“Más días de licencia para estar presentes”, es la consigna que levantan desde la campaña Paternar, el espacio desde donde varias organizaciones de varones -el Instituto de Masculinidades y Cambio Social, el colectivo de Varones Antipatriarcales, Privilegiados y el grupo Paternando- buscan extender la licencia por paternidad que desde 1974 se mantiene en 2 días corridos. “Los feminismos y los movimiento de diversidad sexual generaron un contexto que nos interpela a los varones y el sistema de licencias actual se basa un modelo tradicional de familia que ya no está vigente y reproduce desigualdades”, sostienen desde la Campaña que será lanzada en el marco del Día del Padre.
Matías Criado es psicólogo y padre de dos, una nena de 7 y un nene de 2. Cuando tuvo su primera hija en el año 2013, cuenta, ni se le ocurrió pensar que iba a necesitar una licencia mayor a los dos días que le correspondían. “El movimiento de mujeres me interpeló como papá y me hizo dar cuenta de que estaba ocupando sólo un rol de billetera y que yo no quería estar en ese lugar. Necesitaba un lugar específico para poder conectarme con mi hijos y no dejar sola a mi compañera”, dice.
Cuando nació su segundo hijo, Matías trabajaba en un centro de salud y a pesar de que le negaron una licencia más larga pudo tomarse 15 días sin goce de sueldo. “Mi sueldo se vio reducido a la mitad y mi pareja en ese momento no estaba trabajando, fueron unos primeros meses muy complejos desde lo económico. Pero por lo menos me pude conectar con mi hijo, me permitió valorar más ese vínculo, entender lo que estaba atravesando mi pareja”, agrega. De esos primeros días del bebé recuerda que el hecho de poder dormirlo, mecerlo y darle de comer influyó en el vínculo, “hizo que no me viera como un extraño como me pasó con mi hija”.
“Los varones tenemos que primero cambiar nuestro rol para involucrarnos en las tareas de cuidado y por eso es importante este tipo de política pública como la licencia para poder estar presentes de entrada en el cuidado de nuestros bebés”, reflexiona Criado, que hoy acompaña paternidades desde el espacio Paternando y forma parte de la campaña.
Licencias
Argentina está entre los países de Latinoamérica con peores licencias por nacimiento para los padres o personas no gestantes. Más allá de algunos convenios colectivos o legislaciones sobre sectores concretos, como la administración pública, el Régimen de Contrato de Trabajo (Ley 20744) establece una licencia especial de dos días corridos ante el nacimiento de un hijo.
Según un estudio publicado por Unicef en julio del año pasado, el país se encuentra en el grupo de naciones que peores licencias otorgan -menos de 5 días- junto con Belice, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá y República Dominicana.
“Los padres tampoco están teniendo la oportunidad de participar de manera significativa en el cuidado de sus hijos en los países de la región, ya que las licencias de paternidad no superan los 5 días en muchos casos”, sostienen desde el organismo internacional sobre la falta de licencias, importantes “para reconocer la carga del trabajo de cuidado” y avanzar hacia la igualdad de género.
El proyecto
La campaña Paternar nace con el objetivo de construir una red de articulación entre diferentes sectores de la sociedad para “instalar, ampliar y avanzar hacia el reclamo de la extensión de las licencias por paternidad en la Argentina”. “Hoy la situación varía de acuerdo al ámbito de trabajo, pueden ser 2 días como establece el Contrato de Trabajo, 10 según algunos acuerdos sectoriales o 15 días para los trabajadores de la administración pública, y no mucho más”, explica Lisandro Rodríguez Cometta, sociólogo que integra el Colectivo Desarmarnos y trabaja en el Ministerio de Trabajo.
Desde la Campaña consideran que las licencias parentales por nacimiento tienen su correlación en las diferentes configuraciones familiares y, en este sentido, la licencia actual “reproduce un modelo tradicional de familia que ya no está vigente, reproduce desigualdades y condiciona las trayectorias laborales de las mujeres”.
El objetivo es ampliar la licencia para personas no gestantes que ejercen la corresponsabilidad parental a 30 días y constituirla como una licencia “de carácter obligatoria, intransferible y remunerada”. La Campaña se basa en un proyecto presentado por el diputado Itai Hagman que además extiende las licencias para personas gestantes a 100 días (14 semanas), el mínimo sugerido por la Organización Internacional de Trabajo. También crea una licencia familiar por nacimiento de 30 días, remunerada y obligatoria pero de carácter transferible entre los cuidadores del bebé.
"Avanzar en el camino de la deconstrucción y la revisión de los machismos”
“Es importante poner el acento en relación a los varones, los padres, las masculinidades porque es necesario que la legislación fomente el involucramiento de los varones en las tareas de cuidado y la crianza”, sostiene Rodríguez Cometta, para quien el movimiento de mujeres y de la diversidad sexual generó un contexto para “interpelar a los varones heterosexuales que paternan”.
En este sentido, el sociólogo explica que los mandatos en torno a los roles de familia tienen un correlato directo en la construcción de la masculinidad hegemónica, algo de lo que la paternidad forma parte. “Empezar a transformar estos roles, la paternidad, y dar lugar a los procesos que se vienen gestando es importante para avanzar en el camino de la deconstrucción y la revisión de los machismos”, agrega.
“Es momento de corrernos de los relatos más tradicionales y dar lugar a las experiencias de los varones que paternan y cuidan desde la empatía, la ternura, la presencia, para poder promoverlo. La licencia por paternidad es una deuda de la democracia”, cierra Rodríguez Cometta.