"Están dadas las condiciones para que, con algunos vaivenes, la inflación se vaya reduciendo". Bajo la consigna "Tranquilizar la economía" (y a los empresarios), el ministro de Economía, Martín Guzmán, habló con los representantes más influyentes del sector empresarial del país. Con un discurso fiel a su estilo conciliador, planteó la visión del Gobierno sobre las problemáticas de la macroeconomía e invitó elegantemente a los empresarios a ser parte de la estrategia contra la suba de precios.
Fue durante su participación como orador del evento organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). El encuentro generó especial expectativa por dos puntos centrales: por un lado, lo organizaba la entidad empresaria que encabeza el flamante presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, que se manifestó públicamente en contra de muchas medidas vinculadas a la política antiinflacionaria. Además, la disertación fue horas antes de que se conociera el dato de inflación de mayo, que terminó siendo de 3,3 por ciento, un nivel aún alto pero desacelerándole con respecto a los últimos meses.
En un recorrido por los principales temas de la agenda económica, el "profesional notable en términos académicos cuyos antecedentes le dan prestigio a todo el país" (de acuerdo a la presentación de Funes de Rioja) realizó un punto aparte para hablar de la inflación.
Recordó que había anticipado que el indice de precios de marzo iba a ser el más alto, pero que iba a ir bajando "y eso ocurrió", aunque admitió que "todavía estamos en niveles por encima de lo que consideramos que macroeconómicamente factible". Atribuyó este fenómeno a la remarcación de precios que tienen más que ver con las expectativas de inflación que con la evolución real de las variables macroeconómicas, como por ejemplo la brecha cambiaria, que con una reducción de 150 a 70 desde octubre hasta hoy, redujo también las expectativas devaluatorias.
Guzmán sostuvo que la inflación es un fenómeno multicausal que no se resuelve únicamente con política monetaria e hizo foco en cómo la inercia inflacionaria dificulta el ancla de los precios: "Desde el punto de vista macroeconómico podemos definir un sendero consistente de desinflación. Es decir, explicar cómo generar determinado nivel de divisas para resolver la política cambiaria, o bien la hoja de ruta para atacar la parte fiscal", explicó, para agregar que " las expectativas y la formación de precios sobre la base de ellas son importantes. Ahí se necesita un consenso colectivo. Si remarcamos precios en función de expectativas que no van, es posible que terminemos en un sendero muy alto que no le hace bien a nadie".
Después remarcó la conducción responsable por parte de los sindicatos en este punto, y convocó a los empresarios a participar de ese comportamiento: "Acá la cooperación entre todos los actores de la economía, incluyéndolos a ustedes, es fundamental".
La pregunta recurrente
Una de las preguntas y comentarios más recurrentes en este tipo de eventos con público empresario tiene que ver con la reducción de impuestos. Y esta no fue la excepción: "No es nuestra idea un país de impuestos bajos y gasto público bajo", sentenció para reforzar una idea que marcó durante toda la charla, de aumentar el gasto público en términos reales y reducir el déficit aprovechando el aumento de la recaudación por la recuperación de la actividad y los cambios que se hicieron en términos tributarios .
Para justificar esta idea, se remontó a tiempos del gobierno de Mauricio Macri, que llevó a cabo una política de reforma económica bajo la premisa de que, al expandirse la oferta, iba a generar un sendero virtuoso, que tuvo un resultado negativo. Aseguró que el Gobierno está implementando políticas para consolidar un crecimiento económico sostenido y que, pese a la pandemia y a los efectos de crisis económica que estalló en 2018, "con nosotros la industria está creciendo y con el gobierno anterior se achicó. La reforma impositiva resultó en un debilitamiento del Estado y la macroeconomía toda".
Planteó su visión del Estado con un rol no solamente en la estabilidad macroeconómica, sino en generar condiciones propicias para el desarrollo de la actividad privada. "Sin industria no hay futuro. Queremos que inviertan", aseguró al destacar que el sector es fundamental para la recuperación económica y que, para ello, se está trabajando sobre "la estabilidad macroeconómica, reglas de juego que den previsibilidad y que el Estado tenga un rol desde la política productiva que genere condiciones virtuosas para un crecimiento de la oferta en general".
“Hay una tarea colectiva de afianzarnos en un rumbo concreto. Tenemos claro cuál es el rumbo para tranquilizar la economía. Va más allá de construir condiciones de estabilidad macro. Tiene que ver con tener una estructura macroeconómica capaz de generar trabajo, agregar valor en la economía y poder generar divisas para sostener el crecimiento del mercado interno y transitar el sendero de crecimiento sostenible, sustentable e inclusivo”.
De esta forma terminó su exposición el ministro al aire libre para respetar los protocolos, al lado de Funes de Rioja y frente a Javier Bolzico de Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Ivan Szczech de la Cámara Argentina de la Construcción, Adelmo Gabbi de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Nicolás Pino de la Sociedad Rural Argentina, Mario Grinman la Cámara Argentina de Comercio y Servicio, y Luis Betnaza y Miguel Angel Rodriguez por la Unión Industrial Argentina.