Uruguay afrontó este jueves una huelga de 24 horas "contra el hambre y la desigualdad, por trabajo y salario" convocada por la central sindical del país, el PIT-CNT. Pese al paro de actividades acatado por los trabajadores estatales, bancarios y de la salud entre otros, la jornada mostró movilidad en las calles, comercios abiertos y, aunque con menor afluencia de la habitual, funcionó el transporte público.
Los sindicatos aprovecharon la jornada para recolectar firmas contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), proyecto de ajuste del gobierno de Luis Lacalle Pou aprobado en 2020. En el peor momento de la pandemia en Uruguay, con más de cinco mil muertos desde el 13 de marzo de 2020, casi cuatro mil de ellos en los últimos dos meses y medio, desde el PIT-CNT garantizaron las medidas de seguridad al tiempo que pidieron que la marcha se lleve a cabo sin descender de los vehículos.
Los reclamos de esta jornada no son muy diferentes a los del primer paro general contra el gobierno derechista de Lacalle Pou del 17 de septiembre del año pasado, cuando también se criticó la LUC, el surgimiento de las ollas populares y la pérdida del salario real y las fuentes laborales. Sin embargo, en esta ocasión se siente con mayor fuerza el impacto económico y social de la pandemia.
El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, señaló que la medida es en "defensa de la vida", en referencia a las muertes causadas por el coronavirus, y en reclamo de un "diálogo nacional" para dar solución a los "más de 100 mil pobres y alrededor de 80 mil desocupados nuevos". Abdala mencionó que esas cifras quedaron en evidencia tras el lanzamiento de los "jornales solidarios", un programa de 15 mil empleos temporarios para el que se presentaron 230 mil personas. "Eso te habla de la situación del país", sentenció el dirigente sindical según consignó La Diaria.
Entre las medidas urgentes exigidas por la dirigencia sindical sobresalen establecer un mínimo del seguro de desempleo similar al salario mínimo nacional y, mientras dure la emergencia sanitaria, garantizar el pago del seguro por enfermedad a partir del primer día de ausencia del trabajador y no tras el tercero. Además piden solucionar el traslado de personas con discapacidad y adultos mayores a los centros vacunatorios.
La principal protesta de la jornada fue una caravana de autos que circuló por varias avenidas de Montevideo hasta desembocar en la Plaza Independencia frente a la Torre Ejecutiva, la sede del gobierno. La movilización también tenía como objetivo la recolección de firmas para llamar a un referéndum e intentar derogar 135 artículos de la LUC.
Con ese fin los representantes sindicales montaron puestos por todo el país, ya que son necesarias 700 mil firmas antes del nueve de julio, cuando se cumple un año de su promulgación en el Parlamento, para que se considere la celebración de una consulta popular sobre la medida. En palabras del presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, la LUC "es regresiva en derechos laborales, en lo que tiene que ver con el derecho de huelga, la regulación de piquetes o la empresa pública".
Uno de los mayores temores de la jornada era la posibilidad de que el paro afectara la vacunación masiva contra la covid-19. Pese a que el Ejecutivo optó por no reprogramar la jornada de inmunización de este jueves, como sí ocurrió con la conmemoración del primero de mayo, los trabajadores del transporte y la sanidad vinculados directamente a la campaña de vacunación acudieron a sus puestos.