"No existe un plan de estatización del sistema de salud. Nadie está hablando de eso", aseguró el jefe de gabinete, Santiago Cafiero y aclaró que lo que se pretende "es un sistema que se apoye en la solidaridad y que siga avanzando con un financiamiento mucho más claro". Pero a esa altura el titular de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, ya había acusado al gobierno de Alberto Fernández de buscar que "las empresas de medicina prepaga queden sin capacidad financiera para avanzar con la estatización del sistema", dijo para luego mostró cuál era su verdadero objetivo: lograr el incremento de las cuotas a través de un amparo que presentó a la justicia. La reforma en el sistema sanitario volvió a ser eje de discusión luego de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner insistiera con este punto. En el mundo gremial no hay una postura definida. La CGT por ahora no dijo nada pero diferente fue la postura del jefe de los camioneros, Hugo Moyano, y del titula del gremio de los mecánicos, Ricardo Pignanelli. Ambos consideraron viable la reforma.
El jefe de Gabinete buscó ayer dejar en clara la posición del gobierno durante una entrevista con AM750. De hecho Cafiero coincidió con el planteo de la vicepresidenta al asegurar que "hay que redefinir cómo se financia el sistema de salud, algo que se plantea por izquierda y por derecha. Se necesita ir a un sistema que sea más claro, que no impacte tanto en los ingresos de las familias y que produzca salud con un acceso equitativo para todos y todas". Además puntualizó que se trataría de ordenar algo que ya funciona en la práctica: "El trabajo articulado entre el sector privado y público es lo que dio respuesta a la pandemia y es el que asigna las ayudas correspondientes a cada argentino que necesita atención médica". Lo que se pone en debate en ese momento, expresó, "es la organización de todo el sistema de salud y cómo lo mejoramos. La salud púbica siempre fue una bandera de nuestro Gobierno y de nuestra identidad política. Tenemos que avanzar con los dispositivos de articulación y no caer en falsos debates", afirmó.
Las prepagas, sin embargo, no están pensando en reformas a largo plazo y tampoco en modificaciones que hagan más equitativa la atención de todos los argentinos, sino que tienen un objetivo inmediato: que el Gobierno apruebe un aumento para las cuotas de sus afiliados. En esa línea, abogados de 15 empresas que son parte de la UAS, recurrieron al amparo judicial para lograr que se autorice un aumento del 9,77 por ciento sobre el valor actual de las cuotas, que se cobraría en dos tramos. "Nuestro pedido pudo haber sido más ambicioso, pero lo hemos limitado para que su viabilidad o procedencia resulten indiscutibles", expresaron y amenazaron con un "peligro en la demora" olvidando, convenientemente, que el Estado ayudó económicamente a estas empresas a través de los ATP y ahora con los Repro.
El vocero de este sector viene siendo Belocopitt, que también es dueño de Swiss Médical. El empresario dijo que “la estatización de un sistema puede producirse de hecho o de derecho. Pero si alguien decidiera tomar de hecho el sistema de salud privado, primero lo definanciaría, lo pondría de rodillas y sobre los escombros y la ruina de la salud de millones de argentinos, diría que se sería necesario estatizar”. El empresario, que suele ser bastante temperamental al hablar, arriesgó de manera temeraria (y sin pruebas) que “el Estado quiere meter la mano en un sistema donde ya maneja una parte importante”, y mencionó que la solución al conflicto sería “hacer un extraordinario sistema público de salud”.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, terció en esta polémica y dijo que "cuando nos sentamos en círculos que no son públicos todo el mundo tiene los mismos problemas; después hay una puja de intereses de algunos sectores, pero eso se debe dejar de lado para avanzar en los problemas que tenemos como sistema. Nadie habla de otra cosa, pero sin embargo se pretende vedar el diálogo con este título que es falso: no buscamos estatizar el sistema de salud". Agregó que "hay tres subsectores que deben ser organizados, no es que tiene que desaparecer uno de ellos. La pandemia nos obligó a compartir el sistema de gestión de camas y proponemos hacer eso en forma organizada".
Los gremios
Moyano fue contundente cuando lo consultaron y sobre la unificación del sistema dijo que "si se hace, es para mejorar la situación de la salud de la sociedad y especialmente la de los trabajadores y su familia". En esa línea, el sindicalista destacó la necesidad de que haya "más recursos", sobre todo en este momento en el que las "obras sociales están pasando situaciones complicadas", debido a la pandemia y que por ese motivo el planteo del gobierno es "bienvenido". “Siempre que sea para mejorar la situación de la salud me parece razonable. No conozco en profundidad esto que se viene anunciando, pero creo que será para mejor: apoyamos la discusión para mejorar el sistema de salud”, subrayó.
El titular del Smata, Pignanelli también respaldó la propuesta de CFK: "Veo bien todo lo que se tenga que hacer para mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y también de aquellos que no tienen trabajo. Es cuestión de sentarse a conversar", afirmó. El dirigente de los mecánicos aprovechó la entrevista radial en Del Plata y reclamó de manera indirecta una posición más clara de la CGT al sostener que "la propuesta de Cristina está dentro de lo que pensamos los dirigentes del movimiento obrero. Sobre todo aquellos que nos quedamos con la obras sociales y no gestionamos con prepagas", dijo y agregó que la propuesta de CFK "es algo que seguramente el movimiento obrero lo acepta porque sabe que al sistema se puede mejorar".