El abogado británico Karim Khan (foto) asumió este miércoles como nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el único organismo permanente destinado a juzgar crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad. Desde su nuevo cargo, el abogado deberá evaluar asuntos relacionados al conflicto israelo-palestino, Afganistán, así como las minorías musulmanas perseguidas en Myanmar. “Se siguen cometiendo crímenes medievales y el Tribunal representa una promesa de futuro”, afirmó Khan tras jurar en el cargo.
“En este siglo XXI los crímenes medievales son cometidos por gente moderna, violaciones, esclavitud, asesinatos, torturas, ataques contra la identidad (…) tienen lugar mientras hablamos”, expresó el nuevo fiscal que reafirmó la importancia de la CPI. “El mañana no tiene porqué ser tan sombrío, tan triste como el ayer”, agregó el británico en su discurso de juramentación.
Khan es el tercer fiscal general de la institución, creada en 2002 para juzgar a individuos por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad. El británico lamentó que hasta ahora, el tribunal haya pronunciado "tan pocas" condenas. "No podemos invertir tanto, no podemos suscitar tantas expectativas y obtener tan poco tan a menudo en la sala de audiencia", afirmó el abogado de 51 años.
Khan es el sucesor de la jueza Fatou Bensouda, que terminó su mandato de nueve años al frente de la CPI. Bensouda, exministra de Justicia en Gambia, es reconocida por haber ampliado el trabajo de la corte internacional tras asumir en 2012. En este sentido, Khan declaró querer “construir sobre el terreno sólido” legado por magistrada gambiana. “Pero también reparar lo que está roto, dinamizar, revitalizar para buscar una mayor eficacia y un mayor impacto", afirmó el nuevo fiscal general de la CPI.
Especialista de derechos humanos, Khan era el subsecretario general de Naciones Unidas, donde estuvo encargado de dirigir una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo yihadista Estado Islámico. Ahora desde su nuevo cargo como fiscal general de la CPI, el británico tendrá en su agenda la investigación de presuntos crímenes de guerra en Afganistán, en medio oriente (Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este), la persecución de minorías musulmanas en Myanmar y China. En todos los casos se trata de desafíos para el nuevo fiscal tomando en cuenta que Estados Unidos, Israel, China y Myanmar no son miembros de la CPI. El nuevo fiscal les tendió la mano para incluirlos en su "compromiso en esta búsqueda común de justicia" y advirtió que cumpliría con su trabajo “sin miedo ni favor”.