textiles se los vincula con la nula o muy baja actividad que tuvieron en abril del año pasado, mes de cuarentena y parate de actividad estricto.
“En la comparación con abril de 2020, las principales incidencias positivas se observan en la industria metalmecánica excepto automotores, a partir principalmente del crecimiento de la fabricación de maquinaria agropecuaria y de aparatos de uso doméstico, y en las industrias metálicas básicas, debido al mayor nivel de elaboración de acero crudo”, evaluó el Indec. En efecto, según datos de la Cámara Argentina
del Acero, se observa una suba interanual de 223,3 por ciento en la producción de acero crudo en el mes bajo
análisis.
Comparado con los niveles de hace dos años, crecieron 10 de los 12 bloques: la mayor suba correspondió a minerales no metálicos (7,5 p.p.), seguido de tabaco +7,1 p.p.) y metalmecánica (7,0 p.p.).
No obstante, respecto a marzo pasado, el nivel de utilización de la capacidad instalada marcó una disminución de 1 punto porcentual. Se registran bajas en siete de los doce sectores. Los mayores retrocesos se observaron en automotriz (15,7 p.p.) y metálicas básicas (10,9 p.p.), sectores que tuvieron paradas de planta por mantenimiento, para readecuación de nuevas líneas productivas (automotriz) y por reorganización del personal debido al incremento en los contagios de coronavirus. También registraron problemas logísticos ante diversos conflictos gremiales como el paro en puerto de Buenos Aires en Vaca Muerta.
Para el cálculo de este indicador se tiene en cuenta la producción máxima que cada sector puede obtener con la capacidad instalada actual. Se consideran criterios técnicos, como el aprovechamiento potencial de las plantas productivas, empleando el máximo de turnos posibles y las paradas necesarias para el mantenimiento apropiado de dicha capacidad.