31,9
por ciento de los adolescentes y adolescentas de 16 y 17 años realizan al menos una actividad productiva, 3,71 de cada 10 en zonas urbanas y 4,3 de cada 10 en zonas rurales, mientras que un 10 % de niñas y niños de 5 a 15 años también realizan -al menos- una actividad productiva: 1 de cada 10 en zonas urbanas y 2 de cada 10 en zonas rurales. La actividad doméstica intensiva representa el mayor porcentaje de ocupación de niños y niñas (4,8 % Total País), y de adolescentes (13,3 % Total País). “La dimensión sexual del trabajo comienza desde la niñez, tanto en la actividad productiva de carácter ´domésticas intensivas´, como en la actividad productiva mercantil, donde existen trabajos feminizados de cuidados”, describe el informe “Trabajo infantil y feminización de los cuidados”, que elaboró Copreti (Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil) junto con el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires. En la Argentina el trabajo infantil está prohibido y el trabajo adolescente entre 16 y 17 años está protegido, según establece la Ley 26.390. “Dado que existen tanto tareas de cuidado no remuneradas como trabajos de cuidado que los realizan mayoritariamente las niñas y adolescentas -subraya el documento-, es necesario incorporar esta perspectiva al debate actual en torno a las políticas de cuidado.”