A partir de mañana, Francia eliminará el uso obligatorio del tapaboca al aire libre, restricción que sólo seguirá vigente en encuentros muy numerosos, lugares concurridos o estadios, en otro paso del proceso de relajamiento de las medidas contra el coronavirus que también incluirá el levantamiento del toque de queda a partir del domingo.
Según explicó el primer ministro francés Jean Castex, estas medidas se tomaron luego de que la situación sanitaria mejorara “más rápido de lo que habíamos previsto".
Con este anuncio, Francia se suma al grupo de países como Israel o Estados Unidos, que debido a su alta tasa de vacunación ya decretaron que sus ciudadanos no tienen que utilizar los tapaboca en la calle.
La semana pasada, Dinamarca se convirtió en el primer país europeo en eliminar el uso obligatorio de tapaboca en interiores, salvo para el transporte público, y el lunes el ministro de Salud federal alemán, Jens Spahn, también se pronunció a favor del fin gradual de los barbijos obligatorios.
En Austria tampoco es obligatorio llevarlos en espacios exteriores, y a partir del 1° de julio, si la situación epidemiológica es favorable, tampoco será necesario en los interiores, mientras que Bélgica dejó atrás la obligación de utilizarla en espacios abiertos el pasado 9 de junio.
En Francia, el Gobierno tomó esta decisión cuando los nuevos casos de Covid-19 llegaron a 3.200 ayer, el nivel más bajo desde agosto de 2020.
Castex anunció además que 35 millones de franceses estarán totalmente vacunados a finales de agosto, es decir, algo más de la mitad de la población.
Ayer, las autoridades francesas anunciaron que la campaña de inmunización masiva contra el coronavirus sumaba a los menores de 18 años, que deberán contar con la autorización de sus progenitores para poder administrarse la dosis.
Por otra parte, el ministro de Salud, Olivier Veran, alertó sobre la rápida propagación de la variante india Delta en Francia e indicó que entre el 2 y el 4 por ciento de los test que dan positivo corresponden a esa mutación.
Ayer, al menos 30,7 millones de franceses habían recibido al menos una dosis y 16,7 millones estaban totalmente vacunados. Actualmente el país cuenta con una incidencia de unos 43 casos por cada 100.000 habitantes a nivel nacional.