La enfermera Dahiana Madrid admitió en su declaración indagatoria que vio a Diego Maradona una sola vez en todos los días que estuvo en la casa del barrio San Andrés. La mujer se amparó en que esas eran las instrucciones, aparentemente porque Maradona no quería controles y a ella entonces no le permitían entrar a la habitación. De manera que nunca le tomó el pulso ni la presión ni le suministró los medicamentos: “yo se los daba a los familiares y ellos la suministraban”. Como es obvio, Madrid tampoco sabe si Maradona tomaba o no los medicamentos. "No había ningún aparato médico. Con los antecedentes cardíacos que él tenía, debió haber varios aparatos para controlar y en caso de emergencia", sostuvo Madrid.
La enfermera declaró durante más de siete horas y al cierre de esta edición todavía estaba puliendo el acta junto a su abogado Rodolfo Baqué. Sin embargo, los presentes en la indagatoria resumieron los conceptos:
*Para Madrid, la internación domiciliaria no era tal, no había elementos ni control real del paciente.
*La instrucción que ella tenía era estar sentada en el comedor, a unos 15 metros de la habitación del astro, atenta a lo que pudiera pasar.
*Según ella, la indicación era que no debía entrar a la habitación de Maradona.
*Al Diez lo vio una sola vez en todos los días en que estuvo de guardia de 6.30 a 18.30.
*Nunca le hizo ningún control.
*Tampoco le suministró la medicación. Ella la entregaba, en especial, al sobrino de Maradona. Pero tampoco las directivas eran muy precisas: en la heladera había un papel, sin firma, diciendo qué pastillas había que suministrar y a qué hora.
*No puede atestiguar si el exjugador tomaba las pastillas que ella preparaba y que supuestamente después le daban los familiares.
*El abogado de Madrid, Baqué, sostuvo al salir de la indagatoria que “existía un cogobierno entre Leopoldo Luque y Agustina Cosachov. Los fiscales deberán evaluar quién fue el culpable de la muerte, pero está claro que ellos eran los que decidían. El trato mal brindado es lo que llevó al final de Maradona".
Como se sabe, el equipo de fiscales --Laura Capra, Cosme Irribarren y Patricio Ferrari, coordinados por el fiscal general John Broyard- imputa a la enfermera por ser parte de la negligencia que terminó con la vida de Maradona, pero la mujer se escudó en que ella cumplió con las indicaciones. Como su colega, Ricardo Almirón, sostuvo que no tuvo responsabilidades en lo que ocurrió ya que ella no tenía poder decisión. A eso agregó que las condiciones de la internación fueron absolutamente inadecuadas, porque no existían elementos de ningún tipo. Incluso, ante una caída, ella propuso hacerle una tomografía, pero la familia adujo que eso iba a hacer mucho ruido en el periodismo.
Este viernes declara el coordinador de los dos enfermeros, Mariano Perroni, que todo indica también dirá que la empresa Medidom sólo proveía un servicio, pero no tenía ingerencia en el tratamiento. Por lo tanto es seguro que alegará que ni los enfermeros ni él tuvieron responsabilidad alguna. Las indagatorias terminarán el 28 de junio cuando declare Leopoldo Luque, que según la lógica de las citaciones de los fiscales y el texto de la acusación, es quien está en el centro de la escena.